El miedo es una emoción poderosa, capaz de arrebatarnos la calma e impulsarnos a huir. Creo que la emoción que es capaz de anular el miedo es el amor. Siempre podemos encontrar en el amor nuestro cobijo, es la emoción que aleja el sufrimiento y el temor, la tristeza y la ansiedad. El amor es nuestra emoción comodín, podemos acudir a ella en todo momento, en cualquier situación.

Una de las maneras en que el amor aparece en nuestra vida, es a través de la gratitud. Me gusta pensar en ella como en una hermosa semilla a la que cuidamos diariamente, es una semilla que vive dentro de nosotros y la cuidamos regándola con palabras amorosas, hacemos que crezca a través de nuestra respiración consciente, esta semilla también se desarrolla gracias al amor que tenemos por nosotros mismos y por los demás. Poco a poco, la gratitud va creciendo en nosotros, al principio se muestra tímidamente, a través de un “gracias” silencioso dirigido a nuestro cuerpo, a cada célula. Más tarde, cuando toma confianza, la gratitud se expresa con voz segura a través de una observación serena de todo lo que nos rodea, de las cosas que nos hacen la vida más fácil. Por último, la gratitud se convierte en un gran árbol que cobija la vida en su interior, debajo de sus ramas e incluso en sus raíces. Y es en ese momento en el que la gratitud se ha transformado en un profundo sentimiento de amor por toda la humanidad, por todo el universo. La gratitud nace en nosotros pero crece más allá de las fronteras de nuestro cuerpo, abarcando a todo ser sintiente, más allá del espacio y el tiempo.

Este es el momento de desarrollar nuestra presencia, estando presentes en nosotros mismos, en nuestro cuerpo, estando presentes junto a nuestros seres queridos, estando presentes con toda la humanidad. Cuando desarrollas tu compasión, cuando experimentas esa profunda y espiritual unión con todos los seres, estás presente. Cuando apoyas desde la distancia, cuando lees mis palabras, cuando ayudas a alguien que vive cerca de ti, estás presente. Cuando no te dejas llevar por el pánico, cuando decides dejar de estar sobre-informado, estás presente desde tu mismo centro, desde tu corazón.

La gratitud es la llave que abre el candado de la felicidad. Tendemos a pensar que la felicidad es nuestro derecho, algo incluso que debemos perseguir. La realidad es que la gratitud es la que atrae a la felicidad y cuando dejamos de ir tras ella y comenzamos a invertir tiempo y amor en nosotros mismos, es ella quien viene hasta nosotros de manera inesperada, de manera sosegada.

Quiero que crezca en ti esta semilla de la gratitud hasta que se convierta en un bello y antiguo árbol que es refugio para ti y para todos. Por ello comparto contigo algunas maneras de regar esta semilla, léelo sin prisa, interioriza cada palabra.

Para un momento y dedícate un tiempo para ti… Si siempre estamos ocupados, si estamos sepultados bajo millones de responsabilidades, la gratitud se siente amenazada y huye, se esconde. Para que esta semilla crezca, antes debes hacerla un poco de espacio y debes comenzar dedicándote unos minutos a la semana solo para ti, donde puedas relajarte, donde puedas mirarte desde dentro a través de tu respiración consciente. Comienza por un día a la semana y ve conquistando pequeños minutos solo para ti a diario. De este modo, la gratitud se sentirá segura y sabrá que puede crecer en ti, que la estás acogiendo y haciendo un espacio en tu cuerpo y mente. En esos pequeños momentos que vayas conquistando para ti, puedes aprovechar para reflexionar en las tres o cuatro cosas que hay en tu vida y que la hacen única y especial. Tal vez observes que siempre son las mismas cosas las que te hacen sentir bien, especial, es normal, pero te aconsejo que amplíes tu mirada, que vayas más allá de tu cuerpo, más allá de tu familia y que observes los pequeños gestos de personas anónimas que te hacen disfrutar de la vida, que te hacen sentir una profunda gratitud.

 

Ábrete a cualquier experiencia que el universo traiga hasta ti… Solemos vivir en una constante lucha, luchando con otros por nuestra felicidad, como si ésta fuera un bien escaso, como si fuera un tesoro al que solo algunos acceden. En esa lucha eterna que tenemos con nosotros mismos y los demás, nos imponemos ciertas metas o expectativas que se pueden llegar a convertir en las rejas de la cárcel donde nos recluimos a nosotros mismos. Abandona tus expectativas, déjate llevar por la sabiduría de la vida, del universo. Relájate, permite que el propósito de tu vida te encuentre, no luches, no busques desesperadamente la felicidad fuera de ti, está en ti, siempre lo ha estado. Cuando fluyes con la vida, ésta te sorprende, te lleva a descubrir cosas de ti mismo que no sabías que tenías, te sorprende al enseñarte tu verdadera naturaleza, puro amor y gratitud. Fluye con ellos, déjate llevar.

El corazón es la sede del amor y la gratitud…Este lugar de tu cuerpo es el que guarda la semilla de la gratitud, de donde nace el amor, de donde nace la felicidad. Acude a tu corazón, siéntate calmadamente y lleva tus manos al pecho, siente su latido, su presencia silenciosa. Tras contactar con tu corazón, dedica dos o tres minutos a agradecer aquellas cosas y personas que hacen que tu vida sea más brillante, más interesante, más significativa. Intenta sentir cómo la gratitud se expande desde tu corazón a todo tu cuerpo, a tu mente y cómo también traspasa tu piel para compartir esta emoción con toda la humanidad, con todo el planeta, con todo el universo. Esta práctica tan sencilla te ayudará a crecer interiormente, te hará sentir equilibrado y sereno. Incorporar este hábito a tu día a día, lo cambiará todo, te transformará por completo.

 

Recuerda que la gratitud es una de las muchas maneras en que el amor se expresa. Tú eres puro amor, tú eres pura gratitud.

 

Elena Alameda Jackson

Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Especialidad en Psicología Clínica y de la Salud. Máster en Psicooncología por la Universidad Complutense de Madrid.

Psicóloga habilitada para ejercer actividades sanitarias en todo el país. Experiencia profesional en Psicología Online, Formación a Profesionales y Colaboradora de la editorial Formación Alcalá.

Psicóloga de We Doctor

Solicitud de consulta online con Elena: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/3080192

¿Quieres encontrar el equilibrio? Te invito a que disfrutes de la soledad.

Pasar tiempo a solas nos ayuda a conseguir una relación más sana tanto con nosotros como con los demás.

Aunque sí es cierto que somos seres sociales, de vez en cuando nos conviene estar a solas para poder reencontrarnos con nosotros mismos.

¿Crees que estar solo está mal visto? Pues siento decirte que para nada, la soledad bien gestionada es una buena oportunidad para conocernos y desarrollar nuestros puntos fuertes.

Nos permite hacer una valoración del estado en el que nos encontramos y solucionar con más calma los problemas que tengamos.

Estamos tan acostumbrados a estar siempre acompañados que cuando estamos solos experimentamos una sensación de vacío y de abandonado que no siempre resulta fácil de asumir.

Mantén una actitud positiva

La clave está en dejar de considerar la soledad como algo negativo.
Estar solo no significa sentirse solo.
Piensa en todo lo bueno que te pueden aportar esos momentos de estar contigo mismo: tiempo para reflexionar, para descansar, para entenderte mejor tanto a ti como a los demás…
Con esta actitud, la soledad puede convertirse en un regalo.

Más independencia

Estamos muy acostumbrados a depender emocionalmente de los demás, ya sean nuestros padres, amigos, pareja…
Si por cualquier razón nos quedamos solos, nos sentimos abandonados y con la sensación que nos falta algo.
Si aprendes a sentirte a gusto en esta situación, fortalecerás tu carácter, ser más feliz por ti mismo y no tanto por los que te rodean.

Fortalecer autoestima

Algunas veces el miedo a estar solo refleja una dosis baja de autoestima.
Para evitarlo, deja de depender de la aceptación de los demás.
Si te demuestras que tienes las capacidades suficientes por ti para superar los problemas sin ayuda, tu confianza aumentará de manera escalonada.

Date un voto de confianza y superarás los obstáculos con mayor seguridad.

Si te interesa tener técnicas que te ayuden a aumentar la autoestima, te invito a que visites el siguiente link: http://www.centrepsicologickaizen.com/aumentar-la-autoestima/ en el cual verás el temario que imparto para el Taller Online que puede resultarte muy útil.

Busca momentos de soledad

Si no estás demasiado acostumbrado, empieza realizando alguna actividad a solas como por ejemplo: ir a dar un paseo, a tomar un café …

Al principio te parecerá extraño, pero con el tiempo te acostumbrarás y disfrutarás de esos momentos.

La soledad bien gestionada puede convertirse en una gran aliada.

¿Quieres conocer algunos de sus beneficios adicionales?

  • Una oportunidad para cuidarte y disfrutar de la vida: aprovecha los momentos de soledad para hacer cosas que te gustan: escuchar música, leer, pasear…
  • Inteligencia emocional: las personas que están acostumbradas a estar solas suelen tener un mayor vida interior y son más capaces de comprender sus emociones y la de los demás.
  • Menos estrés: pasar un tiempo solo nos proporciona la relajación que difícilmente conseguiremos rodeados de gente. Es una forma ideal de serenarnos y de recuperar el equilibrio.

Termino este post con una frase que espero te haga pensar:

“Muchas personas sufren el miedo de encontrarse a solas, y por lo tanto, no se encuentran a sí mismas”.
Rollo May

 

Aida Canals López

Psicóloga General Sanitaria

www.aidacanals.com

Twiter: @acanalsl

Facebook: https://www.facebook.com/Centre-Psicològic-Kai-Zen-751624371564834/

Instagram: acanalsl

Psicóloga de We Doctor

Solicitud de consulta online con Aida: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/3112967

De una forma u otra estos días de cuarentena van a repercutir en nuestra Salud Mental.

Habrá quienes, después de un tiempo, evalúen este periodo como positivo o quienes tendrán la sensación de haber pasado por una dura y difícil etapa que inevitablemente le deje huella. Ahora mismo son muchos los portales y blogs en los que se dan recomendaciones o ideas para “sobrellevar” estos días. Nos damos ánimos sentando como base que esto es un momento complicado para el que necesitamos apoyo e intentamos estar más cercanos que nunca con un porcentaje concreto de nuestros contactos. La sobreinformación es muchísima, tanto del virus que nos tiene encerrados como de cuáles son los mejores consejos para que nos afecte lo menos posible.

Pero, ¿es evadirnos la mejor forma de pasar estos días?, ¿es realmente adaptativo y efectivo consumir constantemente entretenimiento arbitrario sin pararnos a evaluar ni analizar lo que podemos extraer de esta situación?

Lo cierto es que estamos ante unas circunstancias excepcionales, uno de esos momentos históricos que nadie ha decidido vivir por voluntad propia, pero por el que todos hemos de pasar actuando de la forma más humana y responsable posible. Es una situación inevitable, pero con fecha de caducidad. Por ello quizás serán unos días en lo que todo está permitido: sentirse hoy con fuerza, mañana no tener un buen día, pasado preocuparnos, dentro de tres días ni siquiera leer las noticias,… Y todo esto está bien. Pocos o ninguno de nosotros sabemos actuar en estos casos porque por suerte nunca antes hemos vivido algo así y es posible que ante este desconocimiento e incertidumbre sintamos ansiedad, angustia, miedo, preocupación, nerviosismo… Pero para tener en cierto modo una sensación de seguridad y control que nos ayude en esos días en los que sentimos que todo se está haciendo más difícil de lo imaginado, la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos (EFPA) ha recogido una serie de recomendaciones que, aunque probablemente ya hayáis leído, no está de más recordar:

  • Limítate a conocer la situación local. El Covid19 ya ha sido declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) una pandemia global que afecta a un gran número de países. Cada uno de estos países están en una fase diferente. Buscar y leer información sobre lo que pasa en otros países puede perjudicarnos, puesto que ni sanidad, ni sociedad, ni personal sanitario, ni autoridades responsables de garantizar la seguridad y el control de este problema son iguales de unos países a otros.
  • Infórmate. Evadir las noticias o intentar no saber lo que pasa no es la forma más responsable de actuar. Es importante que sepamos cual es la realidad que hay fuera de nuestras casas, por eso acota unos minutos al día para informarte SIEMPRE a través de organismos oficiales, de cuál es la situación y qué medidas se están tomando. Unos minutos. No necesitas más. La saturación de información puede ser perjudicial y mucho más si atendemos y creemos todo lo que leemos u oímos.
  • Mantente cerca de tu círculo social habitual. Puesto que ahora mismo no existe la posibilidad de hacerlo físicamente, aprovecha las facilidades tecnológicas con las que contamos y no pierdas la rutina social a la que estás acostumbrado. Este círculo social suele actuar en nuestra vida diaria como nuestro cable a tierra, mantenerlo estos días es incluso más importante.
  • Cuídate. Ya sabemos que para poder ayudar a otros es primordial que nosotros estemos bien. Para ello, Atle Dyregrov (ex miembro del Comité Permanente de la EFPA sobre Psicología de crisis, traumas y desastres) ha desarrollado un texto en el que nos da algunas pautas sobre cómo podemos actuar para que nuestra Salud Mental no se resienta preocupantemente tras un periodo de cuarentena. Puedes encontrarlas a continuación recogidas de forma sintética:
    • Es importante tener presente que estamos haciendo esto por un bienestar social general.
    • Mantener unas rutinas de ejercicios, comida y sueño es primordial para que nuestro día a día siga cierto orden y podamos mantener un ritmo biológico óptimo.
    • Como decíamos anteriormente, cuida e incluso enriquece el contacto social.
    • Toma el control de los pensamientos negativos. Cuando estos aparezcan, podemos realizar un ejercicio de meditación y relajación con el que consigamos ver que nuestros pensamientos no son más que eso: ideas, que no tienen por qué hacerse realidad.
  • Si lo necesitas, busca ayuda profesional. Si después de estas recomendaciones, aun sientes nerviosismo, tristeza u otras sensaciones que te producen malestar e interfieren con tu desempeño diario, consulta con un profesional de la Salud Mental. En casos de hipocondría y otros trastornos relacionados con la ansiedad es importante que durante estos días se reciba el apoyo psicológico adecuado, puesto que una mala interpretación de síntomas característicos ansiosos (como puede ser la sensación de falta de aire), puede llevarnos a un auto-diagnóstico erróneo de Covid19 (cuyo síntoma más conocido es justamente ese) que no hará más que empeorar la situación.
  • Y por último, aunque no menos importante, si hay menores en nuestros hogares, establezcamos lazos de comunicación estables y seguros, adaptemos el lenguaje y la explicación de lo que ocurre a sus edades, y creemos con ellos una rutina que, como decíamos anteriormente, les permita tener un orden.

 

Silvia Muñoz Morales

Máster en Psicología General Sanitaria

Twitter: @psicnetworkblog

Facebook: /psiconetworkblog

Psicóloga de We Doctor

Solicitud de consulta online con Silvia: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/3276802

Prácticamente todo el mundo ha sufrido alguna dificultad para dormir en algún momento de su vida. Todas las personas en mayor o menor medida disponemos de cierta predisposición a desarrollar alguna alteración en nuestro sueño, ocasionado normalmente por algún suceso estresante. Afortunadamente la mayoría de la gente recuperará su sueño habitual con cierta facilidad una vez haya desaparecido dicho estresor o se hayan adaptado a este; sin embargo otra parte de la población seguirá sufriendo el problema mucho tiempo después, convirtiéndose en un problema serio de insomnio.

Entonces, ¿De qué depende?, ¿Qué factores influyen en este proceso? En este artículo explicaremos que componentes influyen en el desarrollo del insomnio crónico.

Según Spielman, son tres los factores que intervienen en la historia del insomnio crónico, refiriéndose a factores que predisponen, precipitan y por último aquellos que lo perpetúan.

 

Factores que Predisponen:

Son diversos los factores que pueden aumentar nuestra vulnerabilidad a desarrollar este trastorno. Podemos encontrar en este grupo cierto nivel de hiperactivación fisiológica, la predisposición genética, la edad, etc.  Todas las personas con insomnio o no disponemos de cierto nivel de vulnerabilidad. Dependiendo nuestra predisposición tendremos más o menos facilidad para que en un momento determinado aparezcan dificultades con nuestro sueño.

Son diversos los factores que pueden aumentar nuestra vulnerabilidad a desarrollar Insomnio.

Factores que Precipitan:

Serían aquellos factores que en un momento determinado actúan como precipitantes del insomnio. Entre estos factores, el estrés es el más común. Casi el 75% de las personas con insomnio relacionan el inicio de sus dificultades con algún suceso específico importante en sus vidas. Estos estresores pueden ser de diferente índole, como por ejemplo, problemas con la salud, pérdidas personales o dificultades en el trabajo. Son los factores precipitantes los que dependiendo de nuestra vulnerabilidad provocarán que empecemos a desarrollar un episodio de insomnio. Así, una persona con mucha vulnerabilidad precisará un estresor de menor magnitud para empezar a padecer problemas con su sueño.

Casi el 75% de las personas con insomnio relacionan el inicio de sus dificultades con algún suceso específico importante en sus vidas.

Factores que Perpetúan:

Como comentábamos, lo más habitiual es que una vez terminen o nos adaptemos a nuestro estresor recobremos nuestra forma habitual de dormir. Pero, en algunas ocasiones las dificultades con el sueño continúan incluso habiendo desaparecido las circunstancias que lo provocaron. Es aquí donde entran en juego los factores perpetuantes, como pueden ser los hábitos incorrectos o las cogniciones disfuncionales sobre la falta de sueño.

Por poner un ejemplo, muchas personas, con el fin de sobrellevar sus dificultades para dormir, desarrollan ciertos hábitos desadaptativos (excesivo tiempo en la cama, dormir durante el día, consumo de estimulantes, etc.). Estas estrategias aunque pueden resultar beneficiosas en un primer momento aliviando sus síntomas de somnolencia, a medio y largo plazo, interfieren en la sincronización de un ritmo sueño-vigilia regular, y acaban cronificando el problema.

El reconocimiento de la importancia del papel mediador de los factores psicológicos y conductuales en el insomnio ha conducido al estudio de estas intervenciones, en especial de contenido cognitivo conductual.  Estos tratamientos, rigurosamente evaluados, pretenden modificar ciertos hábitos disfuncionales de sueño, reducir la activación fisiológica y cognitiva, corregir las creencias irracionales respecto al sueño y educar al paciente en prácticas saludables respecto al mismo.

El reconocimiento de la importancia del papel mediador de los factores psicológicos y conductuales en el insomnio ha conducido al estudio de estas intervenciones, en especial de contenido cognitivo conductual.

 

 

Juanjo Agustí. 

Licenciatura en Psicología. Master en Psicología General Sanitaria.
Psicosomni. Centro especializado en el tratamiento psicológico y la prevención de los trastornos  de sueño.
(http://www.psicosomni.es/)
Psicólogo de We Doctor.

Solicitud de consulta online con Juanjo: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/1474561

Este virus ha llegado de manera inesperada, cambiando nuestra vida al completo. Muchos dirán que es una gran crisis, que es un desastre para toda nuestra vida. Yo opino de manera diferente, yo creo que el coronavirus nos está dando la oportunidad de re-conectar con nuestra propia humanidad, nos permite vivir en el presente, tarea nada sencilla cuando la vorágine de la vida nos conduce por caminos que ya conocemos.

Siempre he pensado que los malos momentos y las crisis, tienen un poder enorme para transformar nuestras vidas, pues nos permiten tomar las riendas de nuestra vida en lugar de dejar que continúen su camino de manera automática. Esta crisis, como muchas otras que hemos vivido y viviremos, nos ayuda a evolucionar, a crecer, a ver la vida de una manera alternativa. Por eso creo que este virus es la semilla de un cambio que nace en tu interior, es la semilla que cambiará toda tu vida si te abres completamente a esta experiencia.

Creo que esta situación que estamos viviendo ahora, es ideal para adentrarnos en la magia del presente, de la atención plena. Si lo piensas, los grandes monjes budistas viven aislados y es precisamente en esas situaciones donde podemos desarrollar nuestra más profunda espiritualidad, es cuando tenemos más tiempo para reflexionar, para estar con nosotros mismos y nuestros seres queridos… muchos dirán que es una situación insoportable… yo creo que es la situación ideal para hacer cambios profundos, para crear la vida interior que realmente deseas.

La práctica de la atención plena nos ayuda a vivir en el presente, en este momento exacto en que tomas aire y lo expulsas, en este instante de la vida donde puedes sentir tu cuerpo, donde sabes que en tu interior todo va bien, a pesar del caos del mundo que existe fuera de ti. Lo que propone mindfulness, es experimentar el presente, el único momento que realmente podemos vivir. Al hacer esto, comenzamos a aceptar las experiencias que vivimos como parte del aprendizaje vital.

Tenemos el poder de escribir nuestra vida cada día, en base a decisiones tan sencillas como dejarnos llevar por el miedo o refugiarnos en nuestro amor, podemos angustiarnos con las noticias o podemos observar nuestra respiración calmada, sintiendo que en este instante de nuestra vida todo va bien. Podemos elegir entre el pánico o la gratitud, podemos sentir que la vida ha perdido todo el sentido o podemos imaginar la nueva vida que surge de esta situación difícil, de este reto que estamos viviendo toda la humanidad unida.

En el artículo de hoy quiero darte algunas pautas muy sencillas para que el aislamiento que ahora estás experimentando, lo puedas vivir desde la calma y serenidad, desde el presente y tu propia respiración… Allá vamos…

  • Respira… Sé que te puede sonar raro que te diga que respires, pero has de saber que la respiración es el hilo que te une al presente y a tu cuerpo. Cuando observas tu respiración calmada, creas una burbuja de serenidad a tu alrededor, acallando las noticias que vienen de fuera, acallando el diálogo que tienes contigo mismo, reduciendo la intensidad de tus emociones. La clave es respirar conscientemente, en el presente. Tal vez te estés preguntando cómo puedes hacerlo…. Bien, a continuación te muestro un pequeño ejercicio de respiración consciente que puedes practicar desde ya mismo:

Muy amablemente, guía tu atención a la respiración… atiende a la expansión de tus pulmones y de la caja torácica y a la manera en que tu abdomen empuja hacia fuera… Respira a tu propio ritmo, no te fuerces en hacer inspiraciones más profundas de lo habitual en ti… Respira naturalmente… sintiendo los movimientos de la inhalación y exhalación… Siente el ligero ir y venir de tu respiración, introduciendo aire fresco en tus pulmones a través de la nariz… y expulsando el aire que ha usado tu cuerpo para mantenerte consciente en el aquí y ahora… Siente cómo el ritmo calmado de tu respiración te recuerda a una marea eterna, cada inspiración es una ola, cada espiración otra ola más que profundiza tu calma y bienestar…

Al centrarte solo en tu respiración, puedes sentir que tu atención se enreda en pensamientos o emociones que experimenta tu mente… no pasa nada… esa es la función de la mente… pero cada vez que sientas que los pensamientos o emociones te distraen, quiero que imagines que son nubes esponjosas que se van por sí solas cuando no te aferras a ellas… Cada vez que sientas que te has distraído, recuerda volver a tu respiración, de modo que el aire que inhalas y exhalas, te ayude a que esas nubes de tu mente fluyan… se alejen… los pensamientos vienen y van cuando no nos aferramos a ellos… desaparecen por sí solos… Siente esta profunda sensación de apertura y aceptación hacia ti mismo… Durante unos minutos, tan solo observa tu cuerpo y tu mente… fluye con el aire que introduces y expulsas de tu cuerpo…

 

  • La vida fluye… todo pasa, nada permanece… Una de las grandes enseñanzas del budismo, es que la vida es impermanente, nada dura para siempre. Sé que en la situación en que estamos inmersos ahora mismo, puede parecer que el tiempo se alarga eternamente, que hemos perdido el control total de nuestra vida. Lo cierto es que esto también pasará, también desaparecerá. La clave es aceptar la vida tal y como es y sacar provecho de esta experiencia, reflexiona sobre cómo deseas que sea tu vida a partir de ahora, piensa en esa afición que siempre te ha apasionado y busca información para saber si puedes vivir de ella, mira a tu alrededor, a tu familia, a tus seres queridos… Siente el amor que hay en ti, aprovecha el aislamiento para re-conectar contigo mismo y con tus seres queridos.

