El mes de Febrero llega con una fiesta exclusiva para parejas.

San Valentín se ha convertido con los años, en una celebración del amor. Su origen está en Roma y tenemos que viajar hasta el siglo III d.c.

Esta fiesta surgió a raíz de que el emperador Claudio II, prohibiera la celebración de matrimonios porque consideraba que los hombres jóvenes eran mejores soldados cuando eran solteros.

Un sacerdote llamado Valentín, se opuso a tal prohibición y celebró en secreto muchos matrimonios. Y aunque San Valentín fue sentenciado a muerte el 14 de Febrero del año 270, el espíritu del amor ha quedado impregnado en este día.

Han pasado muchos siglos desde esta historia y el mundo ha cambiado demasiado.

Tanto es así, que el día de San Valentín se ha convertido en otra cosa… en un día donde los regalos en las parejas es casi una obligación, olvidándose de que el amor está más allá de los regalos materiales.

Para quienes están enamorados, San Valentín es una excusa para demostrar su amor, pero… ¿tenemos que esperar al 14 de Febrero para demostrar que amamos a alguien?

Yo creo que no, creo que San Valentín lo es cada día, porque cada día amamos.

Las relaciones de pareja y sus expectativas

Todos tenemos ciertas expectativas hacia lo que es una relación de pareja.

Y nacen muy pronto en nuestra vida, las aprendemos a través de las relaciones de nuestros cuidadores y/o padres.

Las expectativas nos ayudan a marcar los límites de lo que para nosotros es importante o está bien, nos ayuda a delimitar nuestros deseos y necesidades cuando compartimos nuestra vida con otra persona.

Sin embargo, muchas veces estas expectativas son poco realistas…

Hay quienes esperan un amor como el de un cuento de hadas. Tan perfecto que es imposible de lograr en la realidad.

Hay quienes sienten que el amor es solo un medio para ser maltratados.

Hay quienes dependen emocionalmente de otra persona porque temen la soledad.

Hay quienes son conscientes de que las relaciones de pareja se construyen cada día.

Y dependiendo de estas expectativas, la relación de pareja será muy diferente. De todas las opciones, me quedo con la última.

Porque una relación de pareja adulta, se basa en conocer al otro, en aceptar sus luces y sombras, se basa en la comunicación constante, supone vivir acompañado pero sin perderte en la relación o en la otra persona.

Porque para amar, no tienes que cambiar tu esencia, al contrario, quien te ama bien, respeta quien eres.

Mantener una relación de pareja consciente y adulta, no siempre es fácil. Porque debes comprender que habrá malos momentos, pero que éstos se pueden convertir en un trampolín para crecer juntos en lugar de una excusa para alejarse.

Y también has de saber que la relación de pareja es un lugar ideal a través del cual conocerte más. Porque tu pareja reflejará tus luces y sombras y tal vez le rechaces a él o a ella, cuando en realidad estás rechazando partes de ti que no te gustan.

Siempre he pensado que una relación de pareja duradera, se basa en una fórmula específica: el equilibrio entre pasar tiempo juntos y tener tu propio espacio para seguir creciendo y evolucionando más allá de la pareja. Tal vez esto no encaje con todo el mundo, pero recuerda que no debes renunciar a quien eres por la otra persona.

Mantener una relación de pareja es un arte que se debe practicar cada día. Conociendo al otro en sus diferentes facetas vitales, observando cómo afronta lo que la vida le trae, sintiendo los cambios en el otro y en ti mismo, sintiendo cómo el amor cambia, evoluciona. Porque todo cambia.

Y aunque el tiempo parezca desgastar la parte más apasionada o viva del amor, nunca debemos olvidar que el verdadero amor es algo más profundo, es un ancla que nos puede hacer sentir equilibrio y bienestar.

Por todo esto, ajusta tus expectativas sobre las relaciones de pareja, a lo que es real y posible. Así te ahorrarás mucho sufrimiento.

Afrontando San Valentín

La televisión y las redes sociales, nos recuerdan sin parar el día de San Valentín.

Y es curioso que nos digan que debemos demostrar nuestro amor con un perfume, unos bombones o unas flores.

No me malinterpretes, esos regalos son bonitos, pero el amor es mucho más.

Por eso creo que debemos demostrar cada día lo que sentimos por nuestra pareja.

No esperes al 14 de Febrero para decirle a tu pareja que le quieres, no esperes a ese día para compartir tiempo con él o ella, no ames solo un día, ama todos los días.

Porque las relaciones de pareja se construyen un día tras otro, dando un paso y después el siguiente.

Y si estás soltero, tal vez te agobie esta fecha porque te recuerda tu soledad. Una buena manera de celebrar este día en tu caso, es queriéndote a ti mismo, es diciendo a tus seres queridos que les quieres, que estás ahí para ellos.

Porque el amor es universal y existe más allá de las relaciones de pareja.

De modo que si aún no has encontrado a tu pareja, no pasa nada. Tú sigue queriéndote y cuidándote, invierte en ti y la persona adecuada llegará. Y si no llega, siempre te tendrás a ti, siempre te querrás.

Cualquier día es perfecto para amar… no lo dejes solo para un día al año

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