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Un día me vino una idea a la cabeza, o casi una propuesta que era necesaria generar y empecé a buscar sanitarios por Redes Sociales.

Probablemente, llevar a cabo una conversación telefónica con una persona desconocida de la cuál no conoces casi nada, sólo su rigor profesional en Redes Sociales y su gran trabajo diario, puede llegar a resultar de lo más sorprendente y grato. Donde tú tenías vergüenza, respeto, o incluso algo de miedo; todo terminaba en un “seguiremos hablando porque me gusta la idea” o en un “cuéntame” o en “¿qué tipo de proyecto es?” o en “lo que pueda, cuenta conmigo” o en un “sí claro” o incluso en un “¿cuándo empezamos?”.

Alguien me llegó a decir, “sólo tengo unos minutos” y tras ponerme a hablar ese momento terminó en más de media hora de coloquio, lluvia de ideas, respeto mutuo, e incluso alguna que otra carcajada o dudas convertidas en sorpresas. Hubo en contraposición, algunas negativas y mensajes sin respuesta, claro está. Pero, por otro lado, repentinamente todo llegaba a convertirse en una cadena de contactos llenos de ilusión y sorprendentes. Resultaba que  alguien contactaba con una amistad o con un conocido y éste a su vez hacia lo mismo. Transcurrieron los meses, y lo que sólo era una idea más o menos centrada, se convertiría en un proyecto dentro de una casa que en un momento inesperado se llegó a quedar vacía. Una inquietud, junto a unas inmensas ganas de hacer algo en ese momento y guiado por mi vehemencia y la incomprensión por determinadas situaciones diarias que me llevó hasta aquí.

Pero lo cierto es que todos los que empezaron y no pudieron seguir, en cierto modo, son culpables de que ahora mismo exista un proyecto como éste. Poco a poco cada uno fue aportando una parte de ellos, sumando así hasta un nombre. Algo muy pequeño, un día se convirtió en una auténtica realidad. Con muchos de esos compañeros de viaje había ya tenido la suerte de compartir proyectos o incluso les había mareado con alguna idea. Fueron sólo segundos para pedirles entrar en algo nuevo. ¡Jolines! que ilusión al aceptar unirse a la iniciativa.  Era tanta su confianza y ganas de colaborar para el cuidador y el profesional que en ningún momento se gestó ningún atisbo de duda. A muchos que no conozco en persona, sé que puede que los busque algún día, para verles y decirles “gracias por ser como eres”.

“¡Hola! ¿Cómo estás?, perdona que te moleste, mi nombre es Ishoo y soy de Tenerife, tengo una idea en la cabeza y me gustaría contártela si no te importa…” Así empezaba cada conversación. Desde ahí la historia es corta y muy intensa, un trabajo diario, lleno de motivación y pasión, sin querer recibir nada a cambio, aun teniendo mucha vida laboral y personal cada uno, con una dedicación en momentos casi exclusiva dejando apartados estudios y tareas, han hecho que hoy exista un equipo lleno de grandes personas que aman su profesión y quieren lo mejor para el paciente.

La idea de este proyecto es generar contenido útil para pacientes y cuidadores, sabedores que en el océano de Internet es difícil navegar y muy fácil perder el norte. Nuestra idea es aportar luz en el camino, guiar y acompañar para que todo resulte más sencillo a nuestros pacientes y sus familiares. Todos nosotros tenemos un espíritu de servicio que nos mueve en nuestras respectivas profesiones y divulgar es una faceta más, profundamente facilitadora y enriquecedora para todos.

Os puedo contar que casi ninguno nos conocemos mutuamente, muchos de nosotros sólo por Redes Sociales. Aun así, sabemos que hemos generado una amistad inimaginable hace tan sólo siete meses. Todo por confiar en una locura. La locura de un chico que lo único que quería era plasmar una idea junto a personas que admiraba y respetaba. Ellos le dieron ilusión y fe, pero, sobre todo, le regalaron una casa que, al quedarse vacía, la llenaron de flores y de color.

Quién nos lo iba a decir. Hoy nos llamamos JuntosXTuSalud. (@juntosxtusalud)

 “A veces tienes que vivir esa situación, para saber en quien confiar, conocer a esa persona y ver su valor humano”

 

 

Autores: Virginia Ruiz (@roentgen66)  Licenciada en Medicina y Cirugía. Oncóloga radioterápica.

 Ishoo Budhrani (@ishoobudhrani) Licenciado en Farmacia y miembro fundador de JuntosXTuSalud.

