Imagen orientativa sobre las unidades de Botox utilizadas en un tratamiento facial habitual.

El Botox o lo que es lo mismo, la toxina botulínica, es una sustancia que inhibe la contracción muscular. Es conveniente saber como funciona para poder entender la forma en que se usa.

El Botox está aprobado para usarse en el tercio superior facial para disminuir la presencia de arrugas dinámicas, que son aquellas que se producen al contraer los músculos faciales. En ocasiones puntuales también se usa para disminuir la sonrisa gingival o para minimizar algún tic o parafunción (movimientos faciales anormales).

El Botox lo usamos mucho también en síndromes miofasciales. Aquí el problema suele ser el dolor de algún musculo de la masticación. La administración localizada de la toxina bloquea de forma temporal su contracción produciendo el efecto deseado, que es la relajación.

¿Cuanto tiempo dura?

La duración suele ser de 8 meses.

¿Qué debo tener en cuenta si quiero infiltrarme Botox?

Es un producto muy seguro cuando se aplica adecuadamente. Los viales que contienen la toxina vienen en polvo y debe estar refrigerada. Es importante que la cadena de frío no se rompa para que el producto no pierda propiedades. Solo se dispensa a través de centros clínicos acreditados en la farmacia.

Otra cosa a tener en cuenta es la distribución del producto en el rostro. Los músculos faciales tienen distinta fuerza de contracción, y cada persona puede tener unos más desarrollados que otros. Aún así, en líneas generales el corrugador y el procerus (músculos de la zona media de la frente) son los más fuertes y los que hay que infiltrar con dosis mayores. De modo excepcional podemos infiltrar el músculo que deprime la punta de la nariz al sonreír o gesticular o en casos con exagerada sonrisa gingival.

Las unidades las vemos de forma orientativa en la imagen de arriba. También tenemos un vídeo donde se detalla este procedimiento.

¿Duele mucho?

No. Lo normal es usar unas agujas especiales para este tipo de tratamiento llamadas agujas invisibles por su pequeño diámetro, de 32 G. El hielo local previo a la infiltración hace que el procedimiento sea menos molesto.

¿Efectos secundarios o complicaciones?

Debes recibir un consentimiento informado y leerlo con calma. En el que se explican todas las complicaciones que pueden ocurrir, por raras que sean.

La realidad es que es uno de los procedimientos faciales más comunes y extendidos en el mundo. Complicaciones que te pueda mencionar tenemos:

  • Si tomas aspirina o anticoagulantes por algún problema de salud, debes saber que tienes más riesgo que aparezcan hematomas o morados. Si es posible, recomendamos bajo la supervisión de su médico prescriptor disminuir o suspender la dosis unos días antes.
  • Es importante comentar con tu médico que productos te han infiltrado en el rostro previamente. Antes solía ser frecuente tratarse las arrugas con productos no reabsorbibles como el metacrilato o la silicona. Es conveniente saberlo, y evitar pinchar esa zona, pues tiene mayor riesgo de infección.
  • Hay casos en los que el producto puede extenderse a una zona no deseada y producir una ptosis palpebral (caída de un párpado o ceja). En este caso el efecto secundario será reversible al igual que lo es la acción de la toxina infiltrada.
  • Otro efecto indeseable es que alguna zona quede significativamente asimétrica o que la contractibilidad de un músculo persista aún después de haberlo infiltrado adecuadamente. Esto se puede deber a una mayor fuerza de un lado con respecto al otro. En la semana siguiente en consulta se pueden corregir estos detalles sin problema.

Es importante que veas como se abre el producto y luego recibas una pegatina identificativa con fecha de caducidad y número de lote del producto al hacerlo así se comparten responsabilidades y se garantiza que no haya errores.

Espero haberte ayudado y aclarado alguna duda.

Un saludo cordial

 

 

Dr. Joel Joshi Otero, MD. PhD

Fellow en cirugía estética facial FEACMFS

Cirujano Oral y Maxilofacial

Director de la Unidad Facial Contouring del Hospital Recoletas Burgos

Cirujano de We Doctor.

Solicitud de Consulta Online con Joel: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/1409027

 

¿Te has quedado con tripita después de tu embarazo?

¿Haces muchos hipopresivos y no consigues disminuir tu tripita?

¿Tienes incontinencia urinaria cuando antes no la tenías?

¿Te duelen las lumbares más que antes?

¿Tienes malas digestiones, gases, estreñimiento?

Estos son algunos de los síntomas que puedes notar si tienes  diástasis de rectos abdominales.

