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¿Recuerdan aquel anuncio de 1998, al terminar el monopolio de las comunicaciones en España, cuando una nueva compañía mostraba al veterano actor José Luis López Vázquez librándose de su encierro en la vieja cabina en que le había dejado atrapado Mercero en 1972? El Tema “I gonna be – 500 miles” de los gemelos escoceses Charlie y Craig Reid (The Proclaimers) hizo el resto, dentro de una campaña sensacional, como pocas se han visto.

Ciertamente Internet lleva muchos años ya desarrollándose y son muchas las mentes preclaras que están aportando sus granitos de arena, algunas incluso desiertos enteros. Pero cual mancha de aceite, sus efectos van dispersándose por todas las ramificaciones.

La prudencia, la cautela, el sosiego han de ser necesarios compañeros de viaje para no dar pasos en falso, pues, en según qué materias, un paso erróneo podría ser fatal para futuros avances y representar incluso hasta el fin del proyecto. Este es el caso del progreso en la comunicación sanitaria entre médicos y pacientes de modo telemático.

La ética médica tradicionalmente se ha basado en el trato directo entre doliente y quien le sane. Así vista, oído, tacto y olfato de todo profesional de la salud, junto a su experiencia, pericia y recursos se ponen en juego para tratar a la persona afectada, buscan a poder ser, su curación plena y, si no es posible, al menos el alivio.

Las distancias siempre han sido un obstáculo para lograr estos últimos fines, resultando fatal cuando la enfermedad llegaba a quien más aislado estaba y donde tarde, mal y nunca pudiera llegar un médico. Tampoco las comunicaciones ayudaban, dada su precariedad, cuando no su inexistencia. Merece la pena recordar en este inciso el apoyo y asesoramiento a distancia que recibían los marineros en alta mar

Hoy, a casi dos décadas de haber iniciado nuevo siglo, nuevo milenio, vivimos la era de las comunicaciones, tanto de transportes varios, como de paquetes, mensajes, conversaciones, etc. Todo ello ha cambiado sustancialmente nuestra forma de interrelacionarnos. Lo que antaño veíamos solo en los relatos de ciencia ficción, hoy es una realidad que va in crescendo en eficacia y celeridad.

Ya no es materia ilusoria, ni ficticia, es una realidad. Ya lo decía el maestro Bretón en “La Verbena de la Paloma”, que «Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad» y gracias a un sencillo terminal telefónico, en el que previamente se ha descargado un software que ha dejado en denominarse como aplicación.

Gracias a las aplicaciones podemos leer las noticias que más nos interesan, comunicarnos con miles de lectores de todo el orbe, leer un libro, conocer con exactitud cuándo llegará el transporte que esperamos, ayudarnos en la cocina con las mejores recetas, reconocer nuestras canciones preferidas, orientarnos espacialmente en cualquier ciudad del mundo, y un sinfín de propuestas que crece por momentos y se desarrolla ad infinitum.

Podemos ver a nuestro interlocutor, intercambiar en el acto toda clase de documentos escritos y fotográficos, podemos reproducir en 3D algo que está en la otra parte del mundo, podemos ser operados por un cirujano que está en nuestras antípodas, pueden controlar nuestro pulso cardíaco desde una aplicación…

La salud no iba a escapar al mercado de ofertas cibernéticasprecisamente por lo mucho que ha progresado nuestra sociedad, restándonos tiempo hasta para controlar nuestro propio bienestar, pues no hallamos el momento de escaparnos para una revisión a nuestra consulta de referencia, bien por horarios laborales muy apretados, bien por listas de espera muy prolongadas, bien por distancias insalvables en según qué momentos…

Vivimos apremiados por lo rápido que va todo, casi sin percatarnos de que se nos escapa la vida, solo que cuando queremos cogerla puede que ya sea demasiado tarde. Por eso se va abriendo paso una nueva forma de comunicarse con los pacientesque incorpora tres criterios imprescindibles: Facilidad, comodidad y rapidez, entre otras muchas facultades.