 

  • Sé consciente de lo que haces en cada instante… De eso trata la atención plena, de vivir conscientemente, de observar nuestro cuerpo y mente, de saber lo que hacemos y cómo lo hacemos. Como dice Thich Nhat Hanh, cuando respiramos, somos conscientes de que respiramos, cuando nos aseamos, somos conscientes de que nos aseamos, cuando hablamos, somos conscientes de que hablamos. Trae tu atención de vuelta al ahora, al presente, a tu propio cuerpo. Hoy, cuando te laves los dientes, observa toda esta experiencia, observa la fuerza de tu mano al tomar el cepillo, el olor de la pasta de dientes, el movimiento de abrir la boca, los movimientos que realices para llegar a todos los dientes, siente también cómo te enjuagas la boca y la sensación de limpieza que sientes. Esto lo puedes hacer con cualquier otra actividad.

 

  • La humanidad compartida… Todos somos uno y lo mismo, cuando ayudamos a otra persona, en realidad estamos ayudando a toda la humanidad que habita este planeta. Un gesto tan sencillo como sonreír o salir a aplaudir el magnífico trabajo que realizan los profesionales de la sanidad, los reponedores, los cajeros, los transportistas, es capaz de transmitir amor y gratitud, modificando la vibración de un país entero, del mundo entero. Vibra alto, siente amor, compasión, gratitud, esperanza y serenidad, estas emociones viajan más allá de tu piel, se transmite silenciosamente a tu alrededor.

Estos pequeños consejos creo que te ayudarán a comenzar a vivir este aislamiento obligado como una oportunidad para evolucionar, crecer y convertirte en la persona que deseas ser.

 

Elena Alameda Jackson

Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Especialidad en Psicología Clínica y de la Salud. Máster en Psicooncología por la Universidad Complutense de Madrid.

Psicóloga habilitada para ejercer actividades sanitarias en todo el país. Experiencia profesional en Psicología Online, Formación a Profesionales y Colaboradora de la editorial Formación Alcalá.

Psicóloga de We Doctor

Solicitud de consulta online con Elena: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/3080192

Como ya hemos comentado, son los pensamientos distorsionados, y no los realistas, los que dan origen a la ansiedad.

¿Me estaré volviendo loca?

¿Y si tengo una enfermedad extraña?

¿Y si ocurre algo malo?

¿Qué hubiera pasado si…?

Tener pensamientos de este tipo le ocurre a más gente de la que te imaginas, lo que pasa que no es algo que se suela contar porque generalmente estos pensamientos recurrentes paralizan mucho a la persona que los sufre, le provocan vergüenza y le cuenta comprender porque los tiene.

Aunque hay muchos tipos de pensamientos distorsionados (no realistas), algunos de los pensamientos que más predominan entre las personas que tienen ansiedad son los siguientes:

– Enloquecer y perder el control.

– Tener una enfermedad mortal o rara.

– Hacer daño a alguien,
– Culpabilidad o vergüenza por algo que se ha hecho o se ha dejado de hacer.
– Anticipar situaciones futuras que resultan problemáticas o que pueden ir mal.
– No reconocerse y dudar de uno/a mismo/a.
– Miedo a que ocurra alguna desgracia, etc…

Muchas veces nos insistimos a nosotras mismas en que no debemos pensar acerca de estos pensamientos, que nos tenemos que esforzar porque estos pensamientos desaparezcan. ¡ESTO ES UNA TRAMPA!

Cuanto más nos esforzamos en que esos pensamientos desaparezcan, menos lo conseguiremos porque el cerebro humano es muy complejo y no podemos coger un recuerdo o un pensamiento y borrarlo sin más. Está demostrado que cualquier cosa a la que intentes resistirte mentalmente, se hará más persistente. Por tanto, cuanto más intentes hacer que desaparezca un pensamiento, más recurrente, más intenso y más frecuente se hará.

Cuando aparezcan esos pensamientos negativos y obsesivos, lo primero que hay que hacer es dejarlos estar, partir de la base de que esos pensamientos no te van a hacer ningún daño. Simplemente sabes que son desagradables pero también sabes que no te van a hacer ningún daño y que lo que estás pensando es de carácter irracional, que nada de lo que estás pensando tiene que ver con la realidad ni va a ocurrir. Todo se queda en el susto que te produce ese pensamiento así partiendo de la base de que ese pensamiento es totalmente inofensivo aunque desagradable tienes que tener la certeza de que puedes seguir haciendo tu vida con total normalidad.

En el momento en que rompas tu rutina porque han aparecido esos pensamientos te estarás sugestionando todavía más con ellos y serán más persistentes. Una de las cosas que podemos hacer es cambiar nuestro dialogo interno, esto es, el discurso que mantienes contigo misma cuando aparecen esos pensamientos desagradables. En vez de dejar que cada vez vayan ganando más terreno y alimentarlos pensando en todas las posibles desgracias que pueden ocurrir en un futuro, prueba a utilizar estas otras técnicas.

1. COMPROBAR LOS HECHOS

Cuando tengas un pensamiento negativo pregúntate si existe alguna manera de comprobar si es realmente verídico.
“¿Qué datos reales apoyan mi forma de pensar?”