Vamos a ver de lo que hablamos, es la separación del músculo recto del abdomen como consecuencia de un daño en el tejido conectivo, causado por un aumento de peso, la realización de abdominales clásicos con una hiperpresión en el abdomen, la gestación, partos complicados y/o cesáreas, el estreñimiento, etc. Esta diástasis da un aspecto externo de piel flácida y descolgada, ya que la pared abdominal no protege los órganos internos y puede ser la causa de dolores lumbares por cambios de la estática postural y/o problemas digestivos al tener en diferente disposición todas las vísceras

Un 66% de las embarazadas tienen diástasis, en el tercer trimestre.

Esta situación puede que no se resuelva espontáneamente en el postparto e incluso se mantenga por varios años si no se interviene para corregirla. Durante el embarazo se producen una serie de cambios hormonales como son el aumento de la relaxina, progesterona y estrógenos, los cuales alteran la composición del colágeno presente en los tejidos y que es necesario a la hora del parto; y hace que se debilite el tejido conectivo que une los dos rectos abdominales. A esto tenemos que añadir el aumento del volumen uterino, el aumento de la presión abdominal, el cambio del eje del cuerpo y la modificación de la pelvis aumentando la lordosis lumbar. Todo esto también afecta al suelo pélvico y se puede debilitar, como consecuencia de ello aumenta la incontinencia urinaria y se puede escapar el pis al toser, estornudar, correr, etc.

Lo bueno, es que la diástasis se puede mejorar y es reversible, puedes volver a tener un vientre más plano que el de ahora y eliminar los problemas digestivos, lumbares y de suelo pélvico si los tienes. Los abdominales clásicos están totalmente contraindicados en caso de diástasis abdominal, lo que tienes que hacer es fortalecer el transverso del abdomen y sujetar tus abdominales con una faja especial que ayuda a cerrarlos. En unas semanas de ejercicios continuados y con la ayuda de la faja podrás disminuir esos centímetros de más que se han quedado en tu abdomen y te impiden ponerte la ropa anterior al embarazo.

A veces, esta separación de rectos impide que tu bebé se coloque bien (puede estar de nalgas o en transversa), también puede dificultar que se inicie el parto por no estar el bebé en paralelo con tu espalda, o puedes tener problemas porque no entra en el canal del parto o no progresa la dilatación o el expulsivo, pudiendo llegar a necesitar ayuda con la realización de un parto instrumental o incluso una cesárea.

En el siguiente embarazo, tendrás que tener cuidado desde el principio, para que no se vuelvan a separar los rectos y así evitar este problema y sus consecuencias.

Si estás embarazada, no te preocupes, puedes hacer algunos de los ejercicios indicados para cerrarla  y también puedes utilizar la faja específica para la diástasis, y así evitar que tus rectos abdominales se separen más.

Yo he acompañado en su embarazo y parto a varias mujeres con diástasis y han conseguido recuperar su abdomen, eliminar sus problemas digestivos y del suelo pélvico; y lo mejor, sus 2º embarazos y partos han sido sin complicaciones.

Para más información puedes preguntarme en el teléfono 656 906 339 o a través de mi página web marinamatrona.com

 

Marina Fernández, Matrona.

Me dedico a la lactancia desde hace 18 años como asesora de lactancia y consultora internacional de lactancia.

Matrona de We Doctor

Solicitud de consulta online con Marina: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/5013510

 

 

 

Actualmente, las empresas cada vez exigen más productividad a sus empleados, pero si sus trabajadores están “quemados laboralmente” no podrán conseguir ese objetivo.

Voy a hacerte unas preguntas básicas para que las contestes sinceramente:

  • ¿Trabajas hasta tarde en la oficina?
  • ¿Continuamente sufres cansancio físico y mental?
  • ¿Te falta motivación y estás irritable?
  • ¿No disfrutas de tu tiempo de ocio?

Si la gran mayoría de tus respuestas son afirmativas, permíteme decirte que posiblemente sufras burnout.

¿Cuáles son sus síntomas?

  • Agotamiento psíquico en el trabajo,
  • Irritabilidad continua,
  • Sensación de que no se realizan las tareas correctamente.

Más concretamente, se trata de un síndrome que puede afectar a cualquier profesional, aunque suele predominar entre las personas que trabajan de cara al público y se da con más frecuencia en: médicos, abogados, profesores y directivos.

Afecta tanto a nivel físico como psicológico; puede que te enfermes más de lo habitual ya que las defensas del organismo bajan y posiblemente puedas contraer enfermedades de diversa índole.

Lo que te recomiendo es que practiques ejercicio físico, que aprendas a distribuir el tiempo para no “cargarte” de actividades extra, que no te automediques ni tomes tranquilizantes y si ves que te sientes desbordado, finalmente te aconsejo tratar estos síntomas con un especialista; ya que a veces se llega a un punto en el cual probablemente se debe tomar la decisión de elegir entre el trabajo y la salud mental; igualmente te recomiendo unas estrategias que pueden venirte muy bien.

 

  • Aprende a valorar tus capacidades

Cree en ti mismo y valora tus propias capacidades, convéncete de que eres capaz de sacar adelante el trabajo; esto te ayuda a ganar confianza y te sirve también para alcanzar otras metas. Al alcanzar un objetivo o resolver un problema, inconscientemente incrementas tu autoestima y te atreves a afrontar nuevos retos con menos miedo.

  • Crea tu propia escala de necesidades laborales

Puede suceder que estés estresado en el trabajo, pero no sepas realmente por qué.

Para saber con precisión qué es lo que falla y por qué te sientes así, te recomiendo que identifiques las necesidades básicas que esperas cubrir; por ejemplo: poder ser tú mismo, sentirte valorado…

  • Desarrolla tu creatividad

Las situaciones de estrés crónico anulan la creatividad, la concentración y la capacidad reflexiva. Debes intentar mantenerte motivado y aumentar tu compromiso con el trabajo que realizas.

  • Tómate alguna pausa

Debes intentar hacer alguna pausa cada cierto tiempo aunque tengas muchas tareas por hacer. El cuerpo humano no es una máquina, por lo que necesita tomarse ciertas pausas y desconectar. Si lo consigues, no solo rebajarás el estrés, sino que realizarás más eficazmente las tareas.

  • Busca apoyos entre tus amigos y familiares

Suele pasar que cuanto más quemado está uno en el trabajo más se encierra en sí mismo. Evitar a los compañeros de trabajo es una de las actitudes más perjudiciales para sentirse a gusto en el puesto laboral, pero el hecho de compartir con alguien nuestras frustraciones nos ayuda a superarlas y a relativizarlas.

  • Fomenta las emociones positivas

Las emociones positivas son beneficiosas para recuperarnos de una mala experiencia, así como para fomentar la creatividad, la autoestima y estar abiertos a encontrar soluciones a un problema, en lugar de ofuscarnos ante ellos.

 

Aida Canals

Psicóloga General Sanitaria

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Psicóloga de We Doctor

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Los profesionales sanitarios que abordamos el dolor nos enfrentamos día a día a múltiples casuísticas referidas a esta patología y, aunque solemos decir que enfermedades hay muchas, pacientes los hay más. Todos reclaman su atención, su prioridad, su preponderancia por encima de la del resto y a cada uno hay que atenderle como merece, pero todos ven su patología como la más importante.

Es cierto que el dolor es una patología silenciosa, que se presenta sin más, con frecuencia sin dejar señales evidentes de su presencia, más que en el abatimiento del afectado, en su estado de ánimo, en su entereza, y por ello es más difícil de justificar ante terceros que parecen evaluar solo por evidencias externas.

Solo por esta razón sería más que suficiente para celebrar una vez al año el día mundial del dolor, por el hecho sintomático de darle visibilidad y de realzar un conflicto que no solo aminora las fuerzas, sino que llega a anular a la persona, cosificándola como “si de un juguete roto se tratara”, pues su fragilidad asemeja a la del fino y delicado cristal de bohemia.

En la hoja de servicios de cualquier especialista en dolor, pero igual que en la de otras especialidades, hay muchos casos que se dan perdidos, porque la ciencia aún no ha avanzado lo suficiente como para dar respuesta satisfactoria para esos casos. No todos pertenece a ese sustratro que dejamos en denominar “enfermedades raras”, debido al mínimo porcentaje de afectados, sino que algunas de las patologías más corrientes todavía son de difícil solución.

Es el caso de la fibromialgia, cuya afectación genera una importancia en los afectados no solo a nivel físico, sino fundamentalmente anímico, porque han de afrontar su incapacidad funcional y sobrellevar la ausencia de tratamientos específicos, lo que genera una rabia y una furia que sí se evidencian externamente, hasta el punto de sentirse ignorados, menoscabados por el resto que ni conoce ni entiende su situación.

Solemos decir que solo quien lo padece y quien está al lado de éstos como cuidador o acompañante está en disposición de conocer los verdaderos estragos que genera esta patología, y no hablar de oídas ni por haber leído muchos manuales en versión papel o más recientemente en versión digital.

Por eso sinceramente recalco la importancia de destacar y significar que un día al año toda la atención internacional se centre exclusivamente en el Dolor, y se hable de las patologías, de las consecuencias directas y colaterales de su acción, de los pacientes, de su alimentación e higiene, de las técnicas y tratamientos, de los centros de abordaje, etc.

Creo que darles esta relevancia a sucesos que realmente lo merecen es digno de encomio por parte de los organismos internacionales. No me compete a mi valorar cuáles son más o menos relevantes, ni creo que mi opinión cuente ni siquiera que sea de interés general, pero a nadie se le escapa el dudoso mérito de otros eventos significados con una fecha puntual bien por su irrelevancia mundial o por lo ridículo de su propuesta ¡Allá películas!

El dolor afecta al 20% de la población mundial.

Todos lo padecemos, lo hemos padecido o lo padeceremos o tenemos amigos y/o familiares en idéntica situación. Y para cada uno, el día, los días o el periodo de afectación serán lo suficientemente relevantes como para que no pasen desapercibidos. Pero para el resto de la población no tendrá la más mínima repercusión y por ello y hacia ellos por lo que merece la pena llamar la atención con esta celebración, para que al menos un día al año vuelvan su atención hacia quienes sufren en silencio.

Particularmente no me canso de divulgar a través de los medios de comunicación analógicos y digitales, los blogs, las redes sociales, el conocimiento sobre el dolor a fin de acercarlo, de hacerlo más humano, sin caer en la vulgarización, porque muchas veces tendemos a mitificar ciertas cosas y a convertirlas en etéreas, intocables, etc. Derroquemos esos muros, esos pedestales que alejan al paciente de los profesionales sanitarios.

Otra propuesta que suelo hacer a mis pacientes es que cuenten sus problemas, los aireen, pues no todas las soluciones están tras las mesas de las consultas ni de los quirófanos, y es la experiencia de otros pacientes la que ayuda a sobrellevar los conflictos de salud propia, no por vanidad, ni presunción, ni jactancia, sino porque entre iguales se aprecia que no somos casos aislados, que lo nuestro es corriente y si no lo es, al menos sabemos que no estamos solos, que muchos nos comprenden.

Hay un factor físico, químico, médico en toda patología, pero a nadie se le puede ni debe escapar que también hay elementos emocionales que interactúan a la hora de superar ciertos problemas, y que todo aliado es poco para derrocar a ciertos enemigos, y el dolor es uno de ellos.

Celebremos su día y démosle la visibilidad que merece. Por nosotros. Por todos.

 

 

Dr. Alfonso Vidal.

Jefe de la Unidad de Dolor del Hospital Quirónsalud Sur

Prof. Anestesiología de la Universidad Complutense de Madrid. #eHealth #mHealth

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Médico de We Doctor.

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Aunque soy pediatra, vivo en mi consulta cada día como los adultos con TDAH os encontráis en un limbo en el que parece que ningún profesional puede ayudaros.

Si ese es tu caso, te voy a explicar los pasos que debes dar para encontrar las respuestas que buscas y en caso de necesitarlo, conseguir un diagnóstico de TDAH y también, tratamiento para el TDAH.

Adultos con TDAH. Frecuencia y causas.

¿Conoces los estudios que muestran la frecuencia del TDAH en los adultos? Los primeros se hicieron en Estados Unidos y las cifras ya eran evidentes. El 4,5% de los adultos entre 18 y 45 años padece TDAH.

Teniendo en cuenta que la cifra en niños es aún mayor, cerca del 7,5%, no es un dato que sorprenda. Es razonable debido a que el TDAH es un trastorno del neurodesarrollo y con una adecuada atención, puede llegar a conseguirse controlarlo y darlo por superado.

Sí, el TDAH se cura y hay muchos estudios que muestran la normalización de las alteraciones del sistema nervioso conforme el tratamiento y la terapia van haciendo su efecto.

Además, es importante que tengas claro que el TDAH tiene un origen principalmente genético. Es decir, hay un gran componente hereditario en la aparición del TDAH que hace que sea frecuente encontrar más de una persona con él en la familia.

Señales de sospecha de TDAH en adultos que puedes y debes comprobar ahora mismo.

Los principales síntomas del TDAH en la edad adulta afectan sobre todo a las áreas siguientes:

  • Rendimiento laboral.
  • Relaciones sociales.
  • Convivencia familiar.

