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Seguro que más de una vez, has escuchado eso de que no debes comer chocolate, yogur o fruta antes de irte a dormir. Y es que cuando hablamos de alimentación hay tantos y tantos consejos que solemos escuchar… Pero, ¿son ciertos? ¿Hay alimentos que no debemos comer antes de ir a la cama? Pues bien, la mayor parte de los consejos que se escuchan (no tomes yogur, melón o naranja… de noche) no tienen fundamente alguno y no debemos tenerlos en cuenta.

Sin embargo y como es obvio lo que sí que es cierto es que una alta ingesta de energía antes de irse a dormir no es conveniente ya que puede favorecer digestión pesada, reflujo… y por tanto mala calidad del sueño.

¿Importa el momento en el que cenamos?

Por lo tanto, importa lo que comemos. Pero, ¿importa el cuándo? Puede que no tanto como algunos piensan, pero sí, influye el momento en que comemos y cenamos. De hecho, algunos estudios han puesto de manifiesto que:

  • Retrasar la hora de la comida del mediodía y de la cena puede dificultar la pérdida de peso.
  • Consumir demasiada energía antes de irse a dormir puede ser perjudicial.
  • Consumir platos ricos en hidratos de carbono de noche quizás no sea la mejor opción.

Por lo tanto, aunque sigue siendo más importante el tipo de alimentos que consumimos frente al cuándo los consumimos, el horario sí influye debido a los ritmos circadianos y por ello podríamos hablar incluso de una cronodieta.

¿Qué es una cronodieta?

En los últimos tiempos aparecen en los medios de comunicación términos como ritmonutrición, crononutrición, nutrición basada en la cronobiología o nutrición adaptada a los ritmos circadianos. Pero, ¿qué significa todo esto? La cronobiología es una disciplina de la Fisiología que estudia los ritmos biológicos, incidiendo tanto en su origen como en sus características y sus implicaciones. Esto tiene especial interés a nivel de estudio del sueño, endocrinología, sistema nervioso, etc.

Ahora bien, ¿Qué son los ritmos circadianos? Son oscilaciones de las variables biológicas que tienen lugar en intervalos tiempo regulares. El ‘reloj’ que controla dichos ritmos es el núcleo supraquiasmático, un conjunto de neuronas que están situadas en el hipotálamo. Su actividad depende de factores externos, principalmente de la luz que captan nuestros ojos. La información es enviada a la hipófisis y esta secreta la famosa melatonina en función de si hay luz o no.  También afecta a la producción de ciertas hormonas como el cortisol, hormona estimulante tiroidea, hormona luteinizante, la renina… Y varía según las estaciones. Por ello, el concepto de valores normales de una hormona depende de la época del año, la raza y población en donde se realicen los exámenes. 

Asimismo, existen otros ritmos biológicos que no están relacionados con la luz. Estudios más recientes, han puesto manifiesto que existen ritmos que sufren ciertas células, como las hepáticas, que parecen verse influidas por los ciclos alimentarios. A este tipo de ritmos se les llama osciladores periféricos.

¿Cómo surge la ritmodieta?

El hecho de ver que, de una forma u otra, en nuestro cuerpo hay ciertos “ritmos biológicos” ha hecho que surja el concepto de ritmonutrición. Se trata de una nutrición adaptada a los ritmos biológicos de nuestro cuerpo y que en principio se basa en los conocimientos que se tienen sobre cronobiología.

De hecho, muchas veces se ha dicho que los trabajos a tres turnos pueden influir en los hábitos alimentarios, la incidencia de sobrepeso y obesidad, precisamente por una alteración en los ritmos circadianos. Hay estudios que así lo sugerían, pero hay controversia. Un estudio hecho en canarias en el 2004 donde se comparaban trabajadores con turno fijo con trabajadores con rotación a tres turnos, se pudo comprobar que no hay diferencias en los niveles de lípidos sanguíneos, ni es la incidencia de sobrepeso y obesidad y sólo parciamente en los hábitos alimentarios. Por ello, no es tan sencillo llegar a una conclusión y el tema no está tan claro.