En vez de asumir la veracidad de nuestros pensamientos negativos, hay que comprobar la exactitud de los hechos fijándonos en lo objetivo.

Ejemplo. Antes de ir al cine piensas “¿y si me da un ataque de ansiedad allí?”. En vez de alimentar ese pensamiento, diciéndote a ti misma “¿Cómo me verán los demás si me da un ataque allí?”, “¿y si llego a perder el control”?, etc.
Trata de modificar tu autodialogo y comprobar si tu pensamiento de “¿y si me da un ataque de ansiedad allí?” es real diciéndote a ti misma:
“Si en otros momentos no me ha ocurrido nada en esta situación, ¿por qué me iba a ocurrir hoy?”
“¿Es una situación en la que debo de tener miedo?”, “¿existe algún peligro real?”
“Aunque me produce cierta ansiedad hacer esto, soy capaz de hacerlo y no voy a dejar que mi ansiedad me paralice y me limite en mi día a día porque la ansiedad no son más que pensamientos desagradables y molestos pero realmente no va a ocurrir nada de lo que estoy pensando”.

2. EL MÉTODO DEL DOBLE NIVEL DE EXIGENCIA / CAMBIO DE PERSPECTIVA

Cuando se te pase un pensamiento negativo y critico por la cabeza, puedes preguntarte a ti misma: “¿Le diría esto mismo a una amiga íntima, parecida a mí, que tuviera un problema similar?”
Solemos ser mucho más exigentes con nosotras mismas que con los demás.

Cuando cometemos un error o no alcanzamos algún objetivo, “¿qué mensaje nos solemos transmitir?”

“¡Soy una idiota rematada! No sé lo que estoy haciendo. ¡Voy de fracaso en fracaso!”

¿Le diríamos lo mismo a una amiga que comete el mismo error?

¡NO! Seguramente intentaremos darle ánimos.

¿Por qué no nos apoyamos a nosotras mismas de la misma manera?
–Puede que digamos “porque me exijo más”
– ¿Por qué te exiges más?
– “Porque quiero hacer lo mejor posible”

Resumiendo, nos fustigamos a nosotras mismas para esforzarnos al máximo y rendir al tope de nuestras posibilidades.

Me imagino que también te gustaría que tu amiga hiciera las cosas lo mejor posible. ¿Cómo es que no le dices “¡Eres una estúpida, nunca harás nada bien!”?
La respuesta es porque estos mensajes tan descalificadores son completamente irrealistas y no ayudaran a nuestra amiga a prosperar.

Solo conseguirán q se sienta con ganas de renunciar a todo. ¡ESTE TIPO DE MENSAJES TAMPOCO TE AYUDAN A TI!

Ejemplo. Tengo miedo a subir en un ascensor con gente y me digo a mi misma “¡Seguro que me va a dar un ataque de ansiedad y voy a hacer el ridículo delante de los demás! La voy a liar”.
Posiblemente me vaya transmitiendo este mensaje cada vez que subo con alguna persona en ascensor. Estos pensamientos me pondrán mucho más nerviosa y aumentaran mi miedo.

Cuando detectes estos pensamientos, piensa que le dirías a una amiga que está preocupada por si le da un ataque de ansiedad en el ascensor cuando sube con más personas. Ej. “No va a pasar nada. Son miedos propios de tu ansiedad pero no se van a hacer reales. Es mejor que te enfrentes a ellos y compruebes por ti misma que no ocurre nada. Mucha gente sube a diario en ascensores y no pasa nada. Estate tranquila

Intenta transmitirte a ti misma los mismos mensajes de ánimo que le darías a un amigo. Este tipo de mensajes tranquilizan más.

3. IMAGINAR COSAS POSITIVAS

Sustituir las fantasías que te generan ansiedad (ej. Miedo a sufrir una crisis nerviosa, perder el control, etc.) por imágenes placidas y tranquilizadoras (ej. Puedes imaginarte bañándote en la playa, paseando por un sitio que te gusta, etc.), mientras te transmites mensajes tranquilizadores y de confianza.

 

Haizea Gómez Mugarza.

Psicóloga Sanitaria.

Instagram: haizea.gomez.psicologa

Facebook: Haizea Gómez / Psicóloga Sanitaria

Psicóloga de We Doctor.

Solicitud de Consulta Online con Haizea: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/5636099

Se me ocurrió exponer en “criollo” que es un psicoanalista desde mi experiencia como analizante y analista.

Básicamente el que escucha aquello bizarro, raro, elocuente, fantasmatico, doloroso, fallido, intimo, etc.; aquello que cotidianamente es desoído por el entorno en general, despreciando su originalidad, soslayando el sufrimiento, aconsejando lo imposible, ocultado en secreto inconfesable, etc.

A eso le da lugar un analista, para que el sujeto hablante diga de su subjetividad sin ser criticado, juzgado o dirigido.

Para que en su decir se desplieguen las notas en donde se apoya su insatisfacción, miedos, dificultades, adicciones, angustias, etc. La intención de esa escucha, excluida de impresiones personales del analista, apunta a ir destejiendo el sentido que sostiene xej. un síntoma, una perdida, un sueño, un conflicto amoroso, etc. “Entre con una historia a mi análisis y salí con otra”, un buen ejemplo de una labor realizada. Un paciente me manifestó “Con vos aprendí a dudar”, y con ello a descreer de afirmaciones propias y ajenas que lo alienaban por su imposibilidad de ejecución. Un niño aterrado por los mounstros nocturnos, dejo de verse atemorizado por ellos cuando los dibujamos y encerramos en la historia clínica. Otra paciente y sin medicación psiquiátrica, de alucinar la presencia abrumadora del más allá que venía a buscarla, paso a soñar con su padre fallecido antes de nacer, se pudo pasar a otra cosa, más liviana para la vida por vivir. Una derivación por cierta fobia se resolvió al encontrar las coordenadas en un medio familiar asfixiante. Viñetas tendría muchas luego de más de 30 años de ejercicio de la profesión, pero mi intención es hacer saber cuál es la utilidad de un análisis, ya que el mismo es una técnica que ayuda a desmantelar el padecimiento psíquico.

