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¿Qué es la gripe?

La gripe es una enfermedad infecciosa, causada por un virus, que provoca síntomas respiratorios, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares y cansancio.

Se contagia de persona a persona respirando pequeñas gotas de saliva de los estornudos y la tos de la persona infectada. También se puede contagiar al tener contacto con superficies que contienen gotas contaminadas si después nos tocamos la boca, la nariz o los ojos.

El embarazo es un periodo de la vida de la mujer en el cual el sistema inmunológico está más débil para poder mantener el embarazo. Hay que tener en cuenta que es un ser nuevo que tiene una mezcla de genes del padre y de la madre, para que el cuerpo no lo considere un “cuerpo extraño” y lo explulse, se debilita el sistema inmune.

Ante este proceso, es más fácil coger cualquier otra infección durante este periodo. Por eso las embarazadas se consideran grupo de riesgo de la gripe, y ésta puede complicarse más que en otro periodo de la vida. El diagnóstico de gripe durante el primer trimestre del embarazo se ha asociado a un aumento de malformaciones cardiacas, labio leporino y defectos del tubo neuronal. En el segundo y tercer trimestre se ha vinculado a un aumento del número de abortos, partos prematuros y una disminución del peso al nacimiento.

La infección por el virus de la gripe cursa de forma característica con “fiebre que se acompaña de malestar general, mialgias, cefalea, congestión nasal, molestias faríngeas, pérdida de apetito y/o tos seca”, enumera la neumóloga de La Princesa. En la mayor parte de los ocasiones estos síntomas ceden en una o dos semanas, sin embargo, en determinados grupos de riesgo, como las mujeres embarazadas, pueden desarrollarse complicaciones más graves como son la neumonía, sinusitis, otitis.

¿La gripe puede afectar al feto?

Las mujeres embarazadas que se infectan por el virus de la gripe pueden desarrollar complicaciones graves que afecten a su gestación, como son el aborto espontáneo o el parto prematuro, entre otras. En este sentido, “la prevención es fundamental y la vacunación es el método más eficaz, ya que disminuye el riesgo de gripe y sus complicaciones, protegiendo a la gestante y a su recién nacido hasta los 6 meses de edad”, indica Alonso. Izquierdo añade que la gripe no produce malformaciones fetales.

Recomendaciones para aliviar los síntomas durante el embarazo

  • El descanso es fundamental.
  • Medidas físicas, higiénicas (como el lavado de manos) y medicamentos.
  • Antitérmicos que bajen la fiebre. Es importante controlarla, siempre que sea superior a 38 grados, con analgésicos como el paracetamol.
  • Antitusígenos y expectorantes para la tos.
  • Analgésicos para el dolor muscular.
  • Beber abundantes líquidos para reponer lo que se pierde por la fiebre.

Posibles complicaciones de una gripe en el embarazo

El mayor riesgo para una mujer embarazada sucede en el segundo y tercer trimestre, que es cuando más se dan las temidas complicaciones de la gripe. Poniéndolo en números, el riesgo de que una mujer embarazada con gripe deba acudir al hospital por una complicación es ocho veces mayor que el de una mujer no embarazada. Si la mujer, además, padece otras enfermedades como asma, obesidad o diabetes el riesgo es aún mayor.

Síntomas de la gripe en el embarazo

Los síntomas que puede padecer una mujer embarazada si contrae la gripe son los mismos que los del resto de personas adultas:

  • Tos
  • Aumento de la mucosidad (Rinorrea)
  • Fiebre de 37,5ºC o más
  • Dolor de garganta
  • Pérdida de apetito
  • Otros síntomas: dolor de espalda, de cabeza, fatiga, vómitos y diarrea

¿Qué efecto tiene el Coronavirus sobre la mujer embarazada?

La información disponible sugiere que la mujer embarazada no tiene más riesgo de contraer la infección ni de desarrollar un cuadro grave de la enfermedad. Dado que es un nuevo virus, no hay muchas publicaciones científicas al respecto, pero se espera que una amplia mayoría de mujeres embarazadas experimentarán solamente leves o moderados síntomas.

