Se acercan las navidades y con ello las comidas de empresas y reuniones familiares. Parece que este año las restricciones con respecto a la pandemia son menos estrictas. Pero no debemos bajar la guardia, como sabemos los casos van aumentando y no podemos olvidar que el virus sigue activo.
El año pasado muchas celebraciones y encuentros no pudieron darse debido a la pandemia. Para muchas personas, el no tener que acudir a estos compromisos puede llegar a ser un alivio. Para otras sin embargo, estos encuentros son muy esperados; familiares que están en el extranjero y/o en otras localidades a quienes vemos con poca frecuencia y con los que, reencontrarnos es una dosis de alegría para nuestros corazones.
Pero también están esas relaciones que cuestan un poco más, esos encuentros con familiares y/o compañeros de trabajo con los que no tenemos gran afinidad.
En este post vamos a intentar dar algunos tips que nos ayuden a gestionar estos momentos y llevar estos compromisos de la mejor manera posible.
El sitio que ocupas es importante.
Intenta sentarte siempre en las cenas y comidas, cerca de aquellas personas con las que sientas más simpatía y con las que crees que tendrás conversaciones agradables. Y esto mismo es aplicable al resto de tu vida. Hay estudios que confirman que la calidad de tu vida, depende de la calidad de tus relaciones y que cuanto más tiempo y espacio ocupes con personas que te aportan, mayor será tu bienestar.
Evita conversaciones complicadas.
Hay muchas conversaciones que siempre traen polémica, como es hablar de política, la religión, temas de desigualdad, la inmigración, la eutanasia….
Son conversaciones complejas que requieren de argumentos e información de la que no siempre disponemos. Y aunque todos tenemos una opinión formada y somos libres de expresarlas, elegir temas más livianos y frescos en estas ocasiones, puede convertirse en una decisión inteligente.
No tienes la obligación de asistir, pero sí la elección de hacerlo.
Muchas personas sufren mucho por la presión social que sienten al tener que asistir a ciertos eventos a los que realmente no quieren asistir. Recuerda “Siempre eres libre de elegir no hacerlo, siempre es tu decisión”.
En la familia siempre suelen haber algunas discrepancias o diferentes formas de ver las cosas con herman@s, suegr@s , etc. Pero si algo nos ha enseñado esta pandemia, es que hay muchas familias que al sentarse en la mesa este año, tendrán que sentir la ausencia de un miembro y/o varios. Es en estas situaciones, cuando relativizamos y dejamos a un lado las posibles adversidades que podamos sentir por alguien. Renunciar a estos momentos puede significar renunciar a huellas de memorias que después nos gustaría rescatar una vez que nuestros seres ya no estén. Las desavenencias siempre pueden arreglarse y/o limarse, los momentos sin embargo, son irrecuperables.
Quizás el enfocarlo así nos ayude a ir con una actitud más serena a esas reuniones que a veces son indigestas.
Cuida el consumo de alcohol.
El alcohol es una droga que deprime el sistema nervioso central, es decir que enlentece las funciones del cerebro. El alcohol afecta a la capacidad de autocontrol, por lo que cuando se consume alcohol se suele reaccionar y no responder. Sabemos que en estas fechas se toma “una copa de más”, y cuando eso ocurre, perdemos el “poco control emocional”que tenemos. Y es ahí cuando las conversaciones empiezan a tomar un color y temperatura distinta.Hay una tendencia a sacar todo aquello que vamos guardando en el trastero emocional. Trastero, al que hay que acceder con un estado de conciencia claro y fresco, para poder deshacer aquellas cosas que ya no queremos tener y limpiar el sitio que tanto tiempo ha ocupado en nuestro corazón.
Esto ocurre tanto en la familia como con los compañeros de trabajo, así que si hay algún tema que te toca una herida no cerrada, elegir otro momento y estado para abordarlo, puede ser lo más adecuado.
No quedarse hasta el final en las reuniones y/o celebraciones puede ser una buena manera de prevenir cualquier tipo de conflicto, es por ello que cuando sientas que es un buen momento para marcharse, hazlo. Las sobremesas son esos momentos en los que salen esos temas que van cogiendo temperatura a medida que avanza la conversación. Por eso como comentamos al principio, asegurarse estar rodeado de personas que comparten tus valores es una garantía preventiva.
Debemos comprender que venimos de un acontecimiento que ha afectado nuestra salud mental y que nuestro estado actual es una consecuencia de ello. Las cifras de ansiedad, estrés, depresión, casi se han duplicado en este año tras el estado de confinamiento. Es por ello, que debemos comprender que estamos en un estado donde nuestra fragilidad emocional queda evidenciada y donde cualquier comentario puede hacernos saltar.
Para evitar que esto ocurra, es importante que no nos tomemos nada como algo personal, sino atribuirlo a lo que es, un simple estado que habla desde su ignorancia y tras el cual hay una gran necesidad de amor.
Cuando he atendido a personas y familias que han perdido a un ser querido y/o un compañero durante la pandemia, casi todos coincidían en algo. El sentimiento de culpa.
Culpa por haber discutido,culpa por haber dicho cosas que realmente no sentían, culpa por perder la oportunidad de haber disfrutado de momentos agradables. Culpa por no haber expresado el amor de la manera que sentían.
Deseo que estas fiestas los momentos que compartas con las personas sean momentos de calidad y que se conviertan en momentos que sean dignos de recordar.
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