Voy a continuar publicando en esta dirección, para romper el mito de la ortodoxia a ultranza del silencio del analista y el diván. La escucha analítica emerge, en un mundo donde la mayoría no puede escuchar la diferencia, lo extimio, el sinrazón…

Derribando Mito

En el discurso popular se suele decir que escuchamos problemas. Que hay que estar “loco” para ir al psicólogo, que me las arreglo con un amigo, etc.

Resulta que hay algo de ello pero nuestra escucha va más allá de un “problema”, que si estarías “loco” seria más inaccesible la intervención y ocupamos muchos personajes adjudicados por transferencia más allá de un amigo, etc. Intentamos en nuestra escucha liberar al sujeto del deseo cercenado por mandatos ancestrales, necesidad de reconocimiento del otro, entre otras instancias inhibitorias. El sujeto del deseo es un sujeto de derecho, contrariamente a un sujeto tomado por la necesidad ajena. Consulta, tanto es así que los honorarios deberían ser lo que el analizarte puede, más allá de la valoración personal del analista en cuanto a su ofrecimiento. Ya que si apostamos a su liberación, al activar al sujeto deseante el dinero viene por añadidura.

Desmitificando la temática de los honorarios

Los honorarios analíticos creo deberían ser honorarios a pactar. Es uno de los elementos del encuadre. El analizante concurre a sesión días, horas y al espacio en que pacta con el analista. Entonces, los honorarios ¿por qué no? El que consulta lo hace en la medida de sus posibilidades temporoespaciales y económicas respecto de su subjetividad.

Algunos analistas sostienen un encuadre fijo, mientras que otros no, pudiendo flexibilizar las coordenadas de dicha escucha en diferentes sitios como asistencia domiciliaria, vía internet, etc. Entonces, ¿cual es la razón por la cual el honorario debería excluirse de dicha mediación con el analizante? O acaso prestando servicios profesionales en obras sociales, instituciones privadas, etc. un tercero ajeno a las incumbencias profesionales dictaminan el costo de cada sesión sin el debido respeto por cada quien. El caso por caso en su singularidad opino es aplicable respecto a esta cuestión, el costo del analizante que consulta es acorde a sus posibilidades. O el deseo ¿no es una pura apuesta, sin garantías de éxito en su jugada? Les dejo esta reflexión.

 

Lic. Cristina Rodríguez

Lic. en Psicologia Psicoanalista de Orientación Lacaniana y perspectiva de género Atención de pacientes adolescentes, adultos y tercera edad Escucha de problemáticas y/o dificultades sintomáticas  amorosas y/o sexuales, laborales, en el lazo social, en otras cuestiones.

 Solicitud de Consulta Online con Cristina: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/7733282

Psicóloga de We Doctor.

¿Qué es el Síndrome de Tourette?, ¿tiene tratamiento? Responde a estas y otras preguntas en el post que hoy dedicamos a este trastorno motor…

Debe su nombre al neuropsiquiatra que lo describió por primera vez en 1885: Georges Gilles de la Tourette. El Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5; APA 2013) lo recoge como uno de los tres tipos de Trastornos de Tics existentes:

  1. Trastorno de tic persistente (o crónico), que pueden ser tanto motores como vocales.
  2. Trastorno de tic transitorio.
  3. Trastorno de Tourette (o Síndrome de Tourette), en el que se produce la presentación tanto de tics vocales como motores durante, al menos, 1 año.

Pero, ¿en qué consiste concretamente este síndrome? Antes de responder a esta pregunta, debemos tener en cuenta que toda la información aquí contenida persigue un objetivo meramente informativo y que, para confirmar este diagnóstico, es necesaria la evaluación y el criterio de un profesional.

Así pues, los criterios que han de cumplirse según el DSM-5 para el diagnóstico de este síndrome son:

  • Los tics (motores y vocales) han estado presentes en algún momento, aunque no necesariamente de forma recurrente.
  • Los tics pueden aparecer intermitentemente, pero persisten durante más de un año desde la aparición del primero.
  • Comienzan antes de los 18 años.
  • El trastorno NO se puede atribuir a los efectos de alguna sustancia (por ejemplo, cocaína) o a otra afección médica.

Como podréis encontrar en el portal de Tourette.org, “lo general es que los primeros síntomas sean tics de la cara, los brazos o del tronco… los tics vocales se producen junto con los movimientos. Estas vocalizaciones pueden incluir gruñidos, carraspeos, gritos y ladridos. También pueden expresarse como coprolalia (definida como el uso involuntario de palabras obscenas o de frases inapropiadas)”.

Se ha observado además, que existe un alto nivel de correlación entre la presentación de este síndrome y el diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o de Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), y que tiene un fuerte componente genético.

TRATAMIENTO

Generalmente, en los casos más graves se prescribe medicación neuroléptica para aliviar los síntomas motores, si bien es cierto que en los casos leves o moderados en los que no se ve impedido el desarrollo de la vida diaria de la persona, no se requiere este tipo de tratamiento. Pero es importante tener en cuenta que su empeoramiento está estrechamente relacionado con las situaciones de crisis en los que se aumenta la ansiedad y el estrés. Por tanto, la terapia psicológica es fundamental para tratar estos problemas asociados, así como aquellas potenciales repercusiones tanto en el aprendizaje como en la conducta de los menores que padecen este síndrome. Además, es frecuente que estos chicos y chicas vean afectadas las relaciones con sus iguales y necesiten del trabajo con el manejo de emociones para conseguir un desarrollo social adecuado.

Si quieres saber más, no dudes en echar un vistazo a este enlace -> Síndrome de Tourette: preguntas frecuentes o ver la película “Al frente de la clase”, basada en un caso real y de la que os dejo a continuación una escena:

 

Silvia Muñoz Morales

Máster en Psicología General Sanitaria

Twitter: @justpsyblog

Facebook: /justpsyblog

Psicóloga de We Doctor

Solicitud de consulta online con Silvia: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/3276802

Al finalizar un año y comenzar otro, es inevitable que surjan algunas cuestiones relacionadas a los propósitos y metas.