 

Miembros del equipo:

Gloria Colli Lista. (@gmcolli Licenciada en Medicina y cirugía. MIR de Pediatría.

M.Paz Pellús García. (@Maypa) Licenciada en Farmacia. Máster marketing farmacéutico, cosmético y dermofarmacia.

Rebeca Cuenca Velasco. (@BkCuenca) Licenciada en Farmacia. Especializada en nutrición y dermofarmacia.

Irene González Orts. (@boticonsejos) Licenciada en Farmacia. Máster en gestión de farmacia y atención farmacéutica.

Alejandro de Anca Escudero. (@Alexdeanca) Graduado en Farmacia. Graduado en Nutrición y Dietética.

Patricia Báez Báez. (@BaezBaezP) Diplomada Universitaria en Enfermería. Grado en Enfermería. Máster en Enfermería escolar.

Ana Teresa Jódar Peña. (@farmandarina) Licenciada en Farmacia. Máster en Atención Farmacéutica Comunitaria. Especialista en Ortopedia.

Lorena Hernández Hernández. (@Lorenahx2) Trabajadora Social. Máster de Intervención Social en las Sociedades del Conocimiento.

Concepción Gómez Jorge. (@conchigom) Licenciada en Medicina y Cirugía. MIR en Cirugía Plástica, reparadora y estética. Máster universitario de Medicina de Urgencias y de Patología Mamaria.

Begoña Martín Fernández. (@BegoMaFe) Doctora, Máster y licenciada en Farmacia. Máster y Grado en química.

Elisa Miguel Gil. (Farmaelisamagaz) Graduada en Farmacia. Graduada en Nutrición Humana y Dietética.

Abian Montesdeoca Melián (@abianmm) Licenciado en medicina y Cirugía. Médico especialista en Pediatría.

Susana Palacios Vinagre (@spalacios123) Licenciada en Psicología. Máster en Salud mental y social.

Vicente Vázquez Zarza (@Vicentedietista) Graduado en Nutrición Humana y Dietética, Diplomado en Enfermería.

María Zamora Arjona (@Maria_EIR16) Enfermera en Geriatría, Postgrado en cuidados paliativos y Máster en Nutrición y Dietética.

 

DEFINICIÓN DEL USO RACIONAL DEL MEDICAMENTO

Todos tenemos en casa un pequeño botiquín, un cajón o armarito donde guardamos  nuestras medicinas junto con material de curas. Pero en ocasiones, este botiquín se convierte en auténticas minifarmacias caseras, donde se reúnen pomadas, pastillas, cápsulas, jarabes, ampollas, fórmulas magistrales, etc.

Está bien tener un pequeño espacio en el que guardemos medicamentos, sin embargo, se convierte en un problema cuando la cantidad de fármacos y su uso pasan a ser excesivos e inútiles. Provocando además, tomas inadecuadas, errores por confusión, ingestión de caducados o incluso, en manos de niños, intoxicación.

Luego entonces, nos conviene saber qué es el uso racional del medicamento y cómo llevarlo a cabo.

La OMS define el uso racional del medicamento como: “Los pacientes reciben la medicación adecuada a sus necesidades clínicas, en las dosis correspondientes a sus requisitos individuales, durante un período de tiempo adecuado y al menor coste posible para ellos y para la comunidad ”.

¿Qué significa esto?, entremos en detalle:

  • Medicación adecuada a las necesidades clínicas: el medicamento recetado es para una patología concreta, tiene una indicación determinada, no vale para otro problema de salud. Si te mandaron un antibiótico para una infección, no vale para un simple dolor de garganta.
  • Dosis correspondientes a sus requisitos individuales: a cada persona, según su peso y teniendo en cuenta si tiene otras patologías, se le pauta una dosis ajustada del medicamento prescrito. Por tanto, no es correcto dar a otra persona tu medicamento de la forma que a ti te la indicaron, pues podemos cometer un error de dosificación.
  • Durante un periodo de tiempo adecuado: el médico y/o farmacéutico, te dirán durante cuántos días has de tomar el medicamento, respetando los días de tratamiento y evitando tomar más del necesario. El analgésico se toma durante el proceso doloroso, si desaparece este, no hace falta consumir toda la caja.
  • Al menor coste posible: reducir gasto innecesario es posible si desde las instituciones hasta la población hacemos un esfuerzo de ahorro. Si realmente no es necesario, no se debe recetar un medicamento porque alguien lo pida. Tampoco comprar en la farmacia aquellos medicamentos libres de receta con la excusa del “por si a caso”.