Te pongo algunas muestras:

Ejemplos de síntomas relacionados con déficit de atención en adultos:

  • No lee detenidamente las instrucciones.
  • Dificultad para trabajar con detalle.
  • Necesita dedicar demasiado tiempo a los detalles.
  • Se atasca en los detalles.
  • Trabaja demasiado rápido y por eso se equivoca.
  • Se distrae fácilmente por asociaciones y pensamientos propios.
  • Le resulta difícil terminar de ver una película o de leer un libro.
  • Se cansa rápidamente de las cosas.
  • Hace preguntas sobre temas que ya se han discutido.
  • Está ausente o distraído.
  • Le resulta difícil concentrarse en una conversación.
  • Hace varias cosas al mismo tiempo sin terminar nada.
  • Le resulta difícil terminar algo cuando ya no es una novedad.

Ejemplos de hiperactividad en adultos:

  • No puede estarse quieto.
  • Mueve las piernas.
  • Juega con el bolígrafo o con algún objeto.
  • Se muerde las uñas o juega con el cabello.
  • Puede dominar estos movimientos, pero le causa tensión.
  • Habla durante actividades que exigen silencio.
  • En compañía de otros, quiere llevar la voz cantante.
  • Es ruidoso en todo tipo de situaciones.
  • No puede hacer las actividades con tranquilidad.

Estos son solo algunos ejemplos puntuales que pueden servirte de orientación. En esta guía, puedes encontrar más información y una escala de sospecha de TDAH en adultos muy sencilla con la que podrás salir de dudas, si es que aún las tienes, en menos de 5 minutos.

El diagnóstico de TDAH en los adultos es mucho más fácil de lo que imaginas.

¿Cuáles crees que son las pruebas que hacen falta para diagnosticar el TDAH en los adultos?

Hay muchos tests para el diagnóstico del TDAH pero lo más importantes son los que te cuento en esta lista. Son los que uso en mi consulta tanto para niños como para adultos, cada una en su versión correspondiente.

  • Criterios diagnósticos del TDAH. Es fundamental que se cumplen los criterios establecidos para el diagnóstico.
  • Entrevista DIVA 2.0. Hay modelos de entrevista llamadas “estructuradas” que son de gran ayuda para el diagnóstico.
  • Prueba Aula Nesplora. La realidad virtual ha sido de gran ayuda para la evaluación del TDAH en niños.
  • Prueba Aquarium. Ya contamos con pruebas de realidad virtual para la detección del TDAH en adultos.
  • Prueba BrainGaze. También hay otras opciones que las nuevas tecnologías nos aportan como la valoración de las vergencias oculares mediante un test tipo CPT asociado al “eye tracking”.

Son estrategias complementarias de diagnóstico integral para conseguir los mejores resultados y eliminar el riesgo de errores.

El tratamiento para los adultos con TDAH es muy similar al de los niños.

El tratamiento del TDAH en adultos se basa en los mismos principios del tratamiento del TDAH infantil.

Es importante tener en cuenta aspectos específicos de los adultos como son los problemas emocionales y la existencia de otras enfermedades que puedan interferir con los medicamentos.

El tratamiento para los adultos con TDAH se basa en una combinación de medicación y terapia adaptados al perfil de cada paciente.

Los fármacos disponibles para el tratamiento del TDAH son varios:

¿Qué profesional puede diagnosticar y tratar a los adultos con TDAH?

Aquí ya tenemos una buena controversia. Nadie se pone de acuerdo en este tipo de temas. Yo te voy a dar mi opinión según mi experiencia. Te voy a contar lo que vivo en el día a día de mi consulta.

  • Los neurólogos de adultos no cuentan en su formación con el TDAH, con lo que cuando les llega algún adulto con TDAH lo que suelen hacer es enviarlo a psiquiatría.
  • Los psiquiatras pueden ser unos magníficos profesionales para el diagnóstico y tratamiento del TDAH del adulto. A pesar de ello, hay muchas corrientes ideológicas dentro de la psiquiatría que lamentablemente, niegan la existencia del TDAH, con lo que te puedes imaginar como acabaría una consulta.
  • Los pediatras no estamos formados específicamente para tratar patologías de adultos. a pesar de ello, pasamos por la carrera de Medicina como todos los demás médicos y el 95% de lo que se aprende allí tiene que ver con eso.

Por otro lado, tratamos a los niños con TDAH y los vemos crecer y evolucionar hasta la adolescencia, con lo que sabemos perfectamente los pasos por los que pasa. En todo ese camino tratamos con los padres, muchos de ellos con TDAH y muchos de nosotros, somos los que tratamos a esos padres porque ellos mismos lo solicitan.

No es que lo diga yo, sino que desde hace años, la especialista en TDAH y creadora de la escala de valoración funcional de Weiss, aboga por que los pediatras son unos buenos profesionales para la detección y el tratamiento del TDAH en adultos, especialmente cuando han sido sus médicos desde la infancia, pero también como pacientes nuevos.