Los síntomas severos o graves, como neumonía aparecen comúnmente en pacientes ancianos, aquellos con sistema inmunológico disminuido o pacientes con enfermedades crónicas.

Si estás embarazada, eres más vulnerable a adquirir infecciones que aquellas mujeres que no están embarazadas. Si además tienes una enfermedad de base, como asma, diabetes… puedes sentirte peor si tienes coronavirus.

Si desarrollas síntomas más graves o tu recuperación se retrasa en el tiempo puede ser un signo de que estés desarrollando infección pulmonar que requiera mayores cuidados. Si crees que tus síntomas empeoran o que no mejoras sensiblemente, deberías contactar con tus médicos o con las líneas de contacto que han habilitado las autoridades.

Síntomas de la infección por coronavirus:

¿Qué efecto tendrá el coronavirus sobre el bebé si te diagnostican la infección?

Dado que es un virus muy nuevo, estamos empezando a aprender sobre él. No hay evidencia que sugieran un aumento de los abortos o interrupciones de embarazo. Tampoco hay evidencia que el virus atraviese la barrera placentaria e infecte al bebé (transmisión vertical). En opinión de los expertos, se considera que es poco probable que el feto se vea afectado por la enfermedad. Así mismo se considera poco probable, si tienes el virus, que pueda causar anomalías fetales. No se ha observado ninguna en la actualidad.

Como estamos aprendiendo continuamente sobre el riesgo pre-término e infección coronavirus, está información deberá ser actualizada en el futuro.

¿Cómo puedo reducir el riesgo de contagiarme?

Con unas normas generales a seguir, como el resto de la población:

  • Quédate en casa y evita los contactos con otras personas de fuera del domicilio.
  • Haz sólo las visitas imprescindibles a los centros sanitarios, y como máximo, ve con un solo acompañante.
  • Evita el contacto con personas enfermas.
  • Si contactas con otras personas, mantén la distancia de seguridad mínima de un metro y medio.
  • Lávate las manos frecuentemente (con agua y jabón o soluciones alcohólicas).

¿Por qué las mujeres gestantes se incluyen en un grupo vulnerable o de riesgo?

Se sabe que las mujeres embarazadas experimentan cambios inmunológicos y fisiológicos que pueden hacerlas más susceptibles a las infecciones respiratorias virales, incluido COVID-19. Varios estudios revelaron que las mujeres embarazadas con diferentes enfermedades respiratorias virales tenían un alto riesgo de desarrollar complicaciones obstétricas y resultados adversos perinatales en comparación con las mujeres no grávidas, debido a los cambios en las respuestas inmunes.

¿Cómo tengo que actuar si creo que estoy infectada?

Si estás embarazada y notas:

  • Síntomas de un resfriado, como dolor de garganta, congestión o secreción nasal.
  • Tos seca continua.
  • Dolor muscular.
  • Dolor de cabeza.
  • Pérdida del sentido del gusto o del olfato.
  • Náuseas o vómitos.
  • Cansancio generalizado.

Ponte en contacto con tu médico de cabecera para que valore cuál es el problema y haga un diágnóstico diferencial sobre el COVID u otra patología.

¿Debo realizar mis visitas de control de embarazo?

Acudir a los controles del embarazo, antes y después del parto, es esencial para asegurar el bienestar y salud de tu bebé.

Si estás bien, debes acudir normalmente a tus controles antenatales. Si tienes síntomas o posible infección por coronavirus, deberías postponer las visitas de rutina hasta que el período de aislamiento finalice.

¿Cómo será mi parto, si estoy infectada por el coronavirus?

No hay evidencia de que no puedas dar a luz por vía vaginal, ni que una cesárea sea más segura para la madre y para el niño.

Si te has planteado un parto domiciliario, también se podrá realizar tomando las medidas básicas de precaución que dicta el ministerio de sanidad.

Así que la planificación del parto debería ser los más cercano a tus deseos.

Sin embargo, si las condiciones respiratorias de la madre empeoraran e influyeran en el bienestar fetal, debería acabarse urgentemente la gestación con la práctica de una cesárea.

