La crisis sanitaria que estamos viviendo desde hace unos meses, teniendo en cuenta el período de confinamiento prolongado, la alta exposición a noticias, estar en contacto con alguna persona afectada… ha causado un aumento de los síntomas depresivos, de ansiedad y de estrés postraumático.

Voy a enumerar aquellas alteraciones psicológicas más habituales con las que me he encontrado en mi ejercicio diario durante este tiempo:

Adicciones

Quienes ya las tenían, han incrementado el consumo de éstas.

Estar encerrados provoca ansiedad, la cual a veces es canalizada a través de adicciones (no únicamente me refiero a drogas), sino también a comida y actividades, como por ejemplo, consumir entretenimiento de forma online.

Dificultades para socializar

Al salir del confinamiento, nos hemos sentido inseguros y/o cohibidos a la hora de entablar un nuevo contacto social.

Alteraciones en el sueño

Las preocupaciones han aumentado, los ritmos de horario han variado, las rutinas… lo que ha llevado a no tener un correcto hábito de sueño y a padecer insomnio en algunos casos.

Frustración

El confinamiento fue de un día para otro un encierro involuntario, con lo cual muchos planes de los que teníamos se nos han visto truncados y muchas oportunidades perdidas: viajes, entrevistas de trabajo, celebraciones familiares… la vida se detuvo por causas ajenas a nuestra voluntad y nos generó frustración.

Incertidumbre

Hemos estado encerrados sin poder ver a nuestros familiares ni amigos, quizás hemos perdido nuestro empleo, nuestra rutina de vida se ha visto alterada en todos los sentidos … y si a todo esto le añadimos el pensamiento recurrente de que puede que no exista una recuperación económica a corto y/o a largo plazo, de que no encuentre trabajo o de que pueda perderlo, de que algún amigo o familiar se vea afectado por la enfermedad de forma grave… todo esto nos conlleva a una incertidumbre ante el futuro, acerca de si podremos seguir viviendo y recuperar la vida que teníamos antes del confinamiento.

Proceso de duelo

Muchas personas han perdido un familiar o amigo durante el período de confinamiento. Si ya un duelo resulta difícil en condiciones normales, el no habernos podido despedir de quienes queremos, todavía convierte el proceso en algo más complicado de superar; ya que muchas cosas quedaron por decir.

Somatizaciones

Muchos dolores de cabeza, problemas gastrointestinales…

Hábitos saludables que recomiendo

  • Evitar sobreinformación: Elige un momento del día concreto y medios fiables para informarte de cómo va la pandemia, ya que el exceso de información genera consecuencias negativas sobre nuestro estado de salud física como emocional; se trata de mejorar la calidad y coherencia de la información.
  • Mantener la mente activa: Lee, cocina…
  • Practicar ejercicio físico de forma regular: Camina, haz ejercicio en casa…
  • Mantener contacto social virtual: Con amigos, familiares…
  • Descansar: Mantener hábitos de vida saludables tanto en alimentación como en sueño.
  • Buscar momentos para uno mismo: practica Mindfulness, relájate… ya que te ayudará a estar más presente y calmarte.
  • Buscar apoyo en las personas del entorno, o si lo necesitas en los profesionales, sabes que a través de medios telemáticos estamos disponibles.
  • Seguir una rutina diaria: Horarios para levantarse, para comer, para realizar tareas domésticas.
  • Evitar pensamientos catastrofistas: Intenta vivir el momento presente y ocúpate del día a día sin anticipar lo que pueda suceder ya que esto genera ansiedad.
  • Descansar: Mantener hábitos de vida saludables tanto en alimentación como en sueño.
  • Buscar momentos para uno mismo: practica Mindfulness, relájate… ya que te ayudará a estar más presente y calmarte.

 

Aida Canals López

Psicóloga General Sanitaria

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Psicóloga de We Doctor

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Una de las consecuencias del Covid-19, ha sido la llegada del teletrabajo… deseada por algunos, odiada por otros.

Más allá de que nos guste o no esta nueva manera de trabajar, es una realidad que ha llegado hasta nosotros y que podemos aprovechar para conocernos más y aprender a vivir conscientemente.

Sé que la vida es complicada y que en ocasiones mantener el equilibrio entre la vida personal y profesional es difícil, especialmente cuando ambas facetas vitales se unen y se desarrollan en un mismo espacio. ¿Quiere esto decir que es imposible adaptarse al teletrabajo?

Mi respuesta es un rotundo no, no es imposible. Siempre podemos adaptarnos, siempre podemos modificar aquello que ya no encaja con quienes somos y lo que necesitamos. Y en ocasiones aquellas cosas que nos hacen sentir incómodos, son la excusa perfecta para conocernos mejor (saber lo que queremos y lo que no) y también nos ayuda a cambiar aquellas rutinas que no nos ayudan.

Hoy quiero darte algunas pautas muy prácticas para que puedas trabajar y vivir en un mismo lugar sin perder la cabeza. Allá vamos…

Espacios donde vivir y trabajar… Uno de los problemas que podemos tener es asignar diferentes espacios a nuestra vida personal y de ocio y a la vida profesional. Sé que algunas casas son pequeñas y no se dispone de una habitación que pueda ser un despacho, pero eso no es excusa para usar tus espacios de una manera consciente. Algunos consejos que puedes aplicar desde hoy mismo son…

  • Te recomiendo trabajar en una mesa y sentado en una silla donde puedas mantenerte erguido y atento.
  • Evita trabajar desde el sofá. El sofá es muy cómodo y a veces nos abraza fuerte, lo que nos descentra.
  • Intenta estar en una habitación bien iluminada y donde haya silencio para poder concentrarte.
  • Si vives en una ciudad y el ruido de la calle te molesta, escucha música relajante o sonidos de naturaleza que te ayuden a centrarte y a sacar toda tu creatividad.
  • Es importante que definas un lugar donde trabajarás para que sepas que ese es tu despacho (puede ser en el salón, en tu habitación o en la sala de estar), pero cuando acudas a ese lugar, tu mente debe identificar que tu jornada laboral comienza.

El dilema de la ropa: ¿me visto o me quedo en pijama?… este es el gran dilema del teletrabajo cuando nadie nos ve. Mi primer consejo es que no te quedes en pijama… ¿acaso irías en pijama a tu oficina? Si tu respuesta es “No”, tampoco trabajes en pijama en casa. Algunas cosas que puedes hacer a este respecto, son:

  • Puedes ponerte un chándal o ropa de sport que te haga sentir có
  • Tu mente necesita saber que estás trabajando, no pasando el rato frente al ordenad
  • Te aconsejo que tus rutinas diarias de ducha y arreglo personal, se mantengan como habitualmente.
  • El pijama es como el sillón… es muy cómodo y calentito pero nos confunde al pensar que si estamos en casa con el portátil, estamos haciendo algo intermedio entre trabajar y descansar.

El arte de planificar… Cuando trabajas desde casa, es muy importante que fijes unos horarios de trabajo y otros de ocio o descanso. Si no tienes claros tus horarios diarios y semanales, te sentirás perdido y el teletrabajo se convertirá en un monstruo del que huir. Algunas pautas que puedes seguir, son:

  • Rellena una tabla como la que te muestro a continuación, donde indiques lo que harás por horas.
  • Recuerda reservarte tiempo para comer y descansar.
  • Plantea tu jornada laboral de tal manera que puedas conciliar el trabajo con tus responsabilidades personales.
  • Te aconsejo que planifiques el momento de tus comidas, del trabajo y de tu tiempo libre.
  • Tu mente necesita organización y rutinas para poder rendir adecuadamente.
  • Marca una hora de inicio y fin de tu jornada laboral e intenta cumplirlo.

Llevo más de siete años trabajando desde casa y estos últimos meses he tomado la saludable rutina de rellenar una tabla como esta cada semana. Desde que lo hago, siento que aprovecho mejor mi tiempo y que me centro más al saber las tareas pendientes que tengo que realizar. Te propongo que tú también lo uses.

