¿Qué es la Prosopagnosia?, ¿se trata de algo genético o adquirido?, ¿existe tratamiento? En el post de hoy hablaremos sobre esta curiosa alteración y de cómo aquellas personas que la padecen consiguen desenvolverse en el día a día…
QUÉ ES LA PROSOPAGNOSIA
Las gnosias se definen por la incapacidad para el reconocimiento de la información que nos llega a través de los sentidos. Éstos están intactos y funcionan perfectamente, pero el paciente no puede reconocer los objetos comunes cuando los ve o los toca, por ejemplo. Dentro de esta categoría podemos enmarcar a la prosopagnosia: enfermedad que padece en torno al 2% de la población y que impide tanto el reconocimiento de las caras de familiares y/o conocidos como la identificación de expresiones emocionales. Pueden darse casos más graves en los que la persona no es capaz de reconocerse a sí misma delante de un espejo o en fotografías.
Es necesario aclarar que la prosopagnosia no es un problema ocular o de memoria, puesto que quienes la padecen son perfectamente capaces de recordar quiénes son sus hijos, qué comió ayer o cuál es la película favorita de su pareja… Aunque las áreas del cerebro que procesan las caras están en constante interacción con las que procesan la memoria, se trata de un problema concreto con las caras.
Aunque puede ser difícil de entender, la persona que padece prosopagnosia es perfectamente capaz de identificar la nariz, los ojos o la boca, pero es incapaz de componer la estructura total de la cara y no consigue relacionar esa cara concreta con la identidad de alguien. Esto ocurre porque la identificación de las caras se lleva a cabo de forma “general”, es decir, reconocemos a una persona por la totalidad que compone su rostro y no por un elemento concreto del mismo.
CUÁL ES SU ORIGEN
En cuanto al origen de este problema se ha de remarcar que, aunque existen casos en los que puede ser genético, en su mayoría se trata de un trastorno adquirido cuyas causas principales son: accidentes cerebrovasculares, tumores cerebrales, traumatismos craneoencefálicos e infecciones del sistema nervioso. Lo cierto es que sea cual sea el origen, la zona que se ve afectada en esta patología es el área facial fusiforme, región del lóbulo temporal encargada específicamente del reconocimiento facial.
TRATAMIENTO
Lamentablemente, aún no existe un tratamiento que se haya demostrado efectivo para la resolución de este problema, si bien es cierto que se han desarrollado estrategias para facilitar la vida diaria de estas personas. La clave de estas estrategias parece estar en el control de los factores contextuales: si las personas de su círculo más cercano presentan rasgos o características que destaquen del resto, conseguirán identificarlos con claridad. Unas gafas de un color relativamente llamativo, el corte de pelo o un lunar pueden ser ejemplos de dichas características identificativas.
A pesar de que parece algo fácil de detectar, no son raros los casos en los que quienes padecen prosopagnosia, han tardado años e incluso décadas, en ser conscientes de su problema. La dificultad de no reconocer a la gente que les rodea les ha llevado, en ocasiones, a parecer altivos o desagradables por no poder identificar a su interlocutor. Desde la consulta de Psicología, se puede trabajar en la aceptación de este problema y en el desarrollo de estrategias que nos permitan desenvolvernos con facilidad a pesar de esta “ceguera facial”.
Silvia Muñoz Morales
Máster en Psicología General Sanitaria
Twitter: @justpsyblog
Facebook: /justpsyblog
Psicóloga de We Doctor
Solicitud de consulta online con Silvia: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/3276802
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