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Este virus ha llegado de manera inesperada, cambiando nuestra vida al completo. Muchos dirán que es una gran crisis, que es un desastre para toda nuestra vida. Yo opino de manera diferente, yo creo que el coronavirus nos está dando la oportunidad de re-conectar con nuestra propia humanidad, nos permite vivir en el presente, tarea nada sencilla cuando la vorágine de la vida nos conduce por caminos que ya conocemos.

Siempre he pensado que los malos momentos y las crisis, tienen un poder enorme para transformar nuestras vidas, pues nos permiten tomar las riendas de nuestra vida en lugar de dejar que continúen su camino de manera automática. Esta crisis, como muchas otras que hemos vivido y viviremos, nos ayuda a evolucionar, a crecer, a ver la vida de una manera alternativa. Por eso creo que este virus es la semilla de un cambio que nace en tu interior, es la semilla que cambiará toda tu vida si te abres completamente a esta experiencia.

Creo que esta situación que estamos viviendo ahora, es ideal para adentrarnos en la magia del presente, de la atención plena. Si lo piensas, los grandes monjes budistas viven aislados y es precisamente en esas situaciones donde podemos desarrollar nuestra más profunda espiritualidad, es cuando tenemos más tiempo para reflexionar, para estar con nosotros mismos y nuestros seres queridos… muchos dirán que es una situación insoportable… yo creo que es la situación ideal para hacer cambios profundos, para crear la vida interior que realmente deseas.

La práctica de la atención plena nos ayuda a vivir en el presente, en este momento exacto en que tomas aire y lo expulsas, en este instante de la vida donde puedes sentir tu cuerpo, donde sabes que en tu interior todo va bien, a pesar del caos del mundo que existe fuera de ti. Lo que propone mindfulness, es experimentar el presente, el único momento que realmente podemos vivir. Al hacer esto, comenzamos a aceptar las experiencias que vivimos como parte del aprendizaje vital.

Tenemos el poder de escribir nuestra vida cada día, en base a decisiones tan sencillas como dejarnos llevar por el miedo o refugiarnos en nuestro amor, podemos angustiarnos con las noticias o podemos observar nuestra respiración calmada, sintiendo que en este instante de nuestra vida todo va bien. Podemos elegir entre el pánico o la gratitud, podemos sentir que la vida ha perdido todo el sentido o podemos imaginar la nueva vida que surge de esta situación difícil, de este reto que estamos viviendo toda la humanidad unida.

En el artículo de hoy quiero darte algunas pautas muy sencillas para que el aislamiento que ahora estás experimentando, lo puedas vivir desde la calma y serenidad, desde el presente y tu propia respiración… Allá vamos…

  • Respira… Sé que te puede sonar raro que te diga que respires, pero has de saber que la respiración es el hilo que te une al presente y a tu cuerpo. Cuando observas tu respiración calmada, creas una burbuja de serenidad a tu alrededor, acallando las noticias que vienen de fuera, acallando el diálogo que tienes contigo mismo, reduciendo la intensidad de tus emociones. La clave es respirar conscientemente, en el presente. Tal vez te estés preguntando cómo puedes hacerlo…. Bien, a continuación te muestro un pequeño ejercicio de respiración consciente que puedes practicar desde ya mismo:

Muy amablemente, guía tu atención a la respiración… atiende a la expansión de tus pulmones y de la caja torácica y a la manera en que tu abdomen empuja hacia fuera… Respira a tu propio ritmo, no te fuerces en hacer inspiraciones más profundas de lo habitual en ti… Respira naturalmente… sintiendo los movimientos de la inhalación y exhalación… Siente el ligero ir y venir de tu respiración, introduciendo aire fresco en tus pulmones a través de la nariz… y expulsando el aire que ha usado tu cuerpo para mantenerte consciente en el aquí y ahora… Siente cómo el ritmo calmado de tu respiración te recuerda a una marea eterna, cada inspiración es una ola, cada espiración otra ola más que profundiza tu calma y bienestar…

Al centrarte solo en tu respiración, puedes sentir que tu atención se enreda en pensamientos o emociones que experimenta tu mente… no pasa nada… esa es la función de la mente… pero cada vez que sientas que los pensamientos o emociones te distraen, quiero que imagines que son nubes esponjosas que se van por sí solas cuando no te aferras a ellas… Cada vez que sientas que te has distraído, recuerda volver a tu respiración, de modo que el aire que inhalas y exhalas, te ayude a que esas nubes de tu mente fluyan… se alejen… los pensamientos vienen y van cuando no nos aferramos a ellos… desaparecen por sí solos… Siente esta profunda sensación de apertura y aceptación hacia ti mismo… Durante unos minutos, tan solo observa tu cuerpo y tu mente… fluye con el aire que introduces y expulsas de tu cuerpo…

 

  • La vida fluye… todo pasa, nada permanece… Una de las grandes enseñanzas del budismo, es que la vida es impermanente, nada dura para siempre. Sé que en la situación en que estamos inmersos ahora mismo, puede parecer que el tiempo se alarga eternamente, que hemos perdido el control total de nuestra vida. Lo cierto es que esto también pasará, también desaparecerá. La clave es aceptar la vida tal y como es y sacar provecho de esta experiencia, reflexiona sobre cómo deseas que sea tu vida a partir de ahora, piensa en esa afición que siempre te ha apasionado y busca información para saber si puedes vivir de ella, mira a tu alrededor, a tu familia, a tus seres queridos… Siente el amor que hay en ti, aprovecha el aislamiento para re-conectar contigo mismo y con tus seres queridos.

 

  • Sé consciente de lo que haces en cada instante… De eso trata la atención plena, de vivir conscientemente, de observar nuestro cuerpo y mente, de saber lo que hacemos y cómo lo hacemos. Como dice Thich Nhat Hanh, cuando respiramos, somos conscientes de que respiramos, cuando nos aseamos, somos conscientes de que nos aseamos, cuando hablamos, somos conscientes de que hablamos. Trae tu atención de vuelta al ahora, al presente, a tu propio cuerpo. Hoy, cuando te laves los dientes, observa toda esta experiencia, observa la fuerza de tu mano al tomar el cepillo, el olor de la pasta de dientes, el movimiento de abrir la boca, los movimientos que realices para llegar a todos los dientes, siente también cómo te enjuagas la boca y la sensación de limpieza que sientes. Esto lo puedes hacer con cualquier otra actividad.

 

  • La humanidad compartida… Todos somos uno y lo mismo, cuando ayudamos a otra persona, en realidad estamos ayudando a toda la humanidad que habita este planeta. Un gesto tan sencillo como sonreír o salir a aplaudir el magnífico trabajo que realizan los profesionales de la sanidad, los reponedores, los cajeros, los transportistas, es capaz de transmitir amor y gratitud, modificando la vibración de un país entero, del mundo entero. Vibra alto, siente amor, compasión, gratitud, esperanza y serenidad, estas emociones viajan más allá de tu piel, se transmite silenciosamente a tu alrededor.

Estos pequeños consejos creo que te ayudarán a comenzar a vivir este aislamiento obligado como una oportunidad para evolucionar, crecer y convertirte en la persona que deseas ser.

 

Elena Alameda Jackson

Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Especialidad en Psicología Clínica y de la Salud. Máster en Psicooncología por la Universidad Complutense de Madrid.

Psicóloga habilitada para ejercer actividades sanitarias en todo el país. Experiencia profesional en Psicología Online, Formación a Profesionales y Colaboradora de la editorial Formación Alcalá.

Psicóloga de We Doctor

Solicitud de consulta online con Elena: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/3080192