Me refiero a la comunicación ON-Line que acelera los procesos básicos, aproximando a médico y paciente sin necesidad de recorrer distancias imposibles, y especialmente recomendado para ciertas patologías de menor impacto, que cercenan nuestras capacidades y disposiciones físicas, el simple intercambio telefónico es cada vez más frecuente, y si incorpora la imagen permite la interacción deseada en lo diagnostico y en lo empático.

Pero también, pueden poner sobrealerta al sistema sanitario cuando se identifique un problema de mayor calado o difusión que sea inabarcable por esta vía. Incluso en ese momento, pueden incorporar dichas aplicaciones mecanismos de aviso urgente (alertas alimentarias, epidemiológicas, etc.) para traslados inmediatos a centros hospitalarios donde se haga necesaria la relación presencial, pero gracias a que previamente se ha agilizado el proceso por medio de esta nueva fórmula de comunicación.

“El futuro ya es presente y no podemos ni debemos cerrarle ninguna puerta.”

La salud no podía quedarse atrás como una rémora del pasado, sino evolucionar con las nuevas necesidades que se plantean. Quién sabe si pasado mañana los propios profesionales de la medicina seremos suplantados por robots capaces de reconocer billones de opciones a partir de los indicios de que sienta el paciente (procesar todos esos datos mediante aplicaciones de análisis del Big Data).

Paradójicamente, para introducir todos los datos y después procesarlos olvidamos la mirada, cambiamos el tono y la postura y, solo después, comprendemos el alejamiento de la persona sufriente. Hasta ese día seguiremos humanizando el trato y empatizando con los pacientes tras haber adelantado camino gracias a la salud digital.

 

 

Dr. Alfonso Vidal.

Jefe de la Unidad de Dolor del Hospital Quirónsalud Sur

Prof. Anestesiología de la Universidad Complutense de Madrid. #eHealth #mHealth

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https://www.facebook.com/Dr.AlfonsoVidal

Médico de We Doctor.

Solicitud de consulta online con Alfonso: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/1048583

Un día me vino una idea a la cabeza, o casi una propuesta que era necesaria generar y empecé a buscar sanitarios por Redes Sociales.

Probablemente, llevar a cabo una conversación telefónica con una persona desconocida de la cuál no conoces casi nada, sólo su rigor profesional en Redes Sociales y su gran trabajo diario, puede llegar a resultar de lo más sorprendente y grato. Donde tú tenías vergüenza, respeto, o incluso algo de miedo; todo terminaba en un “seguiremos hablando porque me gusta la idea” o en un “cuéntame” o en “¿qué tipo de proyecto es?” o en “lo que pueda, cuenta conmigo” o en un “sí claro” o incluso en un “¿cuándo empezamos?”.

Alguien me llegó a decir, “sólo tengo unos minutos” y tras ponerme a hablar ese momento terminó en más de media hora de coloquio, lluvia de ideas, respeto mutuo, e incluso alguna que otra carcajada o dudas convertidas en sorpresas. Hubo en contraposición, algunas negativas y mensajes sin respuesta, claro está. Pero, por otro lado, repentinamente todo llegaba a convertirse en una cadena de contactos llenos de ilusión y sorprendentes. Resultaba que  alguien contactaba con una amistad o con un conocido y éste a su vez hacia lo mismo. Transcurrieron los meses, y lo que sólo era una idea más o menos centrada, se convertiría en un proyecto dentro de una casa que en un momento inesperado se llegó a quedar vacía. Una inquietud, junto a unas inmensas ganas de hacer algo en ese momento y guiado por mi vehemencia y la incomprensión por determinadas situaciones diarias que me llevó hasta aquí.

Pero lo cierto es que todos los que empezaron y no pudieron seguir, en cierto modo, son culpables de que ahora mismo exista un proyecto como éste. Poco a poco cada uno fue aportando una parte de ellos, sumando así hasta un nombre. Algo muy pequeño, un día se convirtió en una auténtica realidad. Con muchos de esos compañeros de viaje había ya tenido la suerte de compartir proyectos o incluso les había mareado con alguna idea. Fueron sólo segundos para pedirles entrar en algo nuevo. ¡Jolines! que ilusión al aceptar unirse a la iniciativa.  Era tanta su confianza y ganas de colaborar para el cuidador y el profesional que en ningún momento se gestó ningún atisbo de duda. A muchos que no conozco en persona, sé que puede que los busque algún día, para verles y decirles “gracias por ser como eres”.

