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Todos en algún momento hemos experimentado el amor. Queremos a nuestra familia, amigos y mascotas. Sin embargo, el amor romántico es otra cosa. Este, es un sentimiento intenso y nuevo que se diferencia de las demás manifestaciones de afecto.

En el amor se dan las siguientes características únicas:

• La atracción: esta se corresponde con reacciones químicas hormonales. La oxitocina y la dopamina desencadenan una respuesta de placer, la cual funciona a modo recompensa, y como tal buscamos replicarla. La atracción se refiere al deseo físico y al interés.
• La intimidad: es un vínculo que surge cuando compartimos sentimientos y pensamientos personales.
• El compromiso: va más allá del enamoramiento y se basa en la promesa de dos personas para llevar adelante un proyecto de vida.

Las relaciones de pareja, por lo tanto, son muy importantes para nuestra felicidad y bienestar. Sin embargo, en España se rompe un matrimonio cada 5 minutos.

Las relaciones no son fáciles, de hecho, toda relación tiene altibajos, existen conflictos inherentes a la convivencia; el dinero, el estrés en nuestro día a día, las decisiones de crianza de los hijos, etc. las cuales a menudo crean conflictos recurrentes. Un signo que evidencia problemas en los vínculos interpersonales, puede ser tener la misma pelea una y otra vez.

Afortunadamente, hay medidas que se pueden implementar para mantener los lazos afectivos, y por ende los sentimientos el mayor tiempo posible, y de este modo tener una relación de pareja sana. A continuación, os dejaré unas cuantas ideas que pueden resultar de mucha ayuda.

  • Comunicación

Un elemento clave en las relaciones saludables es la comunicación. Este tipo de parejas dedican un espacio su tiempo para hablar no sólo de temas superficiales o cotidianos, sino también de problemas personales, compartir intereses e inquietudes, además de afianzar lazos.

Debemos recordar que más importante que hablar, puede resultar escuchar, pero con frecuencia es un elemento que no solemos emplear, pues recurrentemente las personas se centran prioritariamente en el mensaje que tienen que transmitir, sin tener en consideración que desde este cambio de perspectiva podemos conocer las necesidades del otro y de esta manera ampliar nuestro conocimiento.

  • Trabajar los conflictos

Muchas parejas por miedo a abordar determinados temas que pueden producir un enfrentamiento, esconden los problemas debajo de la alfombra. Un conflicto no tiene por qué ser algo negativo, de hecho, por sí mismo brinda una oportunidad al cambio.

Lógicamente un conflicto debe de conducirse desde el respeto y la comprensión mutua. Sin tirarse los trastos a la cabeza y sin permitir que la ira tome el control de la situación.
La mala comunicación está vinculada con una mayor probabilidad de ruptura de la pareja.

Además, estos temas que permanecen sin resolver, pueden convertir cualquier situación benigna en un drama que podría haberse evitado desde el principio.

  • Mantener el interés

Las relaciones se pueden ir desgastando por el día a día, por eso es necesario trabajar en ella a lo largo de todo su curso. Es como una planta a la que hay que regar constantemente y el hábito puede ser la peor plaga. Con el tiempo y las muchas responsabilidades que todos tenemos, acabamos descuidando la relación. No pocas personas que están en relaciones duraderas refieren aburrimiento, menor satisfacción y falta de deseo hacia la otra persona.

Por eso hay que introducir el “factor novedad”, a través del cual devolvemos a la relación interés. Se debe salir de la rutina haciendo cosas diferentes en pareja, como tomar clases de baile, hacer picnics, realizar viajes a lugares nuevos, etc. para ello es necesario buscar momentos de calidad que compartir a lo largo de la semana.

Sin olvidarnos del deseo sexual, para conseguir que perdure el interés en el mismo, debemos hacer que los momentos de intimidad surjan o bien propiciarlos de manera sutil. No hay situación que más lastime el deseo que planificar en el calendario un día fijo, como una obligación, por ejemplo: las noches del sábado para mantener sexo.

  • Reconocer sentimientos y ponerse en el lugar del otro

Una relación de pareja es como un equipo, por lo que pese a las diferencias que puedan existir, diferencias lógicas por el hecho de ser dos personas distintas, se deben conducir hacia la búsqueda del beneficio mutuo (ganar-ganar). Un ejemplo: sé que tú piensas de otra manera y aprecio que entiendas mi punto de vista.
Esta dinámica conduce a una conversación más constructiva, en donde se da un sentimiento reciproco de comprensión y además se mira por las necesidades de ambos.

  • Aceptar a la otra persona

Debes amar a la otra persona con sus defectos y virtudes. Un elemento esencial es la aceptación del otro, que consiste en ponerse en sus zapatos (empatía). Entendiendo que como ser humano que es, todo individuo siempre tendrá cosas por mejorar. Entonces, ¿cuál es nuestro papel como compañero? tan sólo si el otro sujeto decide por sí mismo cambiar, nosotros podemos acompañarle y apoyarle.

Es necesario resaltar que no todo es aceptable, existiendo circunstancias que pueden darse en algunas parejas, que jamás deberías permitir.

Además, este ejercicio nos obliga a realizar una autocrítica, que nos permita encontrar lo que nosotros mismos podemos mejorar.

  • Respeto mutuo

El respeto mutuo es la base de una relación de pareja sana y exitosa. Nunca dentro de una pareja se deben trasgredir determinados límites. Elementos como los insultos, los gritos, las amenazas, las humillaciones y los golpes, son muestras de violencia, que hieren en lo más profundo de los derechos de la otra persona y socavan una relación. El amor en su inmensidad puede ser muchas cosas positivas, pero este jamás es dolor.

“Nunca por encima de ti, nunca por debajo de ti, siempre a tu lado” – Walter Winchell

 

 

Soraya Vivancos Montero

Psicóloga.

Psicóloga de We Doctor

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