Camino a seguir para conseguir lo que necesitas.

Solo hay un camino para llegar a ese objetivo. Es sencillo, pero hay que conocerlo. Déjame que te de unos cuantos consejos al respecto:

  1. Información sobre el TDAH. Es fundamental que conozcas el tema del TDAH para saber manejarte en este mundo y no perderte entre toda la información que vas a encontrar en internet. Para eso, pueden ser de ayuda las asociaciones de pacientes. Un lugar magnífico es Fundación CADAH.
  2. Formación sobre TDAH: No solo informarte sino formarte en TDAH. Esa es mi recomendación. Es posible que no te haysa dado cuenta pero hay muchos puntos de fricción que solucionar en la vida de un adulto con TDAH y necesitas encontrar herramientas para superarlas. Te recomiendo estos dos libros.
  1. Selección del profesional. Es probable que aquí sea donde tengas más dificultades, pero la mejor manera de decidirte es revisar las opiniones de los pacientes. ¿Dónde? Puedes hacerlo en diferentes directorios.
  2. Seguir sus indicaciones. Este último punto no es negociable. Cuando encuentras al profesional adecuado y confías en él, sigue sus indicaciones. No te quedes en ir a la consulta de vez en cuando y ya está. Necesitas hacer cosas para que cambien cosas. Es tu vida y tu responsabilidad.

En resumen:

  • El TDAH es frecuente en adultos y llega al 4,5%.
  • Hay un importante componente genético en el trastorno por déficit de atención.
  • Los síntomas de sospecha del TDAH incluyen consecuencias del déficit de atención, la hiperactividad y la impulsividad.
  • Hay pruebas objetivas para diagnosticar el TDAH en niños, adolescentes y adultos.
  • Hay varios profesionales que pueden diagnosticar y tratar el TDAH en adultos.
  • Sigue este camino para encontrar ayuda para el TDAH.

 

Recuerda

  • No te vayas sin dejar tu opinión o comentario al final del artículo.
  • Al terminar, compártelo en alguno de los grupos de facebook sobre esta temática en los que participas. Difunde lo que te gusta y te importa.

 

Manuel Antonio Fernández Fenández

Director del Instituto Andaluz de Neurología Pediátrica

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Pediatra de We Doctor

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Humanizarnos supone identificar nuestra esencia, nuestra energía única y mostrarla allá donde vayamos. Si bien en el ámbito de las profesiones de la salud es esencial humanizar toda la relación terapéutica, no es menos cierto que debemos humanizar cualquier relación que mantengamos con cualquier ser humano en cualquier contexto vital. Hoy quiero detenerme en la escucha, esa habilidad tan importante para la vida y que tan poco usamos.

Personalmente siempre he tenido una mayor facilidad para escuchar que para hablar, siempre me ha gustado observar mi entorno, aprendiendo de todo cuanto me rodeaba. Esta habilidad intrínseca me ha ayudado mucho en mi carrera, ya que considero que la escucha es casi más importante en psicología, que las técnicas concretas que usemos con los pacientes. Yo contaba con esa ventaja para dedicarme a mi profesión, pero la escucha activa es una habilidad que podemos aprender. En la etapa profesional que desarrollé en cuidados paliativos, fui consciente de la importancia de la escucha y de los silencios, dos ámbitos que solemos temer profundamente.

Cuando escuchamos a una persona de manera activa y consciente, escuchar se vuelve terapéutico en sí mismo. Los propios pacientes consideran que aquel profesional que desarrolla este tipo de escucha, crea las condiciones necesarias para promover la curación y recuperación. Solo desde la escucha consciente que deja a un lado las críticas y juicios sobre quién es la otra persona, permite que el paciente se responsabilice de su propia vida, involucrándose en el tratamiento de su enfermedad y en el mantenimiento de su salud (1).

Nadie nos ha enseñado a escuchar activamente y en este mundo hiper-ocupado donde la multi-tarea es lo habitual, parece que tomarse tiempo para escuchar de manera consciente a otra persona, es una “pérdida de tiempo”. La idea revolucionaria que introduce la escucha activa, es la de tomarnos tiempo para dejar a un lado todo, centrándonos en lo que otra persona nos comunica, en sus palabras y gestos. En el ámbito profesional la escucha activa es un tiempo que invertimos para ser más eficaces y eficientes con el resto de tiempo que le dedicamos al paciente, pues nuestra comunicación será más certera e irá dirigida a los problemas y dudas del enfermo.

Cuando hablo de escucha activa, me refiero a ese tipo de escucha atenta, consciente y centrada en el otro, que nos permite conectar con las vivencias ajenas, desarrollando nuestra empatía para acompañar en el relato. Este tipo de escucha, requiere de nosotros un esfuerzo porque es un proceso que se debe realizar teniendo en cuenta algunos elementos esenciales:

Realmente la práctica de este tipo de escucha en nuestra vida en general y en la profesional en particular, se beneficia mucho de la práctica de mindfulness, que nos impulsa a centrarnos en el aquí y ahora, en nuestro cuerpo y en la otra persona con la que interaccionamos. Solo podemos escuchar genuinamente a otras personas cuando dejamos a un lado nuestras preocupaciones, nuestras anticipaciones sobre el futuro, cuando alcanzamos un estado mental de calma y equilibrio donde solo nos centramos en el presente, abandonando la hiperactividad a la que estamos acostumbrados, tomando asiento y hablando con calma. Así pues, practicar la atención plena es una habilidad que te ayudará mucho a ser más consciente del ahora y a realizar una escucha atenta y activa.

Para que puedas comenzar a practicar la escucha activa desde hoy mismo en tu entorno personal y profesional, te voy a dar una serie de pautas que puedes seguir. Cuanto más las practiques más sencillo te será interiorizarlas y automatizarlas, hasta tal punto que ya no tendrás que pensar en escuchar activamente, esto simplemente sucederá.

  • Observa tu ancla al presente – la respiración: Esta función vital es clave para regular tu atención y tus emociones. Si bien la respiración ocurre de manera automática la mayor parte de las veces, lo cierto es que también podemos regularla y nuestros estados anímicos modifican su ritmo. Cuando te fijas conscientemente en la respiración, el objetivo no es respirar más superficialmente o más hondo de lo normal en ti, el propósito de esta observación es que tengas un ancla al presente y a tu propio cuerpo. Escuchar relatos llenos de sufrimiento, te secuestran emocionalmente y te anulan como profesional, por lo que es importante que cuando sientas que pierdes el contacto contigo mismo, dejándote llevar por lo que siente otra persona, observes tu respiración, el fluir calmado y constante del aire que entra y sale de tu cuerpo. La escucha activa se basa en la regulación emocional propia y ajena. Para que te sea más sencillo identificar tu respiración ante momentos emocionalmente intensos, puedes identificar el ancla de respiración más potente para ti, el que te hace ser más consciente del flujo incesante de aire que entra y sale de tu cuerpo, para ello fíjate en tu nariz, pecho y abdomen y elige el lugar donde eres más consciente de tu respiración.
  • Limita tus distracciones: Es importante que cuando estés escuchando a otra persona, todo tu cuerpo y mente se vuelque en el otro, dejando a un lado las tareas pendientes, preocupaciones o distracciones ya habituales como el móvil. Disfruta de tu relación con los pacientes y con las personas de tu entorno, céntrate en el presente.
  • Habla menos y escucha más: Esta es una de las claves esenciales de la escucha activa. Los filósofos siempre han ido unos pasos por delante de los psicólogos y por ello quiero compartir contigo esta frase de Zenón de Citio, quien dijo: “Tenemos dos orejas y una sola boca, justamente para oír más y hablar menos”.
  • Comprende el mensaje de la otra persona más allá de las palabras: Tu capacidad empática es la que te permite conectar con otras personas y comprender lo que sienten. Para ello no debes olvidar escuchar las palabras emitidas pero también ser consciente del contexto no verbal donde expresa sus emociones. Esto lo hace a través del tono de voz, de los gestos, de los silencios, de la ansiedad que muestra al hablar de ciertos temas, etc. Para mí, el canal no verbal de la comunicación es esencial para poder escuchar activamente y poder ser efectivo en nuestra ayuda, por ello en el siguiente artículo que escribiré sobre la humanización, hablaré de la comunicación no verbal.
  • Evita los juicios y críticas: Cuando juzgamos y criticamos, sea de manera verbal o solo en nuestra mente, logramos que la otra persona pierda la confianza depositada en nosotros. Puede ser habitual que algunos profesionales de la salud llamen la atención sobre el poco cuidado que ha tenido el paciente por no haber acudido antes al médico o por no haber cuidado más su salud, mi consejo es que evites este tipo de reproches que solo hacen sentir culpable al paciente y no tiene la capacidad de cambiar lo ocurrido. El enfermo necesita ser comprendido, acogido y apoyado, al tiempo que mostramos nuestra intención de hacer lo mejor para él o ella.
  • Inicia la comunicación verbal: Una vez que hemos escuchado activa y conscientemente el relato de la otra persona, somos capaces de escoger nuestras palabras de manera más certera y eficaz. Algo importante es que mientras escuchamos, realicemos micro-expresiones de comprensión (“Mmm”, “Ajá”, asentir con la cabeza, etc.) y aprovechemos las pausas naturales del discurso del paciente, para hacerle saber que hemos comprendido lo que nos transmite, emitiendo alguna frase como: “Entiendo que el diagnóstico de una enfermedad crónica que requiere medicación diaria, puede suponer un reto para usted…”.

Eres terapéutico con tu sola presencia, eres capaz de sanar las emociones del paciente y tienes el poder y la capacidad de cambiar el estado anímico de quienes te rodean con tan solo tu actitud positiva, tu sonrisa y tu habilidad para acoger al otro en su tristeza y alegría. No creas que la escucha es una habilidad con la que se nace, en algunos casos es así, pero en la mayoría es una habilidad que se ha de desarrollar y aprender. Tú puedes comenzar a ser un oyente y comunicador más empático y compasivo, confía en tu capacidad sanadora.

 

 

Elena Alameda Jackson

Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Especialidad en Psicología Clínica y de la Salud. Máster en Psicooncología por la Universidad Complutense de Madrid.

Psicóloga habilitada para ejercer actividades sanitarias en todo el país. Experiencia profesional en Psicología Online, Formación a Profesionales y Colaboradora de la editorial Formación Alcalá.

Psicóloga de We Doctor

Solicitud de consulta online con Elena: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/3080192

El hecho de que el embarazo haya sido buscado y deseado no impide que algunas mujeres pasen por un estado de profunda tristeza días, semanas o meses después de dar a luz.

Lo que escuchamos a muchas mamás primerizas en los primeros meses después de tener a su bebé es que nadie las había contado lo duro que era esto de tener un hijo… que no todo es tan bonito como se lo habían pintado… efectivamente, muchas mujeres tienen o han tenido una visión muy idealizada de la maternidad y como cualquier idealización, cuando se cruza con la realidad, se produce un profundo choque y decepción que hay que poder ir elaborando.

No podemos saber con exactitud cuál es la causa de la depresión postparto pero sí conocemos unos cuantos factores que pueden intervenir en su aparición:

  1. La experiencia que se haya vivido en el parto, a veces traumática si ha habido algún contratiempo como una cesárea de urgencia, desgarros, utilización de fórceps, partos prematuros, trato frío o deshumanizado durante el parto, etc.
  2. La existencia de algún problema físico como alteración en las hormonas tiroideas, las secuelas que el parto o cesárea dejan durante un tiempo el cuerpo de una mujer (puntos, problemas musculares, hemorroides, etc).
  3. La falta de descanso y de sueño, alteran en gran medida el estado de ánimo de la mamá y también del papá.
  4. Dificultades con la lactancia que muchas veces dejan huella en la autoconfianza de la mujer y su sensación de poder cuidar bien a su bebé. Pueden llegar a sentir que le están fallando si no pueden dar el pecho o disfrutar de ese momento porque les duele.

Uno de los síntomas que más nos deben alertar para distinguir una depresión postparto de la tristeza normal o “baby blues” que sigue a los días posteriores al parto, es la capacidad de la madre para vincularse, cuidar a su bebé y cuidarse ella misma.

Si hay una profunda tristeza, con ganas de llorar inevitables durante un tiempo prolongado, un estado ansioso permanente o pensamientos obsesivos recurrentes relacionados con el bienestar de ella o del bebé, es importante que la madre consulte con un profesional que la pueda orientar, calmar y ayudar a que asuma su nuevo rol de una forma más tranquila.

En Psicología para ella trabajamos con la mujer en todo el período perinatal para prevenir y tratar las posibles dificultades que aparecen en esta etapa de la vida.

Una de las herramientas más positivas, terapéuticas y beneficiosas que hay para evitar que la tristeza normal se convierta en una depresión más incapacitante es el acudir a los GRUPOS DE LACTANCIA O DE CRIANZA. Ahí te sentirás acompañada por otras mujeres que están viviendo las mismas inquietudes que tú, podrás descargarte y expresar tus emociones sintiéndote comprendida y arropada y además tendrás la orientación adecuada por parte de un profesional que te devolverá la seguridad y confianza en ti misma.

 

Marta Trell Lesmes

Psicóloga Clínica y Perinatal.

Psicóloga de We Doctor

Solicitud de consulta online con Marta: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/5570652