“¡Hola! ¿Cómo estás?, perdona que te moleste, mi nombre es Ishoo y soy de Tenerife, tengo una idea en la cabeza y me gustaría contártela si no te importa…” Así empezaba cada conversación. Desde ahí la historia es corta y muy intensa, un trabajo diario, lleno de motivación y pasión, sin querer recibir nada a cambio, aun teniendo mucha vida laboral y personal cada uno, con una dedicación en momentos casi exclusiva dejando apartados estudios y tareas, han hecho que hoy exista un equipo lleno de grandes personas que aman su profesión y quieren lo mejor para el paciente.

La idea de este proyecto es generar contenido útil para pacientes y cuidadores, sabedores que en el océano de Internet es difícil navegar y muy fácil perder el norte. Nuestra idea es aportar luz en el camino, guiar y acompañar para que todo resulte más sencillo a nuestros pacientes y sus familiares. Todos nosotros tenemos un espíritu de servicio que nos mueve en nuestras respectivas profesiones y divulgar es una faceta más, profundamente facilitadora y enriquecedora para todos.

Os puedo contar que casi ninguno nos conocemos mutuamente, muchos de nosotros sólo por Redes Sociales. Aun así, sabemos que hemos generado una amistad inimaginable hace tan sólo siete meses. Todo por confiar en una locura. La locura de un chico que lo único que quería era plasmar una idea junto a personas que admiraba y respetaba. Ellos le dieron ilusión y fe, pero, sobre todo, le regalaron una casa que, al quedarse vacía, la llenaron de flores y de color.

Quién nos lo iba a decir. Hoy nos llamamos JuntosXTuSalud. (@juntosxtusalud)

 “A veces tienes que vivir esa situación, para saber en quien confiar, conocer a esa persona y ver su valor humano”

 

 

Autores: Virginia Ruiz (@roentgen66)  Licenciada en Medicina y Cirugía. Oncóloga radioterápica.

 Ishoo Budhrani (@ishoobudhrani) Licenciado en Farmacia y miembro fundador de JuntosXTuSalud.

 

Miembros del equipo:

Gloria Colli Lista. (@gmcolli Licenciada en Medicina y cirugía. MIR de Pediatría.

M.Paz Pellús García. (@Maypa) Licenciada en Farmacia. Máster marketing farmacéutico, cosmético y dermofarmacia.

Rebeca Cuenca Velasco. (@BkCuenca) Licenciada en Farmacia. Especializada en nutrición y dermofarmacia.

Irene González Orts. (@boticonsejos) Licenciada en Farmacia. Máster en gestión de farmacia y atención farmacéutica.

Alejandro de Anca Escudero. (@Alexdeanca) Graduado en Farmacia. Graduado en Nutrición y Dietética.

Patricia Báez Báez. (@BaezBaezP) Diplomada Universitaria en Enfermería. Grado en Enfermería. Máster en Enfermería escolar.

Ana Teresa Jódar Peña. (@farmandarina) Licenciada en Farmacia. Máster en Atención Farmacéutica Comunitaria. Especialista en Ortopedia.

Lorena Hernández Hernández. (@Lorenahx2) Trabajadora Social. Máster de Intervención Social en las Sociedades del Conocimiento.

Concepción Gómez Jorge. (@conchigom) Licenciada en Medicina y Cirugía. MIR en Cirugía Plástica, reparadora y estética. Máster universitario de Medicina de Urgencias y de Patología Mamaria.

Begoña Martín Fernández. (@BegoMaFe) Doctora, Máster y licenciada en Farmacia. Máster y Grado en química.

Elisa Miguel Gil. (Farmaelisamagaz) Graduada en Farmacia. Graduada en Nutrición Humana y Dietética.

Abian Montesdeoca Melián (@abianmm) Licenciado en medicina y Cirugía. Médico especialista en Pediatría.