Si deseas saber más sobre la cronodieta y la ritmonutrición, no dudes en consultar con nuestro especialista de We Doctor Ramón de Cangas.

En los últimos años se ha producido un incremento alarmante del sobrepeso y la obesidad en la población mundial, estando España entre los países más afectados. Desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo, llegando a afectar al 13% de la población (1). Hoy, día 12 de noviembre a razón del día Mundial de la Obesidad, quiero escribirte sobre esta pandemia mundial,  sobre cuáles son sus causas y consecuencias y cómo podemos prevenirla. Por supuesto, de forma muy somera.

¿Qué es la obesidad?

La obesidad se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa en el cuerpo que puede ser perjudicial para la salud (1).

Para identificarla se suele utilizar el índice de masa corporal (IMC), teniendo que ser igual o superior a 30 en adultos para considerarse obesidad. Este índice se calcula dividiendo el peso (Kg) entre la altura al cuadrado (m2). Sin embargo, el IMC no diferencia la masa magra de la masa grasa, por lo que en generalmente no es efectivo (1). Es mucho más útil poder medir la grasa corporal (con un plicómetro para medir pliegues corporales o con una máquina que disponga de la posibilidad de hacer una bioimpedancia)

¿Cuáles son las causas de la obesidad?

La causa última de la obesidad es un desequilibrio energético entre las calorías consumidas y gastadas, a favor de las primeras. Por lo que, las causas principales son la alta ingesta calórica y el bajo nivel de actividad física. Sin embargo, hay otras muchas causas que favorecen la obesidad, como son las siguientes (1 y 2):

Esto es muy importante. Entender que la obesidad es una enfermedad multifactorial, es decir, que no se debe solamente a comer mucho, o solamente a tener la predisposición genética, sino que es la consecución de varios de estos factores, como puede ser comer una gran cantidad de alimentos malsanos, junto tener una actitud sedentaria y además estar muy estresado, como un ejemplo. Pero hay muchos otros.

¿Cuáles son las consecuencias de la obesidad?

Al igual que sus causas, las consecuencias son también muchas y variadas. La obesidad eleva el riesgo de contraer numerosas enfermedades no transmisibles, como las siguientes (1 y 2):

Este es uno de los grandes problemas de la obesidad. Que aunque es visible que estamos ganando peso, en gran medida potencia la aparición de otras enfermedades. Pero lo hace tan poco a poco, que puede parecer que tener obesidad es solamente eso, tener un exceso de grasa corporal. Es importante hacer hincapié en que no. Sufrir obesidad tiene consecuencias, que pueden ser mortales. Un camino conocido es que la acumulación de grasa corporal puede aumentar la acumulación de colesterol en las arterias, que llegado a un punto puede provocar una obstrucción de alguna arteria o vena provocando un infarto.

¿Cómo podemos prevenir la obesidad?

Debido a la dificultad que tiene su tratamiento, la prevención de la obesidad es realmente importante (2). A continuación, se indican algunas pautas de alimentación para ello (3):

  • Ingesta abundante de líquidos.
  • Consumo elevado de alimentos de origen vegetal.
  • Consumo reducido de alimentos de origen animal.
  • Consumo muy limitado de azúcar y dulces.
  • Limitación o eliminación de bebidas azucaradas.
  • Evitar pasar hambre por ser proclive a atracones de alimentos dulces o grasos.
  • Intentar comer alimentos de calidad, reduciendo el consumo de productos light
  • Creación de un programa escolar de alimentación equilibrada.

La obesidad es una enfermedad multifactorial, por lo que es muy importante dejar claro que no todo el peso de evitarla cae sobre la propia persona. Si comprar alimentos que son perjudiciales para la salud es más barato que comer de forma saludable, es entendible que mucha gente consuma mucho de estos productos.