No hay evidencia ni contraindicación en realizar una anestesia intra o peridural.

¿Puedo pasar el coronavirus a mi bebé?

No hay experiencia en cómo tratar a la mujer que acaba de dar a luz. Sin embargo no hay informes de ninguna embarazada infectada en el tercer trimestre de embarazo que haya pasado el virus a sus hijos antes del parto.

Normalmente al niño/a se le practicarán las pruebas para coronavirus.

¿Podré dar el pecho a mi bebé?

La lactancia materna no está contraindicada según la Sociedad Española de Neonatología, pero se recomiendan precauciones generales y el uso de mascarilla protectora. Con la lactancia le estás pasando a tu bebé inmunoglobulinas que le están ayudando a aumentar sus defensas.

 

Marina Fernández, Matrona.

Me dedico a la lactancia desde hace 18 años como asesora de lactancia y consultora internacional de lactancia.

Matrona de We Doctor

Solicitud de consulta online con Marina: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/5013510

¿Cómo preparar la vuelta al colegio?

Con la llegada del mes de septiembre damos por finalizadas las vacaciones de verano, las cuales han supuesto para nuestros hijos unos meses sin ir al colegio, teniendo en cuenta que debido a la situación sanitaria que estamos viviendo desde el mes de marzo a causa del Covid-19 se añaden unos meses más. Se termina un periodo intenso lleno de momentos agradables, de desconexión…mezclados con incertidumbre, por lo tanto, no debe extrañarnos que para muchos la idea de tener que volver al colegio no tenga mucho aliciente y se viva con dudas, ya que saben que se van a encontrar ante una nueva rutina escolar, y además algunos también se enfrentan a nuevos centros, nuevos compañeros, nuevos profesores …

No nos olvidemos que son niños con defensas emocionales diferentes a las nuestras, por este motivo; los padres (quienes somos el principal sustento emocional), debemos estar atentos para poder ayudarlos y comprenderlos de la mejor manera posible para que la vuelta a las clases sea lo más natural y relajada posible.

La actitud que nosotros mostremos más algunas pautas para animar a los pequeños y reorganizar sus rutinas serán de mucha ayuda.

¿Cómo podemos ayudarles?

Aquí os facilito unas pautas que considero básicas para que la vuelta al cole sea lo menos traumática posible para nuestros hijos.

Es importante que les demos ejemplo a nuestros hijos y no les transmitamos ideas negativas sobre la pereza que da volver a la rutina junto a la incertidumbre y el miedo por la situación sanitaria que estamos viviendo…

Pensemos que observan y imitan lo que decimos y hacemos, así que os recomiendo que resaltéis el lado positivo de la vuelta al colegio y de las actividades extraescolares tipo: “verás de nuevo a tus amigos”, “aprenderás cosas nuevas”…

Si durante el verano los niños han realizado algunos deberes o han leído, la vuelta a la normalidad les resultará menos costosa porque su rutina veraniega no habrá desconectado del todo de la escolar; particularmente yo recomiendo (aunque hayan aprobado el curso): escribir un diario de verano, leer, repasar conceptos con un cuadernito de verano…

  • Regular horarios.Algunos días antes de empezar el colegio es conveniente que graduemos progresivamente los hábitos: hora de irse a la cama, levantarse, comidas… de manera que poco a poco se retome la rutina habitual y el cambio no sea tan radical.  Además no deberíamos eliminar todas las actividades de ocio de golpe cuando empiecen las clases.
  • Es habitual que sientan un poco de miedo ante lo desconocido: en qué clase les va a tocar, si van a tener que llevar la mascarilla puesta todo el día, qué profesor/a tendrán, si el curso será difícil, si volverán a confinarlos…
    Si es un cambio de ciclo y cambian de edificio (como es el caso de primaria a secundaria), se preguntan cómo les irá la nueva etapa, si congeniarán con los nuevos compañeros, si las clases serán presenciales todo el curso o tendrán que trabajar online si hay brotes de Covid… Hablemos con ellos sobre futuras dudas que tengan, escuchemos sus necesidades y acompañemos en este inicio de etapa.