Conciliar en tiempos de teletrabajo… Para poder conciliar de manera óptima, debes ser muy organizado y planificar muy bien tus jornadas laborales. Por eso te animo a rellenar la tabla que he incluido arriba. El trabajo es importante, pero tu vida personal también lo es… no lo olvides.

A la búsqueda de momentos de relax… Sé que tal vez más que una búsqueda, te puede parecer una cacería porque los momentos para relajarte y volver a ti mismo, se han esfumado. Las causas son muchas: desde no poder tener la vida social que solías tener, pasando por sentirte encerrado en casa todo el día, hasta el hecho de que tus responsabilidades parecen haberse multiplicado.

Los momentos de relajación y espacios que te ayuden a encontrarte contigo mismo, no van a llegar a ti libremente… tienes que buscarlos de manera activa, en ocasiones incluso tienes que planificarlo.  Algunas pautas que puedes seguir, son:

  • A lo largo de la jornada laboral, haz breves descansos de 10-15 minutos para tomarte una taza de té, respirar conscientemente o salir a la terraza a tomar un poco el sol.
  • Resérvate el fin de semana para ti, o al menos la mañana del sábado o domingo para descansar, caminar, meditar, salir a la naturaleza, leer o hacer aquella actividad que te ayuda a desconectar.
  • Intenta tener al menos una hora al día para desconectar de tu trabajo y hacer alguna actividad que marque el fin de la jornada (meditar, cocinar, hablar con tus seres queridos, jugar con tus hijos…).

Teletrabajando conscientemente… Trabajar de esta manera, también supone aprender a desconectar del trabajo. Sé que es más complicado cuando trabajas desde casa porque el portátil lo tienes a mano, tal vez te lleguen correos en horario fuera de la jornada laboral o incluso tengas una avalancha de trabajo. Las fronteras entre tu vida personal y la profesional se han difuminado y no sabes qué hacer para desconectar de tus responsabilidades laborales.

Hay una técnica que te puede ayudar a desconectar de tu trabajo… es muy sencillo, tan solo consiste en que habilites un cajón, una caja o la parte de un armario de tu casa, donde puedas guardar todas las cosas que usas para teletrabajar y así no tener a la vista las herramientas laborales. Al tiempo que guardas todas estas cosas, puedes imaginar que con ello, guardas también tus preocupaciones y temas pendientes.

Una vez que cierres el lugar donde has guardado todo, siente cómo vuelves a ser tú mismo, para ello toma tres respiraciones profundas y comienza alguna actividad que te ayude a ser consciente de tu vida personal.

Respirar y volver al presente… Mi gran consejo es éste… respira… Pero respira de manera consciente, observando cómo el aire entra y sale de tu cuerpo, la manera en que tu abdomen se infla y desinfla con cada inspiración y espiración, dejándote fluir con la relajación profunda que sientes cuando te conectas a ti mismo, a tu cuerpo, a la respiración.

Y para que te resulte un poco más sencillo respirar y vivir conscientemente, te regalo una breve meditación. Puedes descargarla desde aquí: http://cuidado-psicologico.es/meditacion-3-anclas/

Recuerda… puedes teletrabajar conscientemente… depende de ti…

 

Elena Alameda Jackson

Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Especialidad en Psicología Clínica y de la Salud. Máster en Psicooncología por la Universidad Complutense de Madrid.

Psicóloga habilitada para ejercer actividades sanitarias en todo el país. Experiencia profesional en Psicología Online, Formación a Profesionales y Colaboradora de la editorial Formación Alcalá.

Página web: https://cuidado-psicologico.es/

Psicóloga de We Doctor

Solicitud de consulta online con Elena: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/3080192

En los últimos años se ha producido un incremento alarmante del sobrepeso y la obesidad en la población mundial, estando España entre los países más afectados. Desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo, llegando a afectar al 13% de la población (1). Hoy, día 12 de noviembre a razón del día Mundial de la Obesidad, quiero escribirte sobre esta pandemia mundial,  sobre cuáles son sus causas y consecuencias y cómo podemos prevenirla. Por supuesto, de forma muy somera.

¿Qué es la obesidad?