Por tanto, las políticas nacionales también pueden jugar un papel fundamental en la reducción de esta pandemia. Hacer formaciones para padres y madres en colegios e institutos puede ser, por ejemplo, una posibilidad. No incluir publicidad de productos que abiertamente dañan la salud en anuncios de canales dirigidos a niños, podría ser otra.

Con este post, trato de hacer hincapié en varias cosas. Que la obesidad es multifactorial, y que son muchos los actores que juegan un papel en la aparición de esa enfermedad. El individuo juega un papel, pero no es el único actor en este enclave.

Sin embargo, igual que es algo que se puede sufrir, asimismo en una situación de la que se puede salir. Buscar profesionales competentes que te ayuden a salir de esta situación será clave.

 

Mi nombre es Daniel Mantas, soy Nutricionista Clínico.

Dirijo actualmente www.nutrinour.com

Nutricionista de We Doctor

Solicitud de consulta online con Daniel: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/4554752

Hoy, no te pierdas la continuación del artículo de nuestra nutricionista Maribella Sanchís  “La importancia de una adecuada nutrición en la enfermedad renal II”.

¿En qué se diferencia una dieta renal?

Es importante saber que la dieta puede sufrir cambios con el tiempo si avanza/empeora la insuficiencia renal. Por lo tanto, un aspecto importante va a ser el individualizar los nutrientes con capacidad de inducir alteraciones, adaptándose el plan a cada caso particular.

Nutrientes que debemos controlar

  • Proteínas

Diferentes estudios científicos revelan que las proteínas, de origen animal o vegetal, ejercen diferentes efectos sobre la función renal; presentando la primera un mayor contenido de fósforo que la de origen vegetal. Además, dentro de las proteínas de origen animal, la carne roja aumenta la tasa de filtrado glomerular (FG) y la proteinuria, aspectos que no se ven modificados cuando se consumen lácteos o pescado. Hoy en día no se aconsejan dietas bajas (<0.6g/kg/día) en proteínas, debido a que la mejoría en el FG es mínima.

  • Minerales: Fósforo, potasio, calcio y sodio

Fosforo: Un riñón lesionado no puede eliminar de forma correcta la carga de fósforo, lo que provoca un incremento de este mineral en sangre (siendo la hiperfosfatemia una de las principales complicaciones en la ERC). Como consecuencia de este incremento de fósforo, es posible que el enfermo renal sufra de picores en piel, dolor articular, rigidez en articulaciones o pérdida de calcio en huesos.

Alimentos a limitar o controlar:

  • Productos lácteos: leche, queso, yogur…
  • Legumbres: alubias y guisantes.
  • Frutos secos
  • Otros: aguacate, patata, tomate, cerveza, bebidas con cola y chocolate
  • En los productos enlatados busque la palabra “fosfórico” o “fosfato”

Potasio: El consumo de alimentos con alto contenido en potasio va a depender de la etapa de la IR en la que se encuentre el paciente. En estadio 3-4 sí se reduce este mineral; por lo que una atención especial a esto sería innecesaria en estadios anteriores. De esta forma, evitamos la posible hiperpotasemia que sufren los enfermos renales en fases avanzadas.

Alimentos con alto contenido en potasio:

  • Frutas: plátano, uva, aguacate, banana, melón, higos, kiwi, mango…
  • Verduras: calabaza, alcachofa, zanahoria, remolacha, brócoli…
  • Otros: leche, chocolate, nueces, chocolate, semillas…
  • En el caso de verduras y frutas enlatadas, eliminar el jugo

Técnicas culinarias que ayudan a eliminar el contenido en potasio:

  • Remojo: trocear los alimentos y dejamos a remojo unas 8 horas, cambiando el agua unas 2 veces.
  • Doble cocción: legumbres, tubérculos y algunas hortalizas. Hervimos el alimento y tiramos el agua de cocción. Cambiamos el alimento a la 2ª olla con agua que está ya caliente.
  • Los alimentos como las verduras, hortalizas y tubérculos congelados contienen menos potasio

Sodio: mineral que está presente en la mayoría de alimentos y en la sal común. Como consecuencia del deterioro renal, el sodio y el líquido se acumulan en el organismo, causando edemas en tobillos, ojos y manos, incremento de la tensión arterial y retención de líquidos en órganos vitales como el corazón o los pulmones. ¿Cómo podemos limitar su consumo?:

  • Evitando aderezos: sal de mesa, salsa de soja, kétchup y otras salsas.
  • Eliminando los productos procesados: carnes, jamón, fiambre, salchichas, etc.
  • Quesos curados o semicurados.

Por otra parte:

  • Se encuentra presente en comida: rápida, para llevar a casa y en restaurantes.
  • Importante leer las etiquetas de alimentos.

Una forma de poder mejorar el sabor de los alimentos es condimentarlos con hierbas, limón, ajo y aromatizando aceites.

Características de la dieta renal en PREDIÁLISIS

  • No proteica: la ingesta de proteínas diarias debe oscilar entre 0,6-0,8 g/kg/día
  • Fósforo 1 g/día (valorar analítica o estadio ERC)
  • Potasio 2,4 g/día (valorar analítica o estadio de ERC)
  • Sodio < 2 g/día
  • Valorar otros minerales: calcio, hierro y zinc
  • Valorar posibles déficits vitamínicos: D, C, B6, B9

Objetivos nutricionales en los pacientes con ERC

  • Prevenir/retrasar el desarrollo de la enfermedad
  • Evitar las complicaciones cardiovasculares, diabetes mellitus, etc.
  • Disminuir la mortalidad
  • Mejorar la calidad de vida de estos pacientes
  • Mejorar aspectos nutricionales, bioquímicos y antropométricos
  • Evitar posibles trastornos: hidroelectrolítico, equilibrio ácido-base, minerales y hormonales.

Podemos concluir que la intervención dietética debe introducirse desde el inicio de la enfermedad, individualizando las necesidades dietéticas a los diferentes estadios de la enfermedad. Otro aspecto relevante en estos pacientes es el de enseñar al mismo a usar determinadas técnicas culinarias y a revisar el etiquetado de los alimentos, logrando así unas pautas nutricionales y dietéticas adaptadas a las características clínicas del enfermo renal.

 

 

Maribella Sanchís Sanchís.

Graduada en Nutrición y Dietética.

https://www.nutricionistacaceres.com/

Nutricionista Online de We Doctor.

Solicitud de consulta online con Maribella: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/8126501

“Mi nombre es Maribella Sanchís, graduada en Nutrición Humana y Dietética. Mi experiencia como nutricionista comenzó hace más de 15 años en Valencia, trabajando en diferentes hospitales y centros de salud primero como enfermera y luego abrí ya mi propia consulta como nutricionista. Quiero darte la bienvenida a mi consulta online a través de la plataforma, We Doctor.

También me podéis encontrar en mi Consulta Física en Cáceres, en la Calle Ronda del Carmen nº 35, izquierda – H.

¡Nunca fue tan sencillo resolver tu consulta! A un solo click puedes solicitarme una consulta escrita o una video consulta estés donde estés.

 

La enfermedad renal crónica (ERC) afecta a cerca del 10% de la población mundial, según datos de la Organización Mundial de la Salud, siendo la población de edad avanzada la más sensible.

En España, la prevalencia sobre esta enfermedad, según datos del estudio EPIRCE, indica unas cifras similares a las encontradas en otros países de nuestro entorno; siendo uno de los problemas de salud pública que más preocupa a las autoridades sanitarias debido al aumento de la prevalencia (como consecuencia del envejecimiento de la población), a la incidencia y a la gravedad de las complicaciones que sufren estos pacientes; lo que conlleva una elevada mortalidad.

