Cada 20 de junio es el “Yellow Day”, identificado como el día más feliz del año. Pero la felicidad es subjetiva (como todo en la vida) y la clave está en saber qué es la felicidad y cómo podemos cultivarla para que nos acompañe todos los días y no solo ese día.

Su elección es algo arbitrario, aunque hay quienes indican que nuestro estado anímico mejora por haber más luz y porque los días son más largos. ¿Y qué tiene de especial este día? Al parecer lo único especial, es el inicio oficial del verano, marcado por el solsticio de verano (que se produce entre el 20 y el 22 de junio).

¿Qué es la felicidad?

Como te decía antes, la felicidad es muy subjetiva. Cada persona tiene un concepto diferente. Te invito a reflexionar qué es para ti la felicidad.

Creo que la felicidades una mezcla de alegría y satisfacción con uno mismo y con la propia vida. Cuando somos felices, nos sentimos expansivos, deseamos compartir con otros nuestra alegría. El gran reto es mantenernos en la alegría cuando la vida nos trae adversidades.

Para mí la felicidad también es calma. He aprendido que soy muy feliz cuando siento equilibrio en mi interior, cuando experimento tranquilidad, serenidad. Cuando medito 20 minutos y entro más profundamente en mí, siento que la felicidad está ahí, junto a mí, incluso cuando no puedo sentirla porque las preocupaciones o emociones la ocultan.

Solemos pensar que nuestra felicidad depende de lo que existe fuera de nosotros… en nuestra cuenta bancaria, en nuestra casa, en nuestra vida social, en la relación de pareja o en los títulos que hemos logrado en la vida. Creemos que la felicidad está esperándonos en los logros grandes, olvidándonos que, en lo más pequeño y cotidiano, es donde se cobija la felicidad.

Y creo que el primer error que cometemos, es buscar la felicidad fuera de nosotros, cuando solo podemos encontrarla en nuestro interior. Cuanto más nos conozcamos, más nos aproximaremos a la felicidad genuina, aquella que nos permite tener una vida con sentido y disfrutar de cada paso que damos. 

A continuación, comparto contigo algunos consejos para que puedas cultivar la felicidad cada día.

¿Cómo cultivar la felicidad?

Cultivar la Felicidad es un proceso y para ayudarte a lograrlo, te dejo las siguientes recomendaciones psicológicas y ejercicios:

Volver al presente

Buda decía que la única manera de hallar nuestra felicidad es abandonar ese “yo” que es infeliz, pues cuando renunciamos a él, en nuestro interior solo queda la serenidad y pura conciencia. Nuestra felicidad y fin del sufrimiento, dependen de que nos abandonemos al presente.

Vivimos en tiempos pasados o en tiempos que aún no han llegado, corremos hacia el futuro o nos perdemos en el pasado. Vivimos a destiempo.

Vivir en el presente es estar aquí, contigo, refugiándote en tu respiración y haciéndote consciente de que ahora todo está bien, que no necesitas nada más para ser feliz porque todo está en ti.

EJERCICIO: Te propongo una manera sencilla de vivir en el presente. Cierra los ojos y observa tu respiración. Ya está, nada más… piérdete en cada inspiración y espiración, siente el movimiento rítmico de tu cuerpo, acompañando a tu respiración, conéctate con tu cuerpo. Y si quieres profundizar un poco más, te invito a descargarte gratis una meditación para identificar tres anclas de la respiración en tu cuerpo. Solo tienes que hacer click aquí

Observar y contemplar

La quietud y serenidad es una fuente de felicidad para mí porque me ayuda a desconectar de mis preocupaciones y me permite re-conectar con mi esencia. Para conocernos en profundidad, debemos observarnos desde dentro, hacernos conscientes de lo que habita en nuestra mente, de las emociones y pensamientos que nos rondan cada día.

Otra de las cosas que me ayudan a volver al presente y a encontrar la felicidad en las pequeñas cosas, es acudir a la naturaleza, vaciar mi mente y perderme en el espesor de los árboles, en el verde de las hojas y plantas, sentir el olor de las flores y escuchar el alegre canto de los pájaros. La contemplación de la naturaleza me recuerda que la felicidad está en las pequeñas cosas y así trasciendo mi vida cotidiana y las preocupaciones se hacen más pequeñas.

EJERCICIO: Te propongo que acudas a la naturaleza y hagas una inmersión en el mundo natural que te rodea. Acude a todos tus sentidos para contemplar lo que te rodea y así entrar más profundamente en ti.

Gratitud

Creo que la gratitud es la llave de la felicidad. Vivir desde la gratitud es algo sencillo, tan solo debemos hacernos conscientes del enorme regalo que tenemos por el mero hecho de vivir, de respirar. La gratitud profunda es tan poderosa, que incluso aparece cuando nos sentimos mal o perdemos el rumbo.

EJERCICIO: Cada mañana, al despertar, da las gracias. Puedes dar las gracias por todo, allá van algunos ejemplos: “Gracias porque puedo respirar, gracias por el amor de mi familia, gracias por tener un hogar, gracias por traer hasta mí las lecciones que debo aprender”.

Sonreír

Sonreír nos ayuda a afrontar la vida con alegría, amabilidad y sabiduría. Cuando sonreímos disfrutamos de la vida y nuestro cerebro segrega ciertos neurotransmisores que nos provocan sensaciones de bienestar y felicidad. Nos parece sencillo sonreír cuando estamos felices, pero el auténtico reto está en sonreír cada día por algo tan sencillo como poder respirar o caminar. La sonrisa es una manera sencilla de desarrollar nuestra gratitud.

EJERCICIO: Al despertar, estírate, conecta con tu cuerpo y sonríe, simplemente sonríe por estar aquí.

Compasión

Esta emoción es muy importante para el budismo. La compasión es el profundo deseo que ningún ser sintiente sufra, incluidos nosotros. Cuando deseamos que nadie sufra, nos movilizamos para ayudar a aquel que lo necesita y eso nos conecta más profundamente con nosotros y con los demás.

Según el Dalai Lama, cuanta más compasión sentimos, menos estrés experimentamos porque al dejar de estar tan centrados en nosotros mismos, nos distanciamos de los problemas y éstos pierden su fuerza. Y cuando logramos estas cosas, somos más felices.

EJERCICIO: Pema Chödrön, una monja budista,nos recomienda repetir la siguiente frase para recordarnos a nosotros mismos la compasión que yace en nuestro interior: “Que pueda estar libre de sufrimiento, que estés libre de sufrimiento, que podamos estar libres de sufrimiento”.

¿Quieres saber más sobre la felicidad? Consulta a los mejores especialistas en We Doctor. Nuestra psicóloga sanitaria, la doctora Elena Alameda Jackson, experta en psicooncología, resolverá todas tus dudas.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *