Una de las consecuencias del Covid-19, ha sido la llegada del teletrabajo… deseada por algunos, odiada por otros.
Más allá de que nos guste o no esta nueva manera de trabajar, es una realidad que ha llegado hasta nosotros y que podemos aprovechar para conocernos más y aprender a vivir conscientemente.
Sé que la vida es complicada y que en ocasiones mantener el equilibrio entre la vida personal y profesional es difícil, especialmente cuando ambas facetas vitales se unen y se desarrollan en un mismo espacio. ¿Quiere esto decir que es imposible adaptarse al teletrabajo?
Mi respuesta es un rotundo no, no es imposible. Siempre podemos adaptarnos, siempre podemos modificar aquello que ya no encaja con quienes somos y lo que necesitamos. Y en ocasiones aquellas cosas que nos hacen sentir incómodos, son la excusa perfecta para conocernos mejor (saber lo que queremos y lo que no) y también nos ayuda a cambiar aquellas rutinas que no nos ayudan.
Hoy quiero darte algunas pautas muy prácticas para que puedas trabajar y vivir en un mismo lugar sin perder la cabeza. Allá vamos…
Espacios donde vivir y trabajar… Uno de los problemas que podemos tener es asignar diferentes espacios a nuestra vida personal y de ocio y a la vida profesional. Sé que algunas casas son pequeñas y no se dispone de una habitación que pueda ser un despacho, pero eso no es excusa para usar tus espacios de una manera consciente. Algunos consejos que puedes aplicar desde hoy mismo son…
- Te recomiendo trabajar en una mesa y sentado en una silla donde puedas mantenerte erguido y atento.
- Evita trabajar desde el sofá. El sofá es muy cómodo y a veces nos abraza fuerte, lo que nos descentra.
- Intenta estar en una habitación bien iluminada y donde haya silencio para poder concentrarte.
- Si vives en una ciudad y el ruido de la calle te molesta, escucha música relajante o sonidos de naturaleza que te ayuden a centrarte y a sacar toda tu creatividad.
- Es importante que definas un lugar donde trabajarás para que sepas que ese es tu despacho (puede ser en el salón, en tu habitación o en la sala de estar), pero cuando acudas a ese lugar, tu mente debe identificar que tu jornada laboral comienza.
El dilema de la ropa: ¿me visto o me quedo en pijama?… este es el gran dilema del teletrabajo cuando nadie nos ve. Mi primer consejo es que no te quedes en pijama… ¿acaso irías en pijama a tu oficina? Si tu respuesta es “No”, tampoco trabajes en pijama en casa. Algunas cosas que puedes hacer a este respecto, son:
- Puedes ponerte un chándal o ropa de sport que te haga sentir có
- Tu mente necesita saber que estás trabajando, no pasando el rato frente al ordenad
- Te aconsejo que tus rutinas diarias de ducha y arreglo personal, se mantengan como habitualmente.
- El pijama es como el sillón… es muy cómodo y calentito pero nos confunde al pensar que si estamos en casa con el portátil, estamos haciendo algo intermedio entre trabajar y descansar.
El arte de planificar… Cuando trabajas desde casa, es muy importante que fijes unos horarios de trabajo y otros de ocio o descanso. Si no tienes claros tus horarios diarios y semanales, te sentirás perdido y el teletrabajo se convertirá en un monstruo del que huir. Algunas pautas que puedes seguir, son:
- Rellena una tabla como la que te muestro a continuación, donde indiques lo que harás por horas.
- Recuerda reservarte tiempo para comer y descansar.
- Plantea tu jornada laboral de tal manera que puedas conciliar el trabajo con tus responsabilidades personales.
- Te aconsejo que planifiques el momento de tus comidas, del trabajo y de tu tiempo libre.
- Tu mente necesita organización y rutinas para poder rendir adecuadamente.
- Marca una hora de inicio y fin de tu jornada laboral e intenta cumplirlo.