Susana Palacios Vinagre (@spalacios123) Licenciada en Psicología. Máster en Salud mental y social.

Vicente Vázquez Zarza (@Vicentedietista) Graduado en Nutrición Humana y Dietética, Diplomado en Enfermería.

María Zamora Arjona (@Maria_EIR16) Enfermera en Geriatría, Postgrado en cuidados paliativos y Máster en Nutrición y Dietética.

 

Wedoctor, nace en un momento en que las búsquedas relacionadas con temas médicos en Internet van en aumento. En los últimos años, están convirtiéndose en un medio clave para la localización y concertación de citas médicas, consultas o servicios personalizados.

No existe un líder de mercado que ofrezca una solución integral a esta demanda, que aporte la confianza necesaria y que explote el uso de las nuevas tecnologías para unos pacientes que se encuentran muy por delante en este sentido.

El paciente 3.0 es un consumidor altamente informado, socialmente conectado y no siempre preocupado por la seguridad de los datos que pone a disposición de otros, y altamente exigente en el servicio.

Este perfil tecnológico de los pacientes españoles se refuerza con el hecho de que tan solo un 24 % se siente ajeno a la revolución digital y reconoce adoptar los cambios de forma más lenta.

El liderazgo e involucración del consumidor español en el mundo digital viene en gran medida promovido por la alta penetración de dispositivos avanzados, como smartphones (84 % de penetración) u ordenadores personales (93 %), así como por un mayor interés por la mayoría de servicios digitales relacionados con la salud y otros sectores como la automoción y la navegabilidad, el hogar, la seguridad… (FUENTE: 100 perspectivas para mejorar el futuro del sector Salud, Fundación Economía y Salud, 2015).

La emergencia de nuevos perfiles de pacientes no solo está relacionada con el uso de la tecnología, sino también con la transformación de los flujos de información y comunicación entre pacientes, profesionales y organizaciones sanitarias.

En un informe de 2015 realizado en colaboración entre la Universitat Oberta de Catalunya Open Evidence, sobre salud e Internet, se analiza el estado actual del acceso y uso de las tecnologías de la información y la comunicación entre los usuarios de Internet en el ámbito de la salud a nivel global. Para alcanzar este objetivo diseñaron una encuesta online distribuida durante los meses de Octubre 2014 – Enero 2015 a través del sitio web de Doctoralia en ocho países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, Francia, Italia y México.

Según recoge el informe, el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación para temas relacionados con la salud es una realidad para la gran mayoría de los usuarios de Internet: el 90% declara haber utilizado está tecnología para la búsqueda de contenidos o servicios relacionados con su salud.

Si el uso de Internet es una realidad consolidada, los resultados de este estudio demuestran además la emergencia del uso de los teléfonos inteligentes (35%) así como de otros dispositivos “wearable” (14%). La combinación de los usos de estas tres tecnologías facilita la identificación de tres perfiles diferenciados:

  • Un primer grupo relacionado con aquellos usuarios de Internet que solo usan Internet. Este grupo es tradicionalmente conocido como ePacientes e incluye al 60% de la población encuestada.
  • El segundo perfil agrupa aquellos individuos que, además de Internet, disponen en un teléfono inteligente y/o tablet algún tipo de aplicación que les ayude a gestionar, medir o hacer seguimiento de temas relacionados con la salud, estilo de vida o bienestar. Este grupo lo hemos denominado como mPacientes y agrupan al 26% de la población encuestada.
  • El tercer grupo de usuarios está formado por aquellos individuos que además de las tecnologías anteriormente mencionadas también han utilizado algún tipo de dispositivo inteligente (brazaletes, relojes,…) que les ayude a gestionar, medir o hacer seguimiento de temas relacionados con la salud, estilo de vida o bienestar (ejercicio físico, dietas,…). A este grupo de usuarios lo hemos denominado wPaciente, donde la “w” pretende recoger el término “wearable”.

Desconocemos cómo será el modelo sanitario dentro de 25 años, pero si sabemos que desde ahora en adelante, cada vez estará más basado en la telemedicina, los tratamientos y consultas no presenciales y el acceso a profesionales e información en cualquier parte del globo.