MEDICAMENTOS DE BOTIQUÍN

Como decía antes, es necesario tener un pequeño botiquín con material de cura y algunos medicamentos:

  • Antitérmicos, analgésicos y antiinflamatorios: fármacos que bajan la fiebre, que alivian un dolor e incluso que disminuyen una inflamación. De primera elección será el Paracetamol y en segundo lugar el Ibuprofeno. También es muy común tener la Aspirina de toda la vida.
  • Jarabes antitusígenos y expectorantes: para calmar la tos y aliviar mucosidad.
  • Antihistamínicos: en caso de reacciones alérgicas ya diagnosticadas o picaduras de insectos.
  • Medicamentos de uso crónico personal.

Por supuesto, todos ellos habiéndose prescrito por el médico o dispensado bajo el consejo del farmacéutico, sabiendo que la persona que lo va a tomar no es alérgica a ello y por edad y clínica pueden tomarlo.

Sin embargo, hay otros medicamentos que debemos desechar al Punto Sigre de la farmacia:

  • Antibióticos.
  • Colirios y pomadas oftálmicas.
  • Tratamientos tópicos.
  • Todos aquellos que hayan superado su fecha de caducidad: tanto los excipientes como el propio principio activo una vez alcanzada esta fecha sufren deterioro y pierden eficacia, además de poder provocar reacciones alérgicas.

LOS ANTIMICROBIANOS

Entre los medicamentos antimicrobianos que más usamos están los antibióticos y antifúngicos, para tratar infecciones por bacterias y por hongos respectivamente.

Los antimicrobianos están dentro del grupo de los medicamentos que solo se deben administrar durante un tiempo determinado por el médico, es decir; si quedan restos en casa, no se pueden tomar sin haber consultado antes.

El problema de su mal uso o abuso, es la resistencia a los antimicrobianos.

La OMS nos advierte, que dicha resistencia está provocando que infecciones hasta ahora fáciles de curar con antibióticos se están volviendo complicadas de tratar puesto que las bacterias han aprendido a resistir los antibióticos usados. Tanto es así, que ya no solo empeora la clínica de la enfermedad, sino que alarga el tratamiento y hay que utilizar otros antibióticos con mayores efectos secundarios y más costosos.

De esta manera, infecciones bacterianas tan frecuentes como respiratorias e intestinales; y las infecciones fúngicas, están teniendo serios problemas para tratarse y pueden volverse incontrolables provocando aumento de mortalidad en patologías que eran sencillas de tratar.

Debido a la amenaza hacia la salud que supone la resistencia a antimicrobianos, en la 68ª Asamblea Mundial de la Salud (Mayo del 2015) los estados miembros aprobaron un plan de acción mundial para hacer frente a la resistencia de los antimicrobianos.

Este problema existe, el mal uso de antibióticos y antifúngicos es real. Os puedo decir, que todos los días en la farmacia hay alguien que pide estos medicamentos sin receta, para tomarlos por su cuenta. Por supuesto, no los dispensamos sin receta médica porque es el médico quien determina si es necesario y qué antimicrobiano es el adecuado.

CONSEJOS DEL BUEN USO DEL MEDICAMENTO

Como verás, el uso racional de los medicamentos no es un tema superfluo, sin importancia. Y para llevarlo a cabo estos consejos nos vienen muy bien:

  • La farmacia es el canal autorizado para la compra de medicamentos bajo la prescripción médica o el consejo farmacéutico.
  • Debemos conocer la indicación, dosis y duración antes de aplicar o administrar un fármaco, en caso de dudas, hay que preguntar al farmacéutico.
  • Los medicamentos y sus envases de tratamientos retirados o caducados hay que depositarlos en el Punto Sigre de la farmacia, no se deben tirar a la basura.
  • Los medicamentos deben estar fuera del alcance de niños y personas dependientes por ciertas patologías (demencia, Alzheimer…).
  • Guardar envases en lugares correspondientes: ambiente seco y temperatura adecuada (nevera o ambiente) e incluso algunos resguardados de la luz.

Ya tenemos todo de nuestra mano para hacer un uso racional del medicamento. Cualquier duda, tienes disponible una gran red de médicos y especialistas, también cerca de ti siempre hay un farmacéutico dispuesto a aclarar tus dudas y ayudarte.

 

Soy Rebeca Cuenca Velasco, farmacéutica adjunta, especializada en nutrición y dermofarmacia. Mi objetivo es promover la salud del paciente detrás del mostrador de la farmacia y a través de RRSS (Twitter, Instagram, Facebook) y sobre todo escribiendo en el Blog de FarmabekaTambién miembro del equipo multidisciplicar JuntosXTuSalud.