Llevo más de siete años trabajando desde casa y estos últimos meses he tomado la saludable rutina de rellenar una tabla como esta cada semana. Desde que lo hago, siento que aprovecho mejor mi tiempo y que me centro más al saber las tareas pendientes que tengo que realizar. Te propongo que tú también lo uses.
Conciliar en tiempos de teletrabajo… Para poder conciliar de manera óptima, debes ser muy organizado y planificar muy bien tus jornadas laborales. Por eso te animo a rellenar la tabla que he incluido arriba. El trabajo es importante, pero tu vida personal también lo es… no lo olvides.
A la búsqueda de momentos de relax… Sé que tal vez más que una búsqueda, te puede parecer una cacería porque los momentos para relajarte y volver a ti mismo, se han esfumado. Las causas son muchas: desde no poder tener la vida social que solías tener, pasando por sentirte encerrado en casa todo el día, hasta el hecho de que tus responsabilidades parecen haberse multiplicado.
Los momentos de relajación y espacios que te ayuden a encontrarte contigo mismo, no van a llegar a ti libremente… tienes que buscarlos de manera activa, en ocasiones incluso tienes que planificarlo. Algunas pautas que puedes seguir, son:
- A lo largo de la jornada laboral, haz breves descansos de 10-15 minutos para tomarte una taza de té, respirar conscientemente o salir a la terraza a tomar un poco el sol.
- Resérvate el fin de semana para ti, o al menos la mañana del sábado o domingo para descansar, caminar, meditar, salir a la naturaleza, leer o hacer aquella actividad que te ayuda a desconectar.
- Intenta tener al menos una hora al día para desconectar de tu trabajo y hacer alguna actividad que marque el fin de la jornada (meditar, cocinar, hablar con tus seres queridos, jugar con tus hijos…).
Teletrabajando conscientemente… Trabajar de esta manera, también supone aprender a desconectar del trabajo. Sé que es más complicado cuando trabajas desde casa porque el portátil lo tienes a mano, tal vez te lleguen correos en horario fuera de la jornada laboral o incluso tengas una avalancha de trabajo. Las fronteras entre tu vida personal y la profesional se han difuminado y no sabes qué hacer para desconectar de tus responsabilidades laborales.
Hay una técnica que te puede ayudar a desconectar de tu trabajo… es muy sencillo, tan solo consiste en que habilites un cajón, una caja o la parte de un armario de tu casa, donde puedas guardar todas las cosas que usas para teletrabajar y así no tener a la vista las herramientas laborales. Al tiempo que guardas todas estas cosas, puedes imaginar que con ello, guardas también tus preocupaciones y temas pendientes.
Una vez que cierres el lugar donde has guardado todo, siente cómo vuelves a ser tú mismo, para ello toma tres respiraciones profundas y comienza alguna actividad que te ayude a ser consciente de tu vida personal.
Respirar y volver al presente… Mi gran consejo es éste… respira… Pero respira de manera consciente, observando cómo el aire entra y sale de tu cuerpo, la manera en que tu abdomen se infla y desinfla con cada inspiración y espiración, dejándote fluir con la relajación profunda que sientes cuando te conectas a ti mismo, a tu cuerpo, a la respiración.
Y para que te resulte un poco más sencillo respirar y vivir conscientemente, te regalo una breve meditación. Puedes descargarla desde aquí: http://cuidado-psicologico.es/meditacion-3-anclas/
Recuerda… puedes teletrabajar conscientemente… depende de ti…
Elena Alameda Jackson
Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Especialidad en Psicología Clínica y de la Salud. Máster en Psicooncología por la Universidad Complutense de Madrid.
Psicóloga habilitada para ejercer actividades sanitarias en todo el país. Experiencia profesional en Psicología Online, Formación a Profesionales y Colaboradora de la editorial Formación Alcalá.
Página web: https://cuidado-psicologico.es/
Psicóloga de We Doctor
Solicitud de consulta online con Elena: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/3080192