Al despedir un año aparece una cierta nostalgia por aquellos objetivos no logrados, acompañada de la ilusión puesta en aquellos que aún quedan por alcanzar; planteamos nuevas aspiraciones, y muchas veces son las mismas del año anterior que se repiten, una y otra vez, ansiosas de aprovechar cada oportunidad de concretarse…o de llenarse de un halo de realidad. En este lugar de repetición pareciera que no hay avance, que el tiempo se detiene.  Nos dejamos envolver por el clima de fiesta de las dos últimas semanas de diciembre, “como si” fuese un puente entre el pasado y el futuro, anhelando cambios o situaciones diferentes mientras lo cruzamos.

Esperamos el año nuevo como si los trescientos sesenta y cinco días que llegan tuviesen una suerte de magia y encantamiento que hará realidad cualquier tipo de sueño, y depositamos imaginariamente en el tiempo y en el calendario la realización de nuestros planes.

No obstante, la vida es un proceso, y como tal, nada se consigue de un día para otro, y mucho menos sin renuncias mediante. La vida no es sólo el tiempo que pasa, implica también oportunidades de poner en juego lo que somos, lo que queremos y lo que hacemos, y, por supuesto, la posibilidad de aparecer en cada hecho con cada elección.

Con el año que comienza se nos presenta una nueva escena, donde la realización de los proyectos implica construcciones. No se trata de que lo mismo no se repita, sino más bien, de un hacer distinto con eso que es lo mismo; con objetivos a corto plazo y posibles de realizar, con nuevas intenciones y nuevos caminos por andar, que impliquen el descubrimiento de sí mismo, el crecimiento, la aceptación de lo que uno es, y la apropiación del vivir.

El año nuevo no siempre alude a una vida nueva, la mayoría de las veces se trata de la misma historia, del mismo deseo, pero puesto en escena desde una perspectiva singular y renovada. Este es el espacio donde debemos encontrar la ilusión de este nuevo comienzo en busca de la felicidad.

 

Claudia Carina Oviedo

Lic. en Psicología egresada de la Universidad Nacional de Córdoba.

Formación en Psicoanalisis, Posgrado en clínica Psicoanalítica. Maestría en Psicoanálisis.

Directora en Latinoamerica en We Doctor

Solicitud de consulta online con Claudia Carina: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/3440660

 

Es común que si hablamos de Trastornos Alimentarios y de la Ingestión de Alimentos, sean Anorexia y Bulimia los dos términos en los que pensamos en primer lugar. Desafortunadamente, todos hemos oído hablar en alguna ocasión de ellos y conocemos o intuimos, al menos de forma general, sus implicaciones.

Pero como podemos imaginar hay otras alteraciones menos frecuentes que de igual forma suponen un riesgo para la salud física de quien la padece.

Este es el caso de la Altrofagia o Pica que, además de poder ser una entidad patológica como tal, puede ser un signo o síntoma de otro trastorno psicológico. Esta alteración psicológica se caracteriza por la ingestión persistente de sustancias no nutritivas durante al menos un mes. Pero, ¿de qué hablamos cuando nos referimos a “sustancias no nutritivas”? Pues a todo aquello que nos podamos imaginar y que no entran dentro de una dieta común en la cultura imperante donde nos desarrollemos: cuerda, piedra, yeso, cristal, trozos de ropa… En la gran mayoría de ocasiones, cada sujeto es “selectivo” con su sustancia no nutritiva, es decir, que un individuo con pica ingiera de forma persistente trozos de su ropa (por ejemplo), no implica que vaya a ingerir cualquier otra sustancia de forma indiscriminada.

Un factor importante a tener en cuenta en la evaluación es la edad del sujeto. Es bastante común que los niños pequeños, sobre todo aquellos que empiezan a andar y experimentar con todo lo que encuentran, ingieran tierra o cualquier otra sustancia que tengan al alcance. En principio todo entra dentro de la normalidad en estos casos. Dichas conductas se llevan a cabo desde el desconocimiento y la motivación por experimentar con lo desconocido. No se trata de un deseo irrefrenable, a pesar de saber cuáles son las consecuencias físicas que pueden acarrear esta nociva ingesta.

El grupo de población en los que puede manifestarse esta problemática es muy variado y abarca desde los niños y niñas que persisten en esta conducta, a pesar de la intención de madres, padres y cuidadores de corregir este comportamiento, y con edades comprendidas entre 1 y 6 años; hasta mujeres embarazadas, personas con discapacidad y/o Trastornos del Neurodesarrollo, así como en algunas personas con Trastornos de Ansiedad, Anorexia o Bulimia. Se ha observado que es algo relativamente frecuente en los jóvenes con mayor discapacidad intelectual y que, a pesar de ir desapareciendo a medida que el individuo crece, vuelve a aparecer un pico de prevalencia a partir de los 65-70 años.

Como ocurre con muchas de las patologías desarrolladas a nivel psicológico, es difícil determinar una causa única que explique el por qué de este trastorno. Son muchos los factores y problemáticas que pueden derivar en una alteración como esta. Por ejemplo a nivel físico, se han descrito estudios en los que se han encontrado que alguna de las características en común de las mujeres embarazadas con Pica era la anemia ferropénica. Pero también es cierto que se han hallado componentes sociales con grandes implicaciones en el desarrollo de la Altrofagia como pueden ser el abandono y/o la negligencia materna/paterna y la pobreza.

En resumidas cuentas, y como pasa en todos y cada uno de los casos clínicos que podemos solucionar desde la consulta de Psicología, la clave de una óptima resolución pasará por realizar una evaluación, diagnóstico y tratamiento adecuados a las características personales del sujeto así como al contexto social y estado de salud en el que se encuentre.

 

 

Silvia Muñoz Morales

Máster en Psicología General Sanitaria

Twitter: @justpsyblog

Facebook: /justpsyblog

Psicóloga de We Doctor

Solicitud de consulta online con Silvia: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/3276802