La obesidad se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa en el cuerpo que puede ser perjudicial para la salud (1).

Para identificarla se suele utilizar el índice de masa corporal (IMC), teniendo que ser igual o superior a 30 en adultos para considerarse obesidad. Este índice se calcula dividiendo el peso (Kg) entre la altura al cuadrado (m2). Sin embargo, el IMC no diferencia la masa magra de la masa grasa, por lo que en generalmente no es efectivo (1). Es mucho más útil poder medir la grasa corporal (con un plicómetro para medir pliegues corporales o con una máquina que disponga de la posibilidad de hacer una bioimpedancia)

¿Cuáles son las causas de la obesidad?

La causa última de la obesidad es un desequilibrio energético entre las calorías consumidas y gastadas, a favor de las primeras. Por lo que, las causas principales son la alta ingesta calórica y el bajo nivel de actividad física. Sin embargo, hay otras muchas causas que favorecen la obesidad, como son las siguientes (1 y 2):

Esto es muy importante. Entender que la obesidad es una enfermedad multifactorial, es decir, que no se debe solamente a comer mucho, o solamente a tener la predisposición genética, sino que es la consecución de varios de estos factores, como puede ser comer una gran cantidad de alimentos malsanos, junto tener una actitud sedentaria y además estar muy estresado, como un ejemplo. Pero hay muchos otros.

¿Cuáles son las consecuencias de la obesidad?

Al igual que sus causas, las consecuencias son también muchas y variadas. La obesidad eleva el riesgo de contraer numerosas enfermedades no transmisibles, como las siguientes (1 y 2):

Este es uno de los grandes problemas de la obesidad. Que aunque es visible que estamos ganando peso, en gran medida potencia la aparición de otras enfermedades. Pero lo hace tan poco a poco, que puede parecer que tener obesidad es solamente eso, tener un exceso de grasa corporal. Es importante hacer hincapié en que no. Sufrir obesidad tiene consecuencias, que pueden ser mortales. Un camino conocido es que la acumulación de grasa corporal puede aumentar la acumulación de colesterol en las arterias, que llegado a un punto puede provocar una obstrucción de alguna arteria o vena provocando un infarto.

¿Cómo podemos prevenir la obesidad?

Debido a la dificultad que tiene su tratamiento, la prevención de la obesidad es realmente importante (2). A continuación, se indican algunas pautas de alimentación para ello (3):

  • Ingesta abundante de líquidos.
  • Consumo elevado de alimentos de origen vegetal.
  • Consumo reducido de alimentos de origen animal.
  • Consumo muy limitado de azúcar y dulces.
  • Limitación o eliminación de bebidas azucaradas.
  • Evitar pasar hambre por ser proclive a atracones de alimentos dulces o grasos.
  • Intentar comer alimentos de calidad, reduciendo el consumo de productos light
  • Creación de un programa escolar de alimentación equilibrada.

La obesidad es una enfermedad multifactorial, por lo que es muy importante dejar claro que no todo el peso de evitarla cae sobre la propia persona. Si comprar alimentos que son perjudiciales para la salud es más barato que comer de forma saludable, es entendible que mucha gente consuma mucho de estos productos.

Por tanto, las políticas nacionales también pueden jugar un papel fundamental en la reducción de esta pandemia. Hacer formaciones para padres y madres en colegios e institutos puede ser, por ejemplo, una posibilidad. No incluir publicidad de productos que abiertamente dañan la salud en anuncios de canales dirigidos a niños, podría ser otra.

Con este post, trato de hacer hincapié en varias cosas. Que la obesidad es multifactorial, y que son muchos los actores que juegan un papel en la aparición de esa enfermedad. El individuo juega un papel, pero no es el único actor en este enclave.

Sin embargo, igual que es algo que se puede sufrir, asimismo en una situación de la que se puede salir. Buscar profesionales competentes que te ayuden a salir de esta situación será clave.

 

Mi nombre es Daniel Mantas, soy Nutricionista Clínico.

Dirijo actualmente www.nutrinour.com

Nutricionista de We Doctor

Solicitud de consulta online con Daniel: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/4554752