¿Qué es la enfermedad renal crónica?

La ERC se define como un conjunto de enfermedades que desencadenan modificaciones estructurales en el riñón y/o el tracto urinario. Se trata de una patología progresiva, crónica, que va a acompañar de por vida al paciente que la sufre. A medida que la enfermedad avanza, se modifican determinados parámetros biológicos que pueden ser mejorados cuando se introducen cambios dietéticos, por lo que, además de la terapia, se ve necesario el realizar cambios en el estilo de vida de estos pacientes; constituyendo la alimentación un aspecto importante para evitar y/o prevenir el avance de la enfermedad.

¿Qué papel tiene la nutrición en estos pacientes?

Uno de los principales problemas nutricionales que encontramos con los pacientes diagnosticados de ERC es un déficit calórico-proteico que agrava la enfermedad, elevando la mortalidad de los enfermos; motivo más que justificado para que los cuidados dietéticos sean considerados una de las primeras acciones a considerar en estos pacientes, bien como medida protectora de la función renal o como terapia preventiva de desbalances nutricionales que van a garantizar un aporte de calorías, proteínas y minerales adecuado, además de poder prevenir el sobrepeso y la desnutrición en estadios avanzados.

Actualmente, una de las mejores opciones dietéticas que podemos plantear a estos pacientes consiste en una dieta equilibrada con un aporte moderado de hidratos de carbono y grasas y un adecuado control de la ingesta proteica, así como de minerales como el calcio, fósforo, potasio y sodio, evitando carencias de vitaminas y fibra (ya que diferentes estudios indican que los pacientes bien nutridos presentan un mejor pronóstico de la enfermedad).

Lo que comemos termina afectando a nuestra salud. En el enfermo renal la intervención dietética incluye, como hemos dicho, que el plan nutricional sea variado, equilibrado y saludable. Sin embargo, además debe permitir que los enfermos mantengan un peso saludable, un adecuado nivel de glucosa en sangre y cifras normales de tensión arterial, ya que, como es sabido, la obesidad, la diabetes y la hipertensión arterial agravan y aceleran la enfermedad renal. Además, es importante que estos pacientes aprendan a aplicar determinadas técnicas culinarias que limiten la cantidad de ciertos minerales en los alimentos que van a consumir. Por todo ello, hablar con un dietista-nutricionista, experto en enfermedad renal, va a permitir que se diseñe un plan nutricional que se adapte a las diferentes necesidades nutritivas, teniendo en cuenta el estado de su enfermedad.

Poder personalizar la dieta, adaptándola a los gustos, preferencias y hábitos del paciente, es esencial para promover la adherencia al plan nutricional y lograr de esta forma el efecto terapéutico deseado.

 

 

¿Quieres saber más? No te pierdas el próximo articulo la semana que viene en el qué Maribella os contará con detalle en qué consiste este tipo de dietas.

 

Maribella Sanchís Sanchís.

Graduada en Nutrición y Dietética.

https://www.nutricionistacaceres.com/

Nutricionista Online de We Doctor.

Solicitud de consulta online con Maribella: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/8126501

 

“Mi nombre es Maribella Sanchís, graduada en Nutrición Humana y Dietética. Mi experiencia como nutricionista comenzó hace más de 15 años en Valencia, trabajando en diferentes hospitales y centros de salud primero como enfermera y luego abrí ya mi propia consulta como nutricionista. Quiero darte la bienvenida a mi consulta online a través de la plataforma, We Doctor.

También me podéis encontrar en mi Consulta Física en Cáceres, en la Calle Ronda del Carmen nº 35, izquierda – H.

¡Nunca fue tan sencillo resolver tu consulta! A un solo click puedes solicitarme una consulta escrita o una video consulta estés donde estés.