Ante todo esto, es bueno que sientan que sus preocupaciones son importantes para nosotros, que les escuchamos, que les apoyamos, pero sin reforzar.
Una vez terminen de comunicarnos aquellas inquietudes que tengan, les debemos explicar que es normal que estén nerviosos, pero debemos hacerles saber que aunque comprendemos que se sientan así, plantearles que ellos pueden, que incluso se lo pueden pasar bien, que vamos a estar a su lado, y que se puede elaborar un plan para conseguirlo, es básico para que se sientan más seguros.

  • Hacer que se ilusionen. Es bueno que les hablemos mucho de sus amigos y de lo bien que se lo pasan en el colegio con ellos; recordarles aquellas actividades que les gustan y que no pueden hacer en casa como por ejemplo: compartir momentos divertidos de juego y/o risas con sus amigos cuando salen al patio.
  • Preparar el material. Implicar a nuestros hijos en la compra del material escolar puede ser un buen momento para ir hablando de la vuelta a las clases: preparar mochilas…
  • Dar importancia al primer día. Nuestros hijos se sentirán mucho más seguros si los acompañamos nosotros el primer día de clase, deben saber que estaremos allí para ayudarles con sus miedos, dudas, inquietudes… es fundamental que el primer día se haga sin prisas y con calma para no añadir todavía más estrés.
  • Actividades extraescolares. Elije aquellas que les gusten: si les gusta jugar a fútbol no los apuntes a piano porque te guste a ti, elige aquellas actividades extraescolares que puedan disfrutar.

No os olvidéis de empezar el curso con buen pie: podéis establecer un compromiso en el que se comprometan a adquirir nuevos hábitos, que sean autónomos en el estudio, que se responsabilicen de sus mochilas y que sean ellos los que se las preparan por la noche; nada de buscar los deberes o la guitarra por la mañana.

Debemos dejarles claro desde principio de curso que son ellos los que tienen que estudiar y hacer los deberes, que cada niño es responsable, ya se ha acabado el chat de madres y padres donde se preguntan los deberes, se cuelgan y hasta se resuelven entre todos.

El cambio debe vivirse como algo positivo, debemos enfocarles las cosas positivas tipo: verás y hablarás con tus amigos, aprenderás cosas nuevas, en caso de confinamiento estarás unos días en casa y según evolución volveréis de nuevo a clase, pero no dejarás de estudiar y hacer tus tareas…

Si te surge alguna duda o tienes alguna preocupación al respecto, te invito a que contactes conmigo; y si crees que este post puede ayudar a alguien, te invito a que lo compartas.

 

Aida Canals López

Psicóloga General Sanitaria

www.aidacanals.com

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Instagram: acanalsl

Psicóloga de We Doctor

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Poco a poco vamos saliendo del aislamiento al que nos hemos visto obligados la humanidad por la presencia del Covid-19. Muchas personas llevaban un tiempo deseando retomar su vida normal, pero lo cierto es que el mundo ha cambiado desde mediados de Marzo.

La enorme sociabilidad que tenemos en España es positivo porque ha dado lugar a una solidaridad que hacía mucho tiempo no veíamos ni sentíamos, pero puede ser un obstáculo en la desescalada paulatina que debemos realizar, ya que nuestros hábitos de ocio se van a ver afectados e incluso las relaciones sociales deberán ser menos físicas y más afectivas.

Tras poder salir de nuevo a la calle sin apenas restricciones de horarios, podemos llegar a pensar que ya no hay peligro, pero la realidad es que aún debemos ser cautos, aún tenemos que cumplir con la distancia personal, debemos llevar mascarilla y mantener una distancia de seguridad con otras personas. En esta etapa es muy fácil minimizar el riesgo al que estamos expuestos por pensar que todo pasó, que el virus ya desapareció. Lo cierto es que aún se producen contagios y cuando nos protegemos a nosotros mismos, estamos también protegiendo a los demás, creando una red de colaboración y amor con nuestra conducta responsable. Algunas pautas que puedes seguir para re-incorporarte a tu vida cotidiana con seguridad, son:

  • Llevar puesta la mascarilla: Sé que es agobiante y mucho más con el calor que comienza a llegar, pero es la mejor manera de prevenir contagios. Hace unas semanas tuve que llevar a mi abuelo al médico y aunque fuimos en coche, me puse la mascarilla. Al principio me sentía muy incómoda, sentía mucho calor, especialmente cuando espiraba. Tras un tiempo observando esas sensaciones, me di cuenta de que podía tomar la mascarilla como excusa para hacerme consciente de mi respiración y volver al presente. En ese momento comencé a dejarme llevar por el ir y venir de mi respiración, por el fresco aire que sentía al inspirar y el aire caliente que notaba al espirar. Poco a poco me fui calmando y empecé a estar plenamente en el presente. Te animo a que tú también lo practiques, a que tomes las sensaciones desagradables y las conviertas en excusas para conocerte mejor.
  • Lavarte las manos habitualmente: Otra de las pautas esenciales, es mantener una buena higiene de manos. Para ello, lávate tus manos con agua y jabón frecuentemente a lo largo del día y cada vez que entres y salgas de casa. Puedes convertir esta actividad en una práctica de atención plena, volviendo a tu cuerpo y al presente una vez más. Lo único que debes hacer es sentir cada movimiento que haces, siente la temperatura del agua en tu piel, huele el aroma del jabón, siente la suavidad de tus manos enjabonadas, aprovecha para darte un masaje en las manos, siente cada hueso, cada dedo, cada uña. De este modo el Covid-19 es la excusa perfecta para vivir en el presente.
  • Evitar las aglomeraciones: En las grandes ciudades estamos acostumbrados a las multitudes en los medios de transporte, en las actividades de ocio e incluso en ocasiones en nuestros lugares de trabajo. Todo esto ha cambiado. Tal vez ahora te parezca que es algo negativo, pero yo creo que nos va a ayudar a vivir a un ritmo diferente, no tan acelerados, no tan angustiados. Siente el espacio que te rodea como una oportunidad para expandirte un poco más, para ser más libre. Es importante evitar aglomeraciones para protegernos a nosotros, a nuestros seres queridos y a los profesionales de la salud que tanto han trabajado y siguen trabajando para cuidarnos.
  • Mantener la distancia física: Más que distanciamiento social, lo que tenemos que lograr es distancia física. En España estamos acostumbrados a demostrar nuestro afecto por medio de abrazos y besos y aunque es una manera maravillosa de expresarnos, lo cierto es que podemos expresar lo mismo de otras maneras. Tal vez no podamos besar, pero podemos decir a los demás que los queremos, tal vez no podamos abrazar pero nuestros ojos transmiten lo que sentimos claramente. Podemos recuperar la escritura como medio para comunicar lo que sentimos, ya sea enviando cartas o emails a nuestros seres queridos. Transmitimos nuestras emociones en la manera en que hablamos, con las palabras que escogemos, con nuestro tono de voz… recuperemos esa otra manera de demostrar lo que sentimos.
  • Disfruta de la vida porque es maravillosa. Más allá de las limitaciones que ahora debemos cumplir, no te olvides de disfrutar la vida, de vivirla plenamente, de descansar, caminar, hacer deporte, meditar, hablar con seres queridos y amigos. No te olvides de dedicarte tiempo a ti mismo, porque salir a la calle no está reñido con conocerte profundamente, con quererte más.

La vida es maravillosa y el Covid-19 nos ha mostrado una faceta diferente de la vida y de nosotros mismos y si somos capcaces de ver que todo lo que ha traído este virus ha sido una oportunidad para seguir creciendo, saldremos reforzados de esta situación, saldremos más fuertes.

 

 

Elena Alameda Jackson

Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Especialidad en Psicología Clínica y de la Salud. Máster en Psicooncología por la Universidad Complutense de Madrid.

Psicóloga habilitada para ejercer actividades sanitarias en todo el país. Experiencia profesional en Psicología Online, Formación a Profesionales y Colaboradora de la editorial Formación Alcalá.

Psicóloga de We Doctor

Solicitud de consulta online